Capitulo 19

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Capítulo 19

Tomé el cuchillo y lo deslice lentamente por la carne, pinché con el tenedor y luego llevé un pedazo a mi boca.

La carne estaba jugosa aunque definitivamente no iba a ser de mis comidas favoritas, mastiqué con fuerza y a la vez con amargura, mis ojos no se despegaban del rostro de Bee y de Daniel quienes parecían todo menos incómodos por mi intensa mirada.

Sentí la calidez de una mano sobre la mía, observé al dueño de esta quien me regaló una pequeña sonrisa. Al parecer Dereck si había notado mi incomodidad y le parecía divertido.

— Rayos Rebeka, que delicioso está esto. — Bee metió otro bocado grande a su boca y por un momento quise reír por las muecas de placer que hacía.

Entonces recordaba el suceso de ayer y el estómago se me revolvía.

— Gracias señorita. — agradeció Rebeka con seriedad. — Es Risotto con Criadilla asada. — Bee asintió satisfecha mientras yo tranquilamente esperaba porque hiciera la pregunta.

— ¿Y qué es la Criadilla? — preguntó con inocencia.

Daniel miro a Bee, luego a Dereck y luego a mí implorándonos que no le dijéramos. Pero, mi momento había llegado.

Iba a disfrutar de esto. De cierta manera estaba irritable. Todo sobre Dan y Bee me jodía, no había querido dirigirles la palabra y es que me sentía de cierta forma traicionada, yo no entendía hasta lo que suponía él y Nina tenían algo y de pronto ¡Boom! Me salían con esto. Sin embargo, aunque nadie lo creyera haría caso al imbécil de Lucian, no me metería en su "relación" no haría absolutamente nada más que rehusarme a ser la misma Maggy con ellos.

— Los testículos de algún toro de por allí... — musité llevando un bocado de carne a mi boca y soltando un bajo gemido de placer por el sabor— De..li..cio...so. — ella dejó de comer automáticamente, se tapó la boca y abrió los ojos como platos.

— ¿Qu... qué? — tartamudeo.

— Vaa no tienes por qué asustarte, además la palabra testículos y Bee se llevan bien. — respondí de forma hosca y fría.

— Margaret. — dijo Dereck llamando mi atención pero me era inevitable no tratarla de esa manera.

—¿Qué te pasa? — se puso de pie arrastrando su silla, frunció su ceño y alejó levemente su plato de comida.

— Nada, que podría pasarme.— me encogí de hombros. La verdad era que quería golpear a ambos... Ellos me habían defraudado, ambos me habían mentido descaradamente y aun así no son capaces de decirme la verdad.

— Estás soez y demasiado cortante conmigo desde anoche. — repitió alejando un poco más su plato.

— Siéntate y deja de hacer tu berrinche. — mastiqué con más fuerza, comenzaba a cabrearme simplemente estaba muy susceptible a cualquier palabra que me dijeran. Quizás solo quería pelear y al parecer Bee no se iba a quedar atrás.

— ¿Berrinche? La que se está comportando así eres tú.

— ¿Qué? Por decirte que te gustan los testículos. — Dereck se atoró, Daniel oculto su rostro entre sus manos riendo y Bee abrió y cerró la boca.

— Estás comportándote como una estúpida. — esta vez la que se puso de pie fui yo.

— No más estúpida que tú. — golpee la mesa. Bee abrió la boca y la cerró de inmediato, si antes era sensible imagínense como lo era ahora en su forma vampiro, cualquier cosa que le dijera la hería y la hacía rabiar, era como una versión más suave de mí. — Ahora... Mejor marchate nadie querrá ver cuán patética te ves llorando.

Tengo Sed de Ti - IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora