-¡Levántate Camila! Que llegarás tarde! como siempre- Mamá exclama por décima vez en menos de media hora.
Ojala me dieran un dolar por las miles de veces que la he escuchado decir eso en mi vida, ahí si les aseguro que sería millonaria.
-¿Por qué me haces esto?- Cuestioné en voz alta mirando al techo, retiró con pereza las sábanas que cubrían mi cuerpo, y salgo de mi habitación para entrar al baño.ñ que estaba al lado. Luego de cumplir con el aseo personal que me corresponde para no ser un asco y parecer un muerto en vida, salgo del baño y regreso nuevamente a mi habitación con mi cuerpo enrollado en una toalla.
-Esto no me gusta. Esto es muy sencillo. Demasiado elegante ¿Acaso me encontraré con la reina Isabela? -Pienso en voz alta, buscando algun conjunto de ropa que sea de mi agrado y adecuado para una ocasión como mi primer día en una nueva secundaria. -Perfecto, sigo sin encontrar algo que poner y estoy hablando sola de nuevo.- Murmuró soltando un bufido frente a mi closet.- Al demonio, que tanto buscó sólo es la escuela-Digo sentandome en el borde de la cama en frente a mi closet viendo la ropa guidar en ganchos, hasta que logró divisar una sudadera que puede ser mi salvación a la indecisión.
-Uy rima riñón con jugo limón. ¿Rima riñón? ¿Qué demonios acabo de decir? Ya la cague... como siempre.
Finalmente me pongo unos jens negros un poco rotos en la rodillas y una sudadera un poco holgada de color vinotinto con delgadas rayas blancas junto con mis converse totalmente negros. Tomo mi mochila donde había guardado todo lo necesario la noche anterior y bajo a la cocina ya lista para comer mi delisioso desayuno hecho por mi maravillosa madre, que por cierto también cocina de maravilla.
-Hola papá-Digo entrando a la cocina y sentandome junto a él en las sillas altas del mesón, miro a los lados sin encontrar rastro de mi hermano mayor. -¿Y mi hermano?- Frunzo el ceño mirando hacia mi madre quien lavaba unos platos.
-Ya desayuno y esta terminando de alistarse.
Asiento sin más nada que decir y sólo dedicarme a degustar mi cereal de chocolate, cuando estaba apunto de sumergir la cuchara papa me arrebató el tazón en mis propias narices.
-Oye esa es mí comida- Exclamó sin alzar la voz en tono de queja quitándole mí tazón de sus manos. - ¿Tu madre no te enseñó que con la comida no sé juega con la comida y menos sí es ajena?
-¿Ajena? ¿Quién fue el que lo compro?- Me pregunta papá con la mirada retadora.
-Mamá obviamente y yo la acompañe.- Respondo de manera sarcástica como si no supiera que se refiere al dinero con que fue pagada. Antes de que él me pueda objetar algo a su favor, se escuchan unos pasos bajar las escaleras.
Papá: Cero.
Lily: Dos.-Lily, vámonos antes que se haga más tarde.-Mí hermano se asoma por el marco de la puerta de la cocina dirigiendo su mirada hacia a mi.
-Espera un poco.- Lleno mi boca de cucharadas grandes de cereal para no tu me con el estómago vacío, apesar de esto Christopher sigue mirándome con un poco desesperación en un claro gesto de apurarme.
-Ok, ya voy- Suelto un bufido al ver aun su expresión dejando solo un poco de leche en mi tazón, bajo la silla tomando mi mochila que habia dejado en suelo previamente y me acerco a mi progenitor despidiendome de él con un pequeño beso en la mejilla y repito la acción despidiendome de mamá, mi hermano me imita y finalmente salimos por la puerta de la casa.
No pues, ni modo. Al menos que salgas por la ventana como fugitiva.
Luego de entrar al auto de mi hermano mientras esperamos unos segundos a que se caliente el motor se escuchan unos gritos provenir de la casa de mis vecinos.
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CAMILA [EN EDICIÓN]
Random▪Nueva escuela. ▪Nuevos vecinos. ▪ Nueva casa. ▪ Nuevas personas. ▪ ¿Nueva vida? ~MISMA CAMILA~ -P.D: Te agradecería que antes de pensar algo malo, le des una oportunidad a la sinopsis. ©®Todos los derechos reservados. ¡Se original!