Lucian V
Narra Lucian:
—Preparatoria—
Primer beso.— ¡¿Qué estás haciendo Lucian?! — gritó mi hermano a través del móvil.
— Confrontarla, la idea es que ella tema, que se sienta en peligro.
— Prácticamente la llevaste secuestrada, todo el jodido mundo te vio cargándola. Sasha está rabiosa, he intentado calmarla pero desde que supo que era la hija de Black no lo está tomando bien. — cerré los ojos y apreté el móvil en mi mano, mi hermana empezaba a causarme problemas, ella no estaba al tanto de nada. — ¿Dónde está Maggy ahora?
— Se desmayó, al parecer no le va bien estar de cabeza.
— Si serás un imbécil...
— Bien Ethan hablamos luego. — corté la llamada.
Suspiré y golpee mi frente con el móvil ¿Qué estaba haciendo? En verdad, no sabía lo que estaba haciendo, mi manera de proteger a Maggy era distinta, se había vuelto más personal, la cuidaba, la buscaba y había noches en que simplemente no podía evitar ir a verla, aunque ella solo durmiera.
La idea era alejarla, pero sin querer estaba acercándola más a mí y eso... Eso estaba mal.
Me di la vuelta y regresé a la cabaña, se sobresaltó en cuanto ingresé, la vi acurrucarse entre sus piernas, mirarme con temor y a la vez estar en guardia, ser un patán con ella era como un requisito para que Margaret empezara a odiarme.
— Pensé que no despertarías. — sus ojos me observaban titubeantes, algo pasaba por su cabeza, quizás estaba tratando de procesar todo lo que había sucedido.
— ¡Imbécil! — gritó y tuve que esquivar un cojín. — ¡Sácame de aquí Lucian o no respondo!
La situación era graciosa, me divertía verla renegar, era así como un extraño hobbie sacarla de quicio.
— ¿Piensas matarme? — La pregunta me tomó por sorpresa.
¿Por qué pensaba Maggy que querría matarla? Bien, puede que la haya estado asustando mucho, mas solo era para alejarla. Me había encargado toda mi vida de cuidarla como para ser yo quien intentara atentar contra su vida.
— No ¿Por qué lo haría?— me senté a su lado. Ella me observaba reacia a todo acto que yo hiciera.
Agachó la mirada, Maggy era tan transparente que ni siquiera necesitaba escuchar sus pensamientos como para saber que tenía miedo que la delatara. Los cazadores vivían solos y ocultos de nosotros, los vampiros poderosos.
Me aclaré la garganta e intenté cambiar de tema.— Primero que nada pienso que deberías agradecerme. Ya son varias de las que te he salvado.
— Solo fue aquella vez en ese club aunque yo tenía toda la situación controlada.
Y es que esta chica siempre es tan testaruda.
— Sí... claro — Dije sarcástico y le refuté su manera tan descuidada de actuar, joder, si yo no hubiese estado aquel día en ese lugar, ni siquiera sé que hubiese sido de ella. — Y con respecto a tu pregunta o afirmación. Serian dos veces. — le recordé. — Ahora levántate.
Ella se cruzó de brazos y desvió su vista hacia otra parte. ¡Ella me desesperaba tanto!
— Que te levantes del sofá, por favor...
Vamos Lucian, con calma, solo tenle paciencia, es una hermosa niña a la que debes tenerle paciencia.
Ella lo hizo de mala gana, hice una mueca de gracia y levanté su blusa para revisar la herida.
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Tengo Sed de Ti - II
Vampir¿Sera su amor suficiente para perdonar su traición? Averigualo.