Cap 32: Encuentros equivocos

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Apenas Ginebra regreso a su habitación de hotel y pudo verla en su totalidad quedo fascinada con el estilo de vida que se llevaba en los Estados Unidos. El lugar era pequeño, pues la cantidad de dólares que tenía en sus bolsillos no era demasiada. Aun así, la simple idea de tener un techo sobre la cabeza, poder dormir cómodamente o tener comida caliente todos los días; se le hacía extrañamente curiosa.

Era increíble haber conocido a una persona como ella, tan diferente a mí. En el poco tiempo que estuvimos charlando pudo enseñarme algunas cuestiones que discernían considerablemente a lo que estaba acostumbrada. Me estaba enseñando otra visión de la vida.

Yo después de despedirla camine hacia mi cuarto y sin intentarlo demasiado me quede dormida. Tenía vendas por todos lados y me percibía bastante débil. Me dolía el cuerpo y también el corazón por lo que esa me pareció una buena opción.

No queria estar sola esta noche por lo que acepte que Ashton se quedara a pasar la noche en la habitacion de invitados, recién habia vuelto al país y no tenia un lugar donde quedarse.

..

El chico mientras tanto se mantuvo sorpresivamente callado con respecto a todo lo que en estos locos días había sucedido. Sus ojos se cerraban a causa del cansancio, pero en su mente solo estaba una persona y sabia que debía hablar con ella pronto. La culpa era muy pesada e insoportable de llevar.

Era media noche, un horario irrespetuoso para molestar, aunque la presión evitaba que pudiera dormir en paz. Así que juntando valor y caminando en silencio llego adonde la chica en cuestión se encontraba en ese momento. Toco a su puerta y al no recibir respuesta alguna decidió abrirla suavemente. Vio su cuerpo recostado y sin pensar empezó a hablar:

-Quería explicarte la razón por la cual desapareci, necesito disculparme por mis acciones.Nunca quise causarte tanto dolor.

Al principio Emily no contestó y eso hizo dudar al chico de si en verdad estaba escuchándolo.Movió su hombro suavemente dándose cuenta de que estaba profundamente dormida, quizá era mejor así.

El habia ensayado con lujo de detalle todo lo que le quería contar, desde el ocurrido en casa de Keira hasta aquel momento. Pero se dio cuenta de que aunque ella fuera a comprenderlo sería imposible que quisiera perdonarlo. Por eso desistió de su plan, yéndose desilusionado.

Se retiró de su habitación sintiéndose cobarde,no solo por irse sino por no atreverse a contarle la verdad de la situación. Ese tiempo a solas le había servido para darse cuenta de sus prioridades.Estuvo solamente con él y esto lo ayudó a fortalecerse interiormente. Dándose cuenta de lo mucho que le importaba aquella joven que había conocido en tan atropellada situación.

Debía comunicarle sus sentimientos. Más no sabía cómo.

En ese momento y antes de retirarse a la cama decidió pedirle consejo a su amiga sobre este tema un tanto tabú.

No espero más y la llamo por teléfono. Para este momento eran ya la una y treinta de la madrugada.

Se coloco el teléfono en la oreja y espero hasta el tercer timbre, solo ahí oyó su voz.
-¿Que necesitas a esta hora?- pregunto bostezando.
-Disculpa que te llame tan tarde, pero necesito un consejo -replico el chico ilusionado.
- ¿No pudiste esperar a que amaneciera? -indagó la chica disgustada.

-Esta bien, te ayudare- continuo.

Ginebra se sentó sobre la cama y poniendo elcelular en altavoz lo empezó a ayudar con su plan de acción.

Lucha entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora