Wine

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El paso del invierno me ha entumecido, Damon sabe que soy este tipo de persona que se deprime y no sale de la cama por días enteros.

Mientras la paso dibujando y durmiendo el sale de aquí a divertirse o lo que sea.

Decidimos llamar G-Bitez a estos pequeños cortos que he estado animando, también la idea de "19-200" está transformándose en algo real, con todo y eso, no estoy satisfecho.

Cass me ha obligado a salir de estas paredes que me asfixian, entre apneas no he podido negarme.

Es reconfortante sentir el aire helado, es reconfortante sentir que aún estoy vivo.

Desde aquel día cada respiración se siente como una ráfaga de aire y vidrios que corta mi interior, extrañamente se siente bien, se siente más real de lo que soy.

Las horas pasan rápido, Cass ríe muy fuerte y yo trato de reír también, pero ¿cómo lograrlo?

Hay una espina que Damon trató de sacar de mí, trató de tapar la herida, pero no lo logró del todo.

La espina se hizo pedazos y lastimó un poco más, le gradecí con una sonrisa y de vuelta recibí una bofetada, él no está feliz ya.

Está bien que se sienta en descontento con todo lo que soy justo ahora, está bien que salga de vez en cuando, Damon no es el tipo de persona que espera, yo lo sé.

De vuelta a casa luego de pasar a comprar cosas que necesitaba para seguir trabajando, encuentro todo vacío y ese aroma que supuestamente era solo para mí.

Incluso la tormenta no es lo suficientemente fuerte para detenerlo.

El sonido del banco saliendo para crearme un lugar frente al piano y el corcho siendo escupido de la botella de pronto parecen ser los únicos sonidos en el mundo.

Por cada trago agridulce un sentimiento distinto viene a mi mente y mis dedos retozan un rato con Bach.

-Mierda...- la botella resbala de mi mano izquierda derramando un poco de líquido sobre las teclas.

La cocina no queda tan lejos.

El baño tampoco.

Esas pastillas también resbalan por mis manos.

¿Cómo irá a ser el futuro?

¿Rocky y Denholm tendrán a su padre vivo lo que resta del año?

Esa extraña sensación de ser cortado por un vidrio delgado de pies a cabeza vuelve con la siguiente bocanada de aire.

Crear sonidos es muy similar a crear figuras.

Todo sale desde mi cerebro convertido en olas de algo que sé que siento pero no puedo explicar cómo quisiera.

Comprendí que las palabras jamás han sido lo mío, un lápiz y papel hacen el trabajo constantemente, pero ahora todo esta tan acelerado que me he quedado mudo y mis manos se entorpecen cada que intento dibujar algo.

El vino y seguramente las pastillas comienzan a calmar mi enfado, sí, estoy enojado... quisiera tener a mis hijos de vuelta, pero sobre todo, me encantaría escuchar lo que sea que Damon tiene que decir.

Lo que sea, puede decirme lo que sea... lo que sea será más reconfortante que su estúpido silencio, cualquier cosa será mejor que esperarlo días enteros en este lugar helado del que no hay una salida.

Antes de darme cuenta, el candelabro de la sala parece sacudirse, el último trago que sabe a nada me hace querer arrastrarme a la cama, pero no puedo, no tengo fuerzas suficientes como para siquiera levantarme del banco.

Estoy hecho de cera y vino.

Una masa de color repugnante y vomitivo.

El espejo me muestra lo que más temo... tal vez ya no soy atractivo.

Damon se cansó de mis ojeras y mi poco color.

Damon busca.

Damon encuentra.

¿Dónde habrá encontrado lo que me falta?

Si mi esfuerzo un poco más podré llegar a la cama.

Huele bien, huele como al sueño que tuve junto a él.

Huele a su piel tibia y sus labios rosados de lujuria y miel.

Huele a que mis esperanzas se están quemando en mi propio fuego, como si fueran polillas acercándose y muriendo por la luz y lo atractiva que les parece.

Qué extraño encuentro todo esto.

Jamás pensé que Damon Albarn fuera capaz de matarte sin siquiera mirarte.








-Damon Albarn es un hijo de puta si ustedes me permiten decirlo... si no me lo permiten de todos modos pienso que lo es y lo seguirá siendo por un buen tiempo.

La hermosa decadencia... ohhh... hermosa decadencia.

Me encuentro yo misma en un estado deplorable, no cerca del suicidio pero si contemplando ir al terapeuta de una vez por todas, igual y me dice que deje de escribir tanta mariconeria y eso se vuelve mi salvación... incluso si mi abue bajara del cielo a decirme que deje de escribir mariconerias no lo haría... pero no le digan a nadie.

Me gusta escribir desde el punto de vista de Jamie, lo siento muy real, incrustado en mis huesos por decirlo de algún modo.

Gracias por seguir aquí, me gusta que les guste, mi escape por lo menos les entretiene.



¡Nos leemos en la próxima!



-G

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