Cap 18: El misterioso destino y sus vueltas

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Con la cabeza sobre un gran libro y un vaso de agua en un lado termine derrotada en algún momento de la larga noche. La información era basta, pero nada lo bastante coherente como para sacar algún tipo de conclusión. Intentamos unir las opiniones que teníamos con lo que internet decía para de alguna manera lograr armar algo conciso. En cambio, obtuvimos ideas inconclusas que no nos llevaban para ningún lado.

En algún momento quede profundamente dormida, de esto me di cuenta cuando me acomode. El cuello me dolía un montón por culpa de la posición extraña en la que había despertado. A mi lado yacía Ashton con los ojos cerrados y super relajado.

Se veía tan tierno dormido, su cabello y su cara se veía tan linda en esa extraña posición.

En seguida me reproche aquellos sentimientos que estaba demostrando, debía ser sincera conmigo misma. La relación que tenia con ese chico era complicada, ya que en sus genes y crianza estaba la violencia. Temía enamorarme de el por miedo al daño, pero sentía tanto a su lado. Su sonrisa era capaz de desempañar cualquier dia nublado. Por otro lado, tenía algo con Matthew.

Estaba en medio de un triangulo amoroso, de esos que se ven en televisión. Solo pensar en eso hizo que me reirá.

..

Cuando abrió los ojos se percató de una molestia proveniente de su espalda. Esa era una de las secuelas de quedarse una noche completa enganchado en la computadora. Giro su vista en busca de su amiga y al ver que no estaba allí se encontró un poco extraño, como si ella me pudiera hacer realidad aquel sentimiento que nunca pudo recibir.

Amor.

A la chica le gustaba alguien más y esa era una realidad a la cual tarde o temprano se tenía que acostumbrar. Aunque sabía que cuando él le abrió su corazón, le había correspondido. Esto lo hacia sentirse realmente confundido.

Se levantó de la cama antes de que los sentimientos atorados que tenía desde hace algunos años empezarán a fluir como si de un caño abierto se tratara. Necesitaba pensar con detenimiento en lo que estaba realmente sucediendo dentro de su vida, temía que si no lo hacia ahora podía lastimar a alguien.

Salió de la habitación sin pensar en sus movimientos y antes de irse se preparó un sándwich por si le llegaba a dar hambre en el paseo, lo envolvió en una bolsa plástica. Camino hasta la puerta y el cerro suavemente para que nadie se enterara que se había ido. Lo último que quería era tener que dar explicaciones.

Empezó a moverse sin un rumbo predeterminado, solo quería distenderse de su realidad que cada vez ajustaba mas la soga sobre su cuello.

El clima era fresco y perfecto para un paseo matutino.

Se salió de la senda principal cubriéndose de arboles por todos lados. Pronto quedo fascinado por la cantidad de vegetación y animales que podía encontrar por esta zona. Comenzó a caminar haciendo un curioso ruido al golpear sus zapatos contra las pequeñas piedras del suelo. Camino por alrededor de una hora hasta que el camino de asfalto desapareció y el verde se amplió.

Allí decidido tomar un descanso, se sentó bajo la sombra de un árbol y comenzó a comer lo que había preparado antes de salir. Todo en ese lugar era pacifico. Eso ayudo bastante a que pudiera ordenar sus ideas.

Estaba realmente triste porque le había ocultado a Emily parte de la verdad. Volver a ver a su aliada de la infancia desato en el recuerdo que consideraba olvidados.

Flashback:

Corría el año 2010 cuando no era más que un pre adolescente de doce años criado solamente por su padre. Su madre los había abandonado cuando él tenía solamente dos. Desde ese momento Hunter había dado todo de sí para criarlo bien y ser madre y padre al mismo tiempo. Aunque su hijo no lo consideraba así.

Para el siempre había sido una vergüenza de persona, malvado y peligroso.

A pesar de eso siempre fue un niño rebelde que escapaba de casa o del colegio y se iba de aventuras por lugares recónditos donde ningún niño de esa edad se atrevería a visitar.

Esa mañana de sábado se había levantado tan temprano que pillo casi de sorpresa al amanecer, preparo una mochila con las cosas necesarias para un día en la montaña: agua, algunos víveres, toallas húmedas y un botiquín de emergencia

Se colocó una campera de invierno e irrumpiendo con el perfecto e inmutable silencio al abrir la pesada puerta de madera que separaba la casa de la calle, se fue. Subió a mi bicicleta roja gastada de tanto uso y pedaleando con mucho esmero se encaminó a la aventura/peligro.

El camino le fue ameno ya que se lo conocía de memoria y el fresco viento de la mañana lo incentivaba a seguir, hasta que por fin llego. Dejo su vehículo al pie de la montaña junto con algunos autos y siguió el resto del viaje a pie.

Cuando había subido hasta una buena altura se sentó a descansar y en el minuto donde estaba buscando un buen lugar con sombra logro divisar a unos veinte metros a una niña que parecía de su misma edad. Ella estaba sentada en una banca y parecía perdida, por lo que Ashton se acercó a preguntarle si estaba bien:

-Hola- saludo llamando su atención.
-Hola-contesto la niña tímidamente.
-Estas bien?, ¿necesitas ayuda? -pregunto serio.
-No del todo. Creo que tu colaboración me vendría bien-contesto ella sincera.
El solo sonrió y se sentó a su lado.

Tenían muchas cosas en común. Le contó que se llamaba Alisha, tenía diez años y era huérfana. Vivía con su tía y se desenvolvía como una niña más grande, por lo cual le había sido fácil encontrar trabajo. Hacia algunos trabajitos en la calle, como limpia botas y con eso se ganaba el pan de cada día.

Desde ese día no la pudo olvidar, pero lo que no se imaginaba era que el destino los volveria a unir muy pronto.
...

Cuando llego la hora del almuerzo y éramos solo cuatro personas empecé a preocuparme. Ashton había desaparecido sin explicaciones. Pensé que quizá estaba dando un paseo, sin embargo, me sentía culpable de dejarlo irse solo. Últimamente se veía triste y temía que no quisiera regresar.

Aproveche la oportunidad de buscar leña para salir a su encuentro. Eran ya las cinco de la tarde, en una hora comenzaría a anochecer por lo que tenia que apresurarme. Seguí el asfalto y lo único que encontré fueron árboles, frío, oscuridad y algunos mapaches que intentaron morderme, pero ninguna señal de vida. Empecé a retroceder volviéndome lentamente. No obstante, algo me obligo a detenerme.

En un árbol encontré un retazo de la remera de Ash. Era la misma que llevaba la última vez que lo vi.

Un vasto sentimiento de miedo se apoderó de mi mente. Lo único que me importaba era encontrarlo.

Wow!,este capítulo fue verdaderamente  inesperado verdad?. Me costo pensar en una buena idea hasta que finalmente di con una.
Que pasara ahora ?

.LadyTerca.

Lucha entre dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora