Sueños.

Capítulo 14

CAPÍTULO 14:

Katya.

Me desperté alrededor de las 9 am. me dí un baño y me dispuse a preparar el desayuno, cuando ya estaba todo listo, fui a despertar a los demás, pero me encontré con que Facu ya estaba despierto, éste se encontraba recostado en su cama con su celular.

-El desayuno ya está listo.-le avisé.

-Ya voy. Oye Katu, ¿Estos dos no están como muy cariñosos para ser tan temprano?-me respondió/preguntó señalando a mi mejor amiga que se encontraba recostada en la misma cama que Guillermo, estos dos estaban muy abrazados, menos mal que no hacía tanto frío.

-¿Qué propones?-le pregunté al ver su mirada de malicia.

-Despertarlos a mi manera.-

-¿Y ésa sería..?-

-Ya verás.-

Lo seguí con mi mirada mientras se levantaba y se dirigía a la cocina, a los segundos volvió con una jarra de agua entre sus manos.

-Te van a matar.-le dije entre risas.

-Ya lo sé, pero vale la pena intentarlo.-me respondió antes de tirar el contenido de la jarra en sus caras. 

Mientras caía el agua, vi como poco a poco se iban despertando sin entender que es lo que estaba sucediendo, cuando reaccionaron y vieron lo que realmente estaba pasando, se levantaron tan rápido como un parpadeo, al mismo tiempo que Facundo salía corriendo, Lourdes y Guillermo iban tras de él tirando todo a su paso, yo no podía parar de reír. 

-Te voy a matar Roberto.-gritaba Guille mientras aumentaba su paso. Mi mejor amiga se frenó en su lugar al escuchar el mismo nombre que yo.

-¿Roberto? ¿Quién es Roberto?-preguntamos al unísono Luli y yo.

-Es el segundo nombre de Facu.-nos comentaba Tucu mientras se estiraba y largaba un bostezo.

Mi amiga y yo largamos una carcajada que se sintió hasta la casa de la otra cuadra. No podíamos parar de reír. ¿Roberto? ¿Enserio? Lo mataron pobrecito.

-¿Cuándo será el día en que me despierte y sea todo normal en ésta casa?-quejándose Enzo se levantó de su cama y se dirigió al baño.

-Buenos días para vos también.-le gritó Facundo a la vez que se tropezaba con el mueble del dormitorio, cayó al piso y al instante lo siguió Guillermo.

-¡Sanguchito!-gritó Luli tirándose encima de estos dos.

-Sigo yo.-dijo Agus (¿En que momento se despertó?) y repitió el mismo gesto que mi amiga.

Así se fueron sumando cuerpos, encima de ellos siguió Tucu, yo por supuesto, Nazarena y por último Dani.

-Salgan morsas.-dijo sin aliento Facu.

-No, estoy cómoda.-replicó Dani.

-¡Porque no tenes a nadie encima!-le grité haciendo un esfuerzo sobre-humano por intentar salir de entre medio de este improvisado sándwich.

-¿Y ahora que están haciendo?-suspiró cansado Enzo saliendo del baño.

-Ven, sumate.-le dijo entre risas Nazarena.

-No gracias, paso.-

-Aguafiestas.-replicamos algunos a la vez que desarmábamos la supuesta pirámide que habíamos logrado.

-Ahora sí, ¿podemos desayunar? tengo hambre.-dijo Guille mientras se sobaba el estómago.

-Cuándo no.-acotó Facu.

-Tu cállate, que todavía tengo cuentas pendientes contigo.-le amenazó.

Sin decir ni una sola palabra más, nos dirigimos todos juntos hacia la cocina, donde nos esperaban una deliciosas tostadas, mermelada y café con leche.

Al terminar de comer, los chicos se vistieron y nos invitaron a ir al centro comercial, no tardamos en cambiarnos y acompañarlos.

Al llegar fuimos directo hacia los juegos, cuando ya habíamos estado en todos, decidimos que era hora del almuerzo. Nos dirigimos hacia el pato de comidas y nos decidimos por comer en Mc Donal's. Tomamos un helado y cuando ya se hizo más tarde regresamos a la pensión. Había sido un día largo, pero hermoso. Mis compañeros y compañeras de casa son muy amigables y aunque todavía no los conozco del todo, se que nos vamos a llevar más que bien, y que va a ser muy doloroso pero a la vez emocionante cuando nos tengamos que ir uno por uno. Va a ser difícil tener que dejarnos, pero estamos acá por una causa y hay que cumplir nuestros sueños.