Capítulo 5

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CAPÍTULO 5:

Enzo.

Luego de que se fueran las insoportables chicas, me levanté de mi cómoda cama y me dirigí al baño, necesitaba una ducha urgente, ya que bueno, habíamos venido de entrenar.

Cuando estuve en la puerta del baño me di cuenta que estaba ocupado, Tucu se estaba bañando.

-¡Quiero ducharme negro!-le grité burlonamente a través de la puerta.

-¡Ya casi termino gringo!-me gritó de vuelta.

Mientras el terminaba, yo me dirigí nuevamente hacia la habitación para coger mi toalla y ropa interior.

-Ya está desocupado rubio.-me dijo uno de mis mejores amigos sentándose en su cama, sin decir ni una palabra me dirigí al baño y encendí la ducha. Cuando el agua estuvo bien para mi gusto, me adentré hacia ella dejando el agua caer sobre mi cuerpo y mojando cada parte de él.

Luego de que terminara de bañarme, me sequé bien y me coloqué mi ropa interior, salí del baño directo hacia la cocina, donde se encontraban los demás chicos. Vi la hora en el reloj, eran pasadas las 18:00pm y comenzaba a tener hambre. Abrí el refrigerador y encontré unos panqueques, los cogí y también el dulce de leche. Agarré una cuchara y me senté en una silla. Los chicos solo se dedicaban a mirar mis acciones.

-Bien, yo me iré a bañar.-dijo Guillermo saliendo de la cocina rumbo al baño.

-Yo quiero eso.-dijo mi mejor amigo robándome mi adorado panqueque enrollado con dulce de leche, al cual iba a darle un mordisco. Fulminándolo con la mirada, me dispuse a prepararme otro, el cual estuvo en mi estómago en menos de dos minutos.

Tucu solo nos miraba raro, encogiéndose de hombros, se dirigió hacia el cajón y sacó otra cuchara y la Nutella de la heladera. Se apoyó en la mesada y se dispuso a comer.

Estábamos los tres saboreando nuestras deliciosas comidas, hasta que ingresó Guille por la puerta con una toalla blanca envuelta en su cintura.

Sentimos unos murmullos provenientes desde la habitación, hasta que vimos a las chicas entrar por la puerta de la cocina. SANTA MIERDA! Cabe destacar que el único vestido era Facu. Tucu y yo estábamos en bóxer y Guille solo con una toalla.

Las chicas se quedaron paradas en la puerta con los ojos y la boca abierta a más no poder.

-Emm... Nachi, la cara está más arriba.-le dijo Tucu a Nazarena, ya que ésta no paraba de mirar su torso desnudo.

No tardó en sonrojarse y apartar la mirada de su cuerpo, dirigiéndola hacia el piso.

-Chicos... ¿SE PUEDE SABER QUE MIERDA HACEN DESNUDOS EN LA COCINA? ¡SE SUPONE QUE VIVEN CON CHICAS! NOSOTRAS NO ANDARÍAMOS EN ROPA INTERIOR POR TODA LA CASA, Y ¡MUCHO MENOS EN TOALLA!-Gritó Lourdes.

-No sería mala idea..-susurró Guille para el mismo, pero logré escucharlo. Mi carcajada retumbó por todo el cuarto, la cual fue seguida por Guille y Tucu que al parecer también lo había escuchado.

-¿Se puede saber que es tan gracioso?-preguntó una enojada Katya.

Nuestra risa aumentó y se unió Facu que ya hasta lloraba por el esfuerzo de haber contenido la risa.

-E-sque Gui-lle ddij-o que..-Tucu no pudo terminar la frase ya que no podía parar de reír.

-¿Qué dijo?-A Lourdes por poco y le salía humo por las orejas de la furia que tenía.

-Nada, no dijo nada. Nos vamos a vestir, ustedes se quedan acá.-Dije ya un poco cansado de tanto reírme, me dolía el estómago!. Los chicos sin decir ni una palabra me siguieron hasta la habitación, la cual se inundó de silencio y lo único que hubo fueron miradas pícaras entre nosotros.

Cuando ya estábamos los cuatro vestidos, nos dirigimos nuevamente hacia la cocina, en donde nos encontramos a una Daniela MUY furiosa, hasta le titilaba el ojo de tanto enojo.

-Lo voy a decir tranquila..-dijo mirándonos y suspirando, las demás chicas se colocaron detrás de ella, en sus caras solo se reflejaba miedo.- ¡¿QUIÉN MIERDA SE COMIÓ MI NUTELLA MALDITA SEA?!-Bien, no lo dijo tranquila, lo gritó.

-Menos mal que era tranquila, me imagino si lo hubieras dicho furiosa.-comenté. ¿Qué? Bien lo admito, me gusta la petiza, y más cuando se enoja. ¡Es muy tierna!

-No te metas rubio oxigenado.-Contraatacó.

-¿Quién me lo dice?¿Tú? Por favor, cuando estés a mi altura hablamos, literalmente.-Mi respuesta solo hizo que se enojara más.

-¡Bueno ya! Yo me comí tu Nutella si? Lo siento, pero la vi ahí y me llamó la atención, nunca la había probado.-dijo mi mejor amigo arrepentido.

-¿Nunca habías comido Nutella?-Preguntó sorprendida.

-Emm... nop.-contestó Facu resaltando la "P".

-Bien te perdono. Te entiendo, ésta cosa es irresistible.-JODER! No entendía los cambios de humor de ésta chica! Que bipolar.

-Bien, si ya estamos todos felices y contentos, mientras nosotras nos duchamos y todo, ustedes se van a comprar lo necesario para preparar la comida.-Ordenó Agus.

-¿Qué hay que comprar?-preguntó Tucu.

-Aquí tienen la lista.-Nos la entregó Lu.

-Bien, y ¿A dónde se compra todo esto?-preguntó Guille leyendo lo que estaba escrito en la hoja.

-En un supermercado duh!-Se burló Lu.

-No me digas inteligentontasa, Pero ¿A dónde hay un supermercado?-ironizó mi amigo.

-Ah, eso no sé, busquen ustedes.-le respondió, seguido de eso nos empujó a los cuatro hacia la puerta principal, la cual abrió y cuando ya estuvimos afuera, la cerró en nuestras narices.

Por suerte después de que se nos ocurriera doblar en la esquina derecha, a mitad de cuadra había un quiosco, el cual era atendido por un viejito. Lo que teníamos que comprar no era necesario comprarlo en un supermercado, sino que se podían conseguir en un quiosco. Lo que había anotado en la lista era:

-PAN.

-JUGO.

-SALSA DE TOMATE.

-DOS PAQUETES DE FIDEOS.

Cuando ya tuvimos todo, le pagamos al señor y haciendo el mismo recorrido que cuando veníamos, regresamos a la casa.

-Aquí está todo.-dijo Facu poniendo la bolsa sobre la mesa. Las chicas se encontraban charlando y dos de ellas tenían el pelo mojado, por lo que deduje que ya se habían bañado, Dani no se encontraba allí.

-Bien, ya puse el agua, apenas hierva pongo los fideos.-Explicó Agus mirando la hora en el reloj, el cual marcaba las 20:45pm.

-¿Dónde está la petiza?-Pregunté ganándome miradas pícaras de todos los presentes.

-Se está bañando niño rebelde.-Me contestó Naza pícaramente, rodando los ojos me fui hasta la habitación y me acosté en mi cama jugando con mi celular.

*Naza en multimedia*

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