3. ¿Estaré loca?

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-Camila despierta que ya es tarde -Al igual que la mayoría de los días me despierto escuchando la linda voz de mamá al pronunciar mi nombre una y otra vez. Me quejó haciendo un sonido acomodandome entre las sábanas mientras escuchó sus pasos cada vez más lejos retirándose de mí habitación sin decir más nada.

-Despierta de una vez que se hace tarde-Esta vez mamá alza un pco más la voz al entrar de nuevo a mi habitación, doy la vuelta en mi cama para seguir durmiendo a pesar de que sé que no se rendirá pero mi fuerza de voluntad es nula como para poner un pie fuera.-¡Mierda Camila que te levantes te digo, que se nos hace tarde!- Ella grita ahora frustrada y alterada, asi que finalmente decido decir algo.

-¿Tarde para qué? Si comienzo las clases mañana. Dejame dormir tranquila, por favor-Ruego aún en la cama de espaldas a la puerta y sin abrir los ojos.

-Te dije que hoy comprariamos lo que falta para la secundaria.

-¿Tengo que ir contigo necesariamente?- Pregunto con cansancio en mi tono de voz.

-Si Camila. Esto es para ti, ahora deja la pereza y empieza a alistarte.

-Lamento informarte, mamá pero lo perezosa esta en mis genes -Digo al ver a mi papá pararse en el marco de la puerta aun somnoliento y en medio de un bostezo.

-Deja la tontería y anda a alistarte- Finalmente sale de la habitación por tercera vez en la mañana.

Me levanto de mi cama y voy al baño que se encutra al lado de mi habitación, al terminar de hacer mi necesidades y todo mi aseo personal que implica un baño de aproximadamente unos veinte minutos. Salgo del baño y entro nuevamente en mi habitación para empezar a vestirme, busco ropa que aún está en las maletas, sacó una blusa de tirantes rosa pastel junto un Blue jens y unos tenis blancos.

Procedo a peinar un poco mi cabello lleno de nudos como un nido de pájaros, lurgo coloco un poco de perfume en mi cuello y muñecas, quedando lista para salir de la casa, bajo las escaleras caminando hacia la cocina para deleitarme con unos de los ricos desayuno de mamá.

-Hola papá -Me acerco a abrazarlo y luego me siento en la alta silla que esta a su lado y poder comer el sándwich que mi mamá me habia preparado.

-Hola Lily- Me responde el con una sonrisa comiendo parte de su ensalada. Me distraigo durante unos segundos de reojo veo a papá queriendo darle un mordisco a mí comida, rápidamente me doy la vuelta y él hace el intento de disimular inocencia aunque no le sale para nada bien.

-Si claro, no te vi- El sarcasmo sale de forma natural e improvisada, abre un poco la boca para responderme pero el sonido del timbre lo hace callar inmediatamente. Mamá quien miraba la escena riendo levemente camina para ver quien es.

-Hola, buenos dias, somos sus vecinos - Se oyen unas alegres voces saludar desde la puerta, oigo la voz de mamá responder de la misma forma.

Estaba dando los últimos mordiscos a mi desayuno y como siempre la curiosidad e saber quién estaba en la puerta me estaba matando, asi que bajo de la silla y camino hacia la puerta.

-Venimos a dejarle estas galletas como un obsequio de bienvenida, de parte del comité del vecindario- Una señora rubia con grandes ojos azules, que a mí parecer era contemporánea con mis padres le haca entrega de una bandeja cubierta con papel transparente. -Soy su vecina Ann Nichols y ellos son mis hijos Amanda y Aarón-Ella señala a la chica y luego al chico que están a su lado, a diferencia de su madre ellos son castaños y sus ojos tiene un tono grisáceos. Al anlizar bien el chico me doy cuenta que es el mismo que nos saludó anoche, ambos saludan cordialmente estrechando la mano de mi mamá y luego la mia.

CAMILA  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora