16. ¡Casi me atropellan!

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Camino por un oscuro pasillo, uno que parece ser de mi antigua cada en San Francisco. Oigo unas voces extrañas, hablan en un lenguaje ajeno al mio; intento seguir aquellas voces y averiguar de donde provienen así que camino por el pasillo pero éste parace nunca acabar, es como si fuese interminable.

No recuerdo que este pasillo fuera tan largo y angosto.

Entre la oscuridad diviso una silueta que parece ser mamá; la llamo pero al ella darse vuelta me sorprende ver a una muy sonriente Madisson, una que me invita a que la siga así que voy atrás de ella.

De la nada ohigo el fuerte sonido de un libro caer contra una mesa que logra hacer que me despierte bastante exaltada.

- ¡El coño...!- hablo en español, molesta y quitando mi cabeza de la mesa, dejó la frase a medias cuando noto la cara de Mel perforando me con la mirada, al parece ella si entiende algo del español.

Odio despertar de formas sorpresiva, con gritos, golpes o simplemente que me despierten.

Buscó con mi mirada el responsable de mi sobre salto y me encuentro con Melany, mi muy querida profesora de literatura, viéndome expectante y con una ceja alzada debido a la palabra que acabo de vocifera.
Simplemente le sonrió con inocencia fingida, ella se da vuelta a su escritorio murmurando algo sobre la generación de ahora y su deprimente vocabulario.

-Bien, ahora que todos están prestando atención- habla en cuento se encuentra sentada en su escritorio y puedo oír como enfatiza la palabra "todos"- les informo que el miercoles tendrán una pequeña dramatización, y si, será en equipos...- es ahí cuando se oyen festejos y suspiros de alivio del resto de la clase - pero, serán elegidos alzar.

Ahora el lugar se encuentra repleto de quejidos de parte de las 19 personas que aquí están, aproximadamente.

Mel saca una pequeña bolsa con papeles en su interior, puedo ver como se dibuja una sonrisa maliciosa y divertida en su rostro, como una pequeña niña que acaba de conseguir lo que quiere usando la manipulación.

Pícara, directa, coqueta y algo perversa a la vez, todo eso describe a la perfección a Melany Coleman; todo eso se oculta detrás una linda cara y rubia cabellera, todo eso que la convierte en mi profesora preferida.

Veo como en cuestión de minutos se van formando diferentes grupos que constan de tres integrantes y, mientras espero mi turno, veo como algunos se decepcionan al ver con quien les toca y como otros lo festejan.

Becca se pone de pié lista para elegir con quien le ha de tocar
-Camila Parker-ella lee en voz alta el papel que se encuentra en sus manos ya desdoblado.

Me pongo de pié y camino hasta donde ella se encuentra. La verdad no me quejo, tuve suerte de que una de las mejores alumnas de la clase pronunciará mi nombre.

Adentro una de mis manos en la bolsa rezando por que me salga alguien bueno, tomo un de los pocos papeles que hay dentro; al leer el nombre ahí escrito inconscientemente mis ojos ruedan, y espero que nadie haya notado aquel gesto ya que, a pesar de tener mis motivos para hacerlo, no quiero ser grosera ni nada similar.

Mel me mira con sus ojos llenos de curiosidad esperando a que pronuncie algún nombre.-Chase Matthews- como de costumbre todos voltean a ver a al dueño del nombre que mis labios acaban de pronunciar, pero él ni se inmuta ante la mirada de todos ya que se encuentra plácidamente durmiendo en su mesa.

Aunque sería un poco inmoral decir algo al respecto debido a que hasta hace poco yo me encontraba en lo mismo; pero la obvia diferencia entre Chase y mi persona es que al menos yo intento sacar un buen promedio en mis calificaciones y él pues... al parecer no tanto.

CAMILA  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora