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-Ya están listo- canturreo Amanda desde la cocina, Aarón y yo nos levantamos del sofá e iniciamos camino hacia la cocina. Donde se encuentran todos incluyendo a Emma y Cooper, quienes habían llegado mientras Aarón y yo conversábamos.

-Agarren uno cada uno y me dicen que tal me quedaron-Amanda dejó la bandeja enfrente de todos nosotros, y cada quien toma su correspondiente brownies y los comenzamos a degustar.

-Estan riquisimos- habló Emma antes de darle otro mordisco, todos asentimos de acuerdo con ella y algunos emitieron un sonido con sus gargantas en señal de aprobación.

-Estan deli-ci-osos- la felicitó saboreando el aperitivo de chocolate, y no lo decía sólo por cortesía, ya que en realidad si estaban bastante sabrosos.

-Gracias. Dejaré el resto para repartirlos con los demás más tarde- Amanda se retira de la cocina sintiéndose orgullosa de su preparación y dejando la bandeja sobre le encimera enfrente a todos.

Casi como si estuviéramos conectados de alguna extraña manera, todos estiramos nuestros brazos hacia la bandeja en busca de más brownies, pero antes de poder tomar uno, nos quedamos congelados en cuando vemos a Amanda regresar a la cocina y nos pilla con las manos en la masa.

-¿Saben? Mejor los guardo- Amanda retira la bandeja de la encimera y la guarda en en honor de donde los sacó inicialmente.- Tú y tú- señalá a Emma y luego a mi- acompañen me a ponerme el traje de baño.

Subimos a su habitacion y nos colocamos nuestros respectivos traje de baño para finalmente bajar las escaleras e ir al patio trasero de la casa, donde yacen hace presente los otros cinco chicos, ya cambiados y sólo con unos short y su torso completamente descubiertos.

Emma, Cooper y los mellizos son los primeros en sumergirse en la piscina sin pensarlo dos veces mientras tanto yo, trato de medir la temperatura del agua tocándola delicadamente con las yemas de mis dedos del pié.

-¡Tranquila Camil! Si te ahogas nosotros te salvamos- dice Aarón en tono burlón.

Estaba por responderle pero el tacto de unas manos sobre mi espalda me lo impidieron, al darmer un empujón que me hizo caer hacia la piscina.

Sacó mi cabeza del agua para agarrar una gran bocanada de aire y ver quien fue el culpable de mi caída.

-Te lo dije, Parker- habló James con una sonrisa triunfante.

Você está brincando com fogo, meu amigo.

-Esto no se queda así, Nichols- lo amenace apuntándolo con mi dedo índice, él solo se cruzo de brazos mientras reía al igual que los demás.

Amortigüe una pequeña risa que amenazo por salir de mis labios al imaginarme la graciosa cara debí haber puesto cuando fui empujada, pero no quise que fuera obvio para no perder la credibilidad de mis amenazas.

Depues de unas horas charlando y relajándonos en la piscina, decidimos salir para comer las hamburguesas que preparó la señora Ann con ayuda de mi hermano, quién había llegado hace una hora en compañía de nuestros padres.

Mientras tanto, mamá hablaba amistosamente con la señora Ann, al igual que mi papá --quién se veía bastante formal en comparación al resto, ya que él aun llevaba el traje usa para ir trabajar-- hacia con mi hermano.

Al terminar de comer mientras reposaba las ricas hamburguesas, decidí matar el tiempo,-- No literalmente, obvio-- ayudando a mi vecina a limpiar los trastes.

-Debo felicitarla señora Ann, las hamburguesas están bastante sabrosas- digo limpiando el ultimo plato.

-Gracias querida, tu hermano también fue de bastante ayuda.

CAMILA  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora