Yuri Katsuki es un joven de 19 años, nada
relevante de su vida a excepción de algo pequeñito pequeñito, pero muy importantito... Él puede ver el color del corazón de las personas; y no es porque él sea algún mago, o practique brujería, desde que es...
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Un acercamiento mas profundo
-Maldito Victor, como se le ocurre dejarme aquí!, ¿Y si alguien me ve? ¿Y si un profesor me ve? Pero eso es lo que no piensa el viejo teñido ese-Victor!-grite-
-Hey! No andes gritando-dijo por lo que supuse era un Profesor, voltee a verlo-
-Lo siento-dije-
-¿Por qué no estás en clases?-me miro de pies a cabeza- no pareces estudiar aquí.
-Estaba buscando a un compañero que vino conmigo de Intercambio-mentí-
-Entonces debe ser el Señor Otabek Altin-dijo- bien sígame joven..
-Plisetsky, Yuri Plisetsky- me siento como un estúpido-
-Bien, por aquí-me llevo por el camino más largo que pudo ese anciano- disculpe Profesor Yuusho, necesito al Joven Altin-esta mentira me costara demasiado cara vi como del salón salía un joven alto, de cabello oscuro, era algo moreno-
-Gracias, ¿Señor Altin-dijo el anciano- conoce a este joven?-Rogué a Dios que me ayudara, ese tal Otabek me miro de pies a cabeza-
-Sí, es mi amigo Yuri Plisetsky -abrí los ojos, tanto que me comenzaron a doler los párpados, Dios escucho mis plegarias.-
<<Dios es bueno todo el tiempo, Todo el tiempo Dios es bueno>>
-¿De dónde lo conoce?
-De Rusia-dijo Otabek, a lo que yo no dejaba de temblar y sudar frio-
-Pero usted es Kazajo
-Viví en Rusia un tiempo, su abuelo era el Predicador de la iglesia a la que iba junto a mi padre-algo se encendió en mi cuando menciono a mi abuelo, mi Ángel que no estaba más conmigo, desvié la mirada intentando ocultar mi cara de sorpresa-
<<soy fuerte no empezaré a mostrarme débil ahora>>
-Bien -dijo ese estúpido prefecto- asegúrese de llevarlo a dirección para su papeleo-sin más se fue dejándonos solos-
-Gracias-dije-
-¿Qué haces aquí?-dijo serio-
-Venia con alguien pero se fue-dije mirándolo-
-¿Tu abuelo sabe que estas aquí?-maldición no deja de mencionarlo-
-No lo sabe-dije entre dientes-Y quizá nunca podrá saberlo, gracias por todo-me fui corriendo de ese lugar, estaba molesto, estaba cansado, estaba solo, una vez más me hicieron ver lo débil y solo que estaba.-
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