Cap 25: Tormenta

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La noche fría había pasado dejando un cielo bellísimo prácticamente sin nubes y bastante cálido. El chico se despertó con el cuello entumecido, cubierto de hojas y con algunas bellotas en el cabello.

Tenia frio y se dio cuenta de que ese esa ya su tercer dia viviendo como un nómada, transportándose de un lugar a otro en busca de comida. La barba crecida y su cabello despeinado delataba su vida libre de lujos. Estaba cansándose de la crudeza.

Casi a punto de resignarse se sentó, ahora, en un espacio en donde el sol le pudiera dar en la cara y calentar su frío cuerpo. Mientras comía las nueces y un poco de agua que se había traído consigo antes de venir intento recordar detalladamente la planeación de este tan descabellado plan.

Flashback:
Desde que era pequeño tenía unas cuantas misiones en la vida que eran: Ser diferente que su padre, ser una buena persona, enamorarse y ser feliz.

Su infancia y gran parte de su adolescencia había sido muy traumática. Ya que saber que la poca familia que le quedaba y tu única amiga eran secuestradores le era difícil de aceptar.

Después de intentar escapar unas cuantas veces de casa para comenzar una nueva vida de cero y ser atrapado continuamente decidió rendirse. Más la vida le dio otras bastantes oportunidades de irse y vivir su vida libremente.

La última vez fue la peor puesto que estaba solo en casa. Ese era sin duda el escape perfecto, nadie lo sabía y no se enterarían hasta bastante después. Funcionaria de seguro, si lo habría pensado más.

En un acto de improvisada valentía salió solo con lo puesto. Estuvo interno en el bosque solo dos días, hasta que, con frío, hambre y perfectamente "arrepentido" volvió a su casa y no se animó a volver a intentarlo.

Esto cambio cuando Emily llego a su vida como un abrazo cálido en medio de la nada. Aquel chico rebelde que vivía permanentemente en el ojo de la tormenta se convirtió en alguien decidido y dócil a quien le empezaron a demostrar cariño.

Eso era muy extraño para él y quizá fue una de las razones por la cual había decidido hacerlo. La dependencia que empezó a crear para con esa sonrisa de perlas blancas que solo ella poseía era demasiado para que el que pudiera soportarlo.

Ella le mostro el otro lado de la moneda. Se dio cuenta de que la vida no era completamente sufrimiento y que esta era buena. Llena de personas dulces, actitudes y sobre todo amor.

Él pensaba que nunca le iba a pasar, sin embargo, se terminó enamorándose poco a poco de Emily.

La deseaba en todas sus formas, sonriendo o enojada. Amaba su buena actitud frente a los problemas. Simplemente lo cautivaba y lo incentivaba a mirarla y cuidarla. Aunque en el fondo sabía que era muy valiente quizá más que él. Pero eso fue lo peor que podría haber hecho, ya que ella no demostraba sensibilidad o si quiera algún sentimiento concreto hacia él.

Le brindaba de vez en cuando señales corporales involuntarias de cariño. Cuando se daba cuenta se esforzaba con todas sus fuerzas en negarlo completamente, cambiando de tema o dejando de hablar sobre eso. Ayudarla a escapar de las garras de su padre fue la oportunidad perfecta para rehacer su vida, pero sin querer se metió en más problemas de los que ya tenía.

Lo bueno era que nunca más tendría que enfrentarlos solo. ¿O sí?

En la cabaña de Keira sus sentimientos encapsulados salieron disparados como una gaseosa batida cuando la vio tan vulnerable. Indefensa. Con la mirada perdida en el horizonte como si la lluvia tendría las respuestas que tanto necesitaba.

Su corazón pedía a gritos que la abrazara por detrás, la refugiara entre sus brazos y que le dijera que todo iba a estar bien. Sin embargo, él sabía que no iba a ser bueno pues susodicha podría enojarse o ponerse histérica. No necesitaba más estrés en esos momentos.

Tomo valor y toco su hombro. Emily se dio vuelta con la mirada fría y desconcertante que se dibujaba en sus ojos rojos por tanto llorar. Se miraron por un par de fugaces segundos y ella se levantó para bajar las escaleras en busca de comida.

Él pudo notar el dolor que cargaba en su joven alma. No era justo lo que le estaba pasando. Quería ayudarla como fuera.

En ese momento aprovechó la soledad para salir al balcón que tenía la habitación. Encendió un cigarrillo que siempre llevaba en la solapa de su camisa, en caso de necesitarlo. Y mientras se lo llevaba a la boca se dedicó a mirar el paisaje sin pensar absolutamente en nada.

Era una practica que había adoptado para situaciones en las cuales se veía avasallado.

Lo apago a los pocos minutos, cuando cayó en cuenta de que el daño que estaba recibiendo su cuerpo era demasiado y que nunca sería el mismo de antes.

Entro y se sentó en su cama nuevamente hasta que Em subió unos minutos después y se sentó al frente del disculpándose por su distante actitud. Colocó su mano encima de la suya y le contagio un poco de su calor.

El chico no pudo contener sus instintos carnales y la beso. Para su sorpresa no se apartó, sino que lo profundizo. Continuo con su demostración de amor, hasta que la vio mirándolo. Esos faroles escondían algo.

¿Como podía conocer ese secreto?

Ella lo miro insegura y él le dio todo lo que necesitaba. Pero en vez de dejarlo para después decidieron continuar con los besos. Saciaron su sed de la piel del otro, mientras se hacían compañía de la mejor manera.

Cuando el sol salió dando inicio a un nuevo dia él se despertó y encontró a la chica durmiendo como un ángel sobre su pecho. Cuando las imágenes de lo que habían hecho la noche anterior inundaron su mente se sintió sumamente culpable y muy arrepentido. Fue entonces cuando decidió salir de la cama y dar un paseo matutino por el bosque.

Allí fue donde pensó que la idea de escapar era fantástica y no midió las consecuencias. Siempre había estado dando vueltas por su mente y ahora finalmente la escucho.

La idea de poder construir una nueva vida sin ningún problema le alegro el dia. Quizá lo haría alguna vez, pero necesitaba bastante coraje.

Fin del Flashback

Seguía en el mismo lugar que por la mañana, ahora ya había empezado a oscurecer dejando un hermoso cielo color naranja perlado. Otra vez se encontró pensando en qué era lo que de verdad quería para su vida. Por primera vez desde que esto comenzó se sintió mal por no pensar realmente en las consecuencias de sus acciones.

Estaba realmente confundido y tenía mucho sueño. Así que, cubriéndose el pecho con una manta, se durmió cómodamente. Como si de una cama King Size se trataría.


Hola. Solo pasaba aqui para saludar.

Recuerda que tengo un segundo libro que se muere por ser leido por ti, si por el/ella  bello/a  lector/a que esta detras de esa pantalla.

Gracias por todo, besitos.

.LadyTerca.

Lucha entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora