Victorian Boy » larry stylinson | Traducción Oficial

• CAPÍTULO XVI •

Capítulo dedicado a: 

HarryTopsstylinson , prettyhazz7u7 , -chittaphrrrr , ReginaStylinson , 

MaylinDalguerre , SunshineFab , louisstaken y _5guys_1D 

"Aquí no se trataba del espino inclinándose hacia la madreselva, sino de la madreselva abrazando al espino."

—Emily Brontë, Cumbres Borrascosas

♞ 

     Harry no podía dormir.

     Se quitó las mantas y abrió las ventanas. El calor era insoportable, Louis quemaba dentro de él como una fiebre que no daría tregua.

     Cuando se dejó caer sobre la cama, sintió algo debajo de su almohada.

     Un sobre.

     Rompió el sello de cera y echó un vistazo adentro. Contenía las estampillas que Louis había recuperado de su madriguera esa mañana. Las Penny Rojas perforadas eran tan brillantes como el abrigo rojo de Louis, sus bordes eran afilados como los dientes en una corona. Harry estaba maldiciéndose a sí mismo por no tener otra razón para volver a la madriguera, mas no todo estaba perdido, al menos ahora sabía que se encontraba al oeste de los establos. Intentaría regresar de nuevo en la mañana. 

    Había algo más. Louis le había escrito una nota en un papelito. En la caligrafía apresurada del duque, habían dos palabras:

«Amor mío»

     Harry sintió que todo su cuerpo levitaba. Sostuvo el pedacito de papel contra su pecho. Era lo más cercano a una carta de amor que alguien alguna vez le había enviado. Amor mío. Él era el amor de Louis, a quien el duque más quería por encima de cualquier otra persona. 

     Lo leyó una y otra vez, siguiendo con su dedo los ásperos trazos de la pluma. 

     Amor mío.

     Besó el pedacito de papel y lo puso sobre su almohada alisando con su mano el espacio vacío a su lado.

    Amor mío.

     ¡Oh, como anhelaba estar junto al duque! ¿Podría ir a su alcoba? ¿Qué diría? Louis le dijo que dejaba la puerta de su dormitorio sin seguro. Sonaba como una invitación, pero ¿y si Harry había entendido mal?

     Necesitaba una razón para ir con él. Ya le había deseado una buena noche. Le echó un vistazo al sobre. ¡Podía agradecerle por las estampillas! 

     Harry se sentó ante su reflejo. Se pasó un peine de plata por los rizos y se aplicó un poco de agua de rosa en el cuello y las muñecas. Pellizcó sus mejillas para hacerles brillar, y se mordió los labios para hacerlos llenos y rojos. Su camisón sin forma, con su cuello y puños arrugados, era tan excitante como las cortinas de su madre, pero no tenía otros tipo de camisa para dormir. Se desabrochó la cinta alrededor de su cuello. Esto tendría que ser suficiente.