• CAPÍTULO XII •

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N/A: La obra en la imagen de multimedia es de San Sebastián (una insinuación de lo que estará por suceder en este capítulo...)

N/T: asdfghfdjskfdsklafhjdkslahfjkdslahfjdksnjdk 

Capítulo dedicado a: Free_Bravery , xBiebsL4rry_ , Vianey_Clifford thxharryscockk y ashtinencia

     El bosque de Warwick era oscuro y enorme, tan desconocido como el fondo del mar. Sin embargo, en su retorcido puño de ramas, estaba la clave de la culpabilidad o la inocencia de Louis.

     El octavo volumen del Bulletin de l'Académie Imperiale de Médecine.

     Harry tenía que encontrarlo.

     Si de la sexta a la novena página el periódico estaba intacto, eso significaba que Louis no había provocado el incendio. Si estaban arrancadas era casi seguro que lo había hecho. 

     Era el amanecer. Harry había traído consigo tiras de cinta para atarlas a los árboles, de esa manera él no se perdería. 

     Caminó durante horas tratando de volver sobre sus pasos desde la noche de la tormenta, pero lo único que recordaba era la capa roja de Louis que flotaba con el viento. 

     Harry saltó sobre un tronco y se encontró con un montículo de tierra que le pareció familiar. Era una amplia madriguera de zorro, solo parcialmente visible. 

     Se arrodilló y apartó las hojas y ramitas muertas. 

     Mientras miraba al interior, una pequeña y peluda cabeza se asomó. 

          —¡Oh! ¡Perdóneme, Señor Zorro! Madriguera equivocada. 

     El animal inclinó la cabeza y le dirigió una mirada astuta, no muy diferente del duque de Warwick. Harry estaba tan encantado con la criatura, que extendió la mano para acariciar su pelaje. Y, no muy diferente de Louis, el pequeño demonio le mordió.

          —¡Auch!

     Terminó su búsqueda poco después. Era casi mediodía y no estaba yendo a ninguna parte. Se dirigió a su dormitorio para prepararse para el evento deportivo de la tarde: Tiro con arco.

     Cuando entró en sus aposentos y se quitó los guantes de piel de becerro, notó una nota en el suelo que alguien había deslizado bajo su puerta.

Reúnase conmigo en el jardín.

     La respiración de Harry se aceleró. Leyó y releyó las cinco palabras una y otra vez. Reúnase conmigo en el jardín. Reúnase conmigo en el jardín. Reúnase conmigo en el jardín...

     Fue hacia el espejo y acomodó sus rizos. Su corbata se había soltado en su caminata, así que la volvió a atar y añadió un broche de perlas para un toque decorativo.

     Luego se precipitó por la gran escalera y cruzó la rotonda hasta el salón. Abrió las puertas francesas y se adentró en el jardín sin flores, escudriñando el enebro por el familiar destello de rojo. 

     No había nadie ahí.

     Entonces, sintió un golpecito sobre su hombro.

     Se giró y su expresión decayó. 

Victorian Boy » larry stylinson | Traducción OficialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora