Cap 39:El fin II

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El impacto me hizo cerrar los ojos impulsivamente, mi corazón empezó a latir a mil por hora y sentí el oxígeno escapándose de mis pulmones. Inhalé profundamente buscando calma, abrí la puerta y me dirigí nuevamente hacia el pasillo. Me vi obligada a callar mis intentos de huida y caminar hacia donde había escuchado el ruido. Este provenía de la cocina.

Mientras me acercaba lentamente a ese lugar con la pistola en mano un frío sepulcral fue bajando gradualmente por mi columna vertebral. Causándome múltiples escalofríos. La puerta se encontraba abierta por lo que se me hizo fácil el ingreso. Dentro me encontré con un panorama sin duda aterrador y traumante. A causa de la poca iluminación no lo pude notar hasta que sentí algo viscoso pegado a mis zapatos. Ilumine el suelo con ayuda de la linterna de mi teléfono solo para darme cuenta de que se trataba de sangre. Esta estaba esparcida por todo el suelo.

Un poco lejos de mi había un cuerpo recostado, al ver esto mi centro dejo de latir por un segundo. Me acerqué con repulsión evitando hacer mucho ruido hasta que lo pude ver más de cerca, era el cuerpo de Tyler, quien ahora yacía sin vida. Lo observe más de cerca y logre ver claramente dos orificios, uno en el pecho y el otro en la espalda. El de entrada y salida.

Había dado su vida por la causa.

En ese momento sentí como si alguien me estuviera apretando el cuello, los problemas me estaban asfixiando. Las lágrimas empezaron a acumularse en mis ojos, pero esta vez no las iba a dejar salir, no le iba a dar el gusto a Alisha de verme débil.  Ahora más que nunca debía vencerla. Debía vengar la muerte de mi padrastro.

Escuché pasos tras mío y ni siquiera quise girar, lo bueno es que eran los chicos del equipo quienes automáticamente tuvieron la misma reacción que yo. Me miraron como si yo tuviera la respuesta celestial que estaban esperando y luego solo se dedicaron a observar el cuerpo sin expresión alguna en sus caras.

-Tenemos un problema y creo que es mayor-Ashton cortando con la tensión.

El al verme así se acercó por detrás y me abrazo regalándome algo de su calor corporal.

- ¿Mayor que perder a un ser querido? -pregunte al borde del llanto, otra vez.
-Lo sé y lo siento mucho, pero quedándonos aquí nunca encontraremos a Ginebra-confesó rascándose la cabeza de manera nerviosa.
- ¡Que! ¿En qué momento desapareció? -pregunte adoptando ahora un tono frenético.
-Tenía miedo y se quedó atrás- Anne ayudándolo.

Suspire y evite enojarme. Lo importante ahora seria encontrarla y prepararnos. Pronto estaríamos en problemas más grandes.
..

Una vez que Ginebra se sintió mejor empezó caminar por la casa tratando de descifrar el camino por el que había llegado o por lo menos ver a alguien conocido. Se había alejado lo suficiente cuando escucho el disparo que logró erizar su piel. Encontró un escondite, en la habitación de Alisha. Justo debajo de su cama. Se mantuvo allí hasta que el silencio y la calma volvieron a aturdirla. Tenía miedo, eso era obvio, pero sabía que debía salir de allí rápidamente.

No tuvo mejor idea que salir de allí corriendo y llegar al lugar de los demás. En menos de dos minutos
...
No sabíamos cómo íbamos a hacer para hallarla en un lugar tan grande. Hasta que repentinamente la vimos entrar al comedor con la respiración agitada. No pudimos preguntarle cómo o donde estaba porque otro disparo se escuchó, esta vez más cerca de nosotros.

Giré para la izquierda y pude ver a mi gemela malvada con una pistola, había disparado a la pared solo para asustarnos. La mire y la batalla dio por iniciada.

Todo sucedió tan rápido.

Esta fue como una partida de ajedrez donde se encontraban dos equipos: el blanco, en este caso encabezado por mí, Emily. Y el negro, capitaneado por Alisha. El primero ataco primero, uno de sus peones se movió y mato a uno del enemigo. Era la oportunidad de ataque del segundo y como buen equipo no la iba a desperdiciar. Una pieza cambio de posición intentando derribar a la enemiga, pero esta era más rápida y se le adelanto 

Lucha entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora