¿Romeo y Julieta? un final no esperado

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Yo seguía nerviosa por lo de ayer. Miré a Chris ajustarse su traje de Romeo y no pude evitar sonrojarme.

-Esto...Me...Esta... Dejando sin aire...- dije refiriendome al apretado corsé que me habian puesto.

-Lo siento linda, pero así era la vida para las mujeres de antes- Dijo Mia disfrutando del sufrimiento de su mejor amiga. - Ahora, olvidate de que ese chico es tu ex novio.

-¡Hey! no estaba pensado en eso.

-¿ah, si? pues dicelo a tu cara- dijo poniendo un espejo frente a mi.

Bufé.

-Tema superado- le aseguró y ella se rie en mi cara.

-Claro.

-¡¡La obra esta por comenzar!!-chilla Harrison con desespero.

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-Los Montesco y Los Capuleto, las dos principales familias de Verona, son enemigas...

Se escucha una música de fondo algo perturbante y comienzan a aparecer en el escenario varios de los actores en papeles secundarios: La madre de Julieta, el padre de romeo y así hasta llegar a mi y a Chris.

-Pero, el verdadero problema comenzaba... Cuando Romeo, el hijo del viejo Montesco asiste enmascarado a una fiesta de disfraces en la mansión Capuletos, por interés hacia una muchacha llamada Rosalia que también asistiría a la mansión Capuleto esa noche.

-¡Bienvenidos seais todos, a las damas invito con sus ligeros pies a la danza con tan honrados caballeros! ¡Que la paseis bien!

-El señor Capuleto, luego de invitar a sus invitados a pasarla bien se da cuenta de la presencia de un invitado no deseado, un Montesco.-La señora harrison era quién narraba la historia.

-¿Quien es la hermosa chica del disfraz de ángel que va tomada de la mano de ese caballero? - dice romeo-Chris refiriéndose a mi o a Julieta, da lo mismo.

-Y el criado de Romeo le responde:

-No la conozco, señor.

-Benvolio y el señor Capuleto intentan averiguar si realmente es un Montesco el que está en su fiesta... Mientras que Romeo y Julieta...

- Los labios del peregrino son para rezar.

- ¡Oh, qué santa! Truequen pues de oficio mis manos y mis labios. Rece el labio y concededme lo que pido.

- El santo oye con serenidad las súplicas.

- Pues oídme serena mientras mis labios rezan, y los vuestros me purifican.

Se acerca para besarme y yo me pongo sumamente nerviosa. Finalmente lo hace y me susurra al oído:

"Qué difícil te será olvidarme después de esta obra, Julieta"

- E-n en.. mis labios.. queda la-la marca de vuestro pecado- tartamudeo nerviosa. Quería golpearlo por lo que me había dicho al oído ¿Acaso cree que no soy una profesional?

- ¿Del pecado de mis labios? Ellos se arrepentirán con otro beso. - y me besa de nuevo...

-Be-sas muy santamente... - Una sonrisa maliciosa se dibuja en su rostro y vuelve a hablarme al oído:

"Cuando soy romeo beso muy santamente, de resto..."

Yo iba a golpearlo, me estaba confundiendo, yo soy Julieta, es decir, soy Annabella, pero hoy no. O sea hoy si, hablo de que, la obra no dura todo el día pero... En este momento soy Julieta. Soy profesional. No me pone nerviosa.

agua y aceite.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora