Capítulo 3

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CAPÍTULO 3:

Lourdes.

Me desperté temprano gracias a mi adorada alarma...

Me levanté y tuve la más hermosa vista de todas, Guillermo estaba durmiendo destapado y llevaba únicamente que unos lindos bóxer.

Fui al baño, me di una relajante ducha y cepille mis dientes, me coloqué un sostén deportivo y una remera caída de hombros, en la parte de abajo me puse un short de licra y unas bailarinas. Hoy iba a practicar un poco antes de ir a la academia. Pero antes tenía que desayunar bien. Me dirigí a la cocina y me preparé un café bien cargado y unas tostadas con mermelada de durazno. Después de haber desayunado bien, cogí mi celular y me encaminé a la sala de prácticas, cuando abrí la puerta y encendí la luz, se iluminó una habitación enorme, las paredes estaban pintadas de color beige, la pared del fondo tenía un espejo enorme que ocupaba toda ésta, también tenía una barra a lo largo y había en un rincón un equipo de música. La otra mitad de la habitación tenía cubierto el piso por pasto sintético, dos arcos de fútbol se encontraban enfrentados. Crucé la cancha y me dirigí a la parte de danza. Conecté mi celular al equipo de música, en éste comenzó a sonar Wings de Birdy, me puse mis zapatillas de punta, cerré mis ojos y me deje llevar por la melodía. La música que inundaba la habitación me guiaba, me movía de un lado al otro, estaba en mi mundo, ese mundo en el que nunca quisiera dejar de estar, ese mundo en el que no importa lo demás, solo tus pies y la música.

No me di cuenta cuando la canción terminó y le dio paso a otra, y así sucesivamente, no sé cuánto tiempo estuve bailando, solo se que cuando abrí mis ojos vi el reflejo de Facu a través del espejo, me estaba mirando y me sonreía, le devolví la sonrisa y me dirigí al equipo de música y le baje el volumen.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí?-le pregunté agitada.

-No mucho la verdad. Vine porque quería tirar unos pelotazos al arco, estaba aburrido.-Me respondió adentrándose a la habitación.

-Bien, yo ya me voy.-le dije y recogí mis cosas. El no respondió, solo asintió con la cabeza. Cuando llegue a donde estaban los demás, los encontré a todos cambiados y preparando sus bolsos.

-¿Dónde están las chicas?-pregunté dejando mis cosas en mi cama, me senté en esta, me saqué mis zapatillas de punta y masaje mis pies, luego me senté en el piso a estirar.

-Se fueron a comprar.-me respondió Tucu. Los demás me miraban con cara de sufrimiento.

-¿No te duele?-preguntó Guille. Negué con mi cabeza y cuando ya había estirado todos mis músculos me levanté del piso, Mati y Guille se dirigieron a la cocina, Enzo solo se recostó en su cama.

-¿Qué hora es Enzo?-le pregunté acercándome a su cama.

-¿No tienes tu celular?-me respondió en tono seco.

-Si, pero no tiene batería, anoche me olvide de conectarlo al cargador y ésta mañana lo estuve usando para escuchar música.-dije intentando sonar casual.

-Pues conéctalo.-

-¿Tanto te molestaría darme la hora?.-ya me estaba cambiando el humor. Su respuesta fue un encogimiento de hombros. Puse los ojos en blanco y conecté mi celular a su cargador. Fui hacia la cocina y allí estaba Mati desayunando, me sonrió y yo le devolví la sonrisa mientras me sentaba frente a él.

-Una pregunta, ¿Enzo es así siempre?-le pregunté, él se rió y asintió.

-Si, le cuesta expresarse, y más si es con chicas, de por si a nosotros nos costó que agarrara confianza. No ha tenido un lindo pasado, creemos que es por eso que es tan frío, pero una vez que lo conoces bien te das cuenta que es una gran persona, Facu es su mejor amigo, se conocen desde los cuatro años. Con Guille íbamos a otro instituto, y a los trece años nos cambiaron al mismo instituto que ellos, y allí nos conocimos y somos amigos desde entonces.-me respondió con un brillo especial en sus ojos.

-¿Hace cuánto tiempo se conocen con Guillermo?-le pregunté.

-Desde los siete años, cuando comenzamos primaria. ¿Y tú con Katy?-

-Desde que nacimos, nuestros padres eran amigos de la secundaria y siempre se juntaban y vivían al lado de mi casa, y desde siempre que somos inseparables.-le respondí sonriendo. Recuerdos de mi infancia jugando con Katt se me vinieron a la mente.

-¿A qué se debe esa sonrisa?-me preguntó divertido.

-Nada, solo recordaba cuando le robaba algún lápiz de color, solo porque ella tenía más que yo. Creo que nunca se dio cuenta.-me reí y él se unió a mi risa.

-¿De qué se ríen?-preguntó Agus entrando a la cocina con una bolsa de compras.

-Nada importante.-le dije parándome para ayudarla a guardas las cosas que habían comprado.-¿Qué compraron?-

-Leche, huevos, harina, esencia de vainilla, manteca y azúcar. Nachi tenía ganas de hacer una torta.-me respondió Dani entrando a la cocina.

-¿Qué pasó conmigo?-preguntó Nazarena entrando después de Daniela.

-Nada, ¿Alguna sabe dónde está Facundo?-preguntó mi mejor amiga levantándose de su silla, no sé en qué momento ingresó y se sentó.

-Está en la sala de práctica.-le respondí lanzándole una mirada pícara. Resulta que cuando me levanté ésta mañana y revisé mi celular, tenía un mensaje de ella diciendo que "Facundo era suyo".-¿Para qué lo quieres?.-

-P-para nada.-respondió nerviosa y se volvió a sentar.

-¿Te gusta Facu?-Le preguntó Tucu.

-¿Q-que? Noo, debo ir al baño.-salió casi corriendo.

-Okey, le gusta.-dijo Mati para el mismo. Miró la hora en su celular y abrió los ojos como platos.-Ya es tarde.-dijo y salió corriendo.

Yo lo seguí por detrás.

-Chicos debemos irnos.-le avisó a Facu y Guille que se encontraban pateando pelotas al arco. Ellos miraron la hora en un reloj que había en la pared. Entonces ahí hay un reloj...

-Mierda.-dijeron al unísono y salieron corriendo, me pasaron por el lado y rápidamente escuché como gritaron un "Adiós" y la puerta principal se cerró. Sí que eran rápidos. Me encogí de hombros y fui a la cocina donde estaban las chicas.

-Chicas, sé que no nos conocemos bien y todo, pero creo que nos podríamos llevar bien.-dijo Dani.

-Sí, me caen bien ustedes.-nos señaló Agus.

-Ustedes también.-dije sonriendo.

-Cambiando de tema. Dani, tú haces linda pareja con Enzo.-comentó Nachi.

-Ni loca, ese chico es muy engreído. Anoche lo estaba mirando y se dio cuenta y me dijo "No me mires tanto preciosa que si no me gasto".-dijo Dani haciendo comillas con sus dedos. Nosotras estallamos a carcajadas.

*Agus en multimedia*

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