14.Brutos barbajanes.

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En la tarde nos pusimos de acuerdo para encontrarnos en el velorio, asistimos y nos quedamos unos cuantos minutos ahí.

También nos encontramos con otros compañeros y algunos que otros profesores que decidieron asistir para expresarle sus condolencias a los familiares.

Algunos se acercaron a la ataúd, mientras yo solo los veía desde lejos.

No me gusta ver a las personas en ese estado, asi no me quedare con ese fúnebre recuerdo de aquella persona; prefiero simplemente conservar los mementos que puedan llegar a sacarme una merecida sonrisa.

Luego de todo eso, tomamos la decisión de ir por una bebida y un lugar en el que podamos resguardarnos de la lluvia que comenzó a caer cuando salimos de la funeraria.

Nada mejor que un acojedor lugar y una caliente bebida para alivianar el ambiente.

Veo mi envase donde yace el capuchino que pedí hace unos minutos, decido sacar mi celular y las ganas de tomar una foto con el son inevitables. Así que busco un buen ángulo y lo hago, pero gracias a la cámara de mi celular, ésta no sale como hubiera deseado.

Extraño mi cámara a rollo.

-Amo el café, y odio éste celular- musitó más para mi que para el resto.

- Hacia falta un buen mocca latte para despejar nuestras mentes -Liam dice luego de darle un sorbo a dicha bebida.

Por mi mente pasa un efímero pensamiento, que me lleva a revivir algunos viejos recuerdos.

La vida es tan incierta, se nos puede ir en cuestión de segundos; sin avisar, sin importar cuanto duela, sin importar cuantos planes tengas a futuro, solo importa lo que Dios y la vida ten tengan planeado.

¿Quién sabe cuanto tiempos nos queda junto a las personas que queremos?

Muevo mi cabeza para dispersar aquellos pensamientos de mi mente.

- Chicos- digo capturando su atención, doy un gran bocanada de aire que hace que mi pecho se infle-, creo que es necesario que sepan que... Los quiero, y les agradezco por hacerme sentir bienvenida desde el primer día.

Finalizo agregándole una pequeña sonrisa de labios cerrados y, obviamente, logro ganarme la mirada incrédula y los ceños fruncidos de todos en la mesa.

Deben estar tan extrañados y sorprendidos como yo por mi repentina e inusual muestra de afecto.

-Aww Camil está siendo tierna- Aarón dice pasando unos de sus brazos por mis hombros y obligándome a colocar mi cabeza sobre su hombro.

-Es primera vez que veo a Camila diciendo algo cariñoso, en vez de utilizar su característico sarcasmo, ¿ Debo preocuparme?-Cooper encara una ceja.

Niego con la cabeza en silencio. -No, solo debes cerrar la boca antes de que me arrepienta y tropiece "accidentalmente" la taza caliente que tienes al frente.

Hago comillas con los dedos y el resto ríe, incluyendo al mismísimo Cooper.

Amanda, quien esta al lado de su hermano estira un poco su mano posicionandola sobre la mia.-Nosotros también te queremos, Lucia- ella me da una sonrisa burlona, pero al mismo tiempo puedo ver en sus algo grisáceos ojos que sus que sus palabra son realmente sinceras.

Sin embargo retiró mi mano de un solo tirón y la veo con los ojos entrecerrados.
-Ahora siento que te detesto.

Ella me lanza un beso e intenta hacerme hacerme reír diciéndome repetidas veces qué deje de intertar hacerme la seria que se me nota desde lejos que quiero reír. Finalmente termino sediendo y riendome junto con los demás.

CAMILA  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora