Estaba tan feliz por lo que a mí vida venía, me encontraba enamorada sabiendo que en por fin te tenía, y que a tu lado sería como una princesa en un castillo, envuelta de besos que nuestras noches envolverían.
Me llenaba de ilusiones, agendaba cada cosa para organizar el día en que el SI, en un altar te daría, y soñando con una vida juntos que solo en tus brazos quería, con mi vestido ya comprado, los zapatos y el maquillaje adecuado.
Me guarde para ese momento, a mis 17 años, con la pasión en mi cuerpo a cuestas, esperando la promesa que me hiciste aquella tarde, cuando de rodillas me pediste, fuera tu esposa para toda la vida y juraste que la felicidad la tendría a tu lado vida mía.
Me entregue a ti, al ver el amor tan intenso que me profanabas y todas las palabras de amor que a mí pido susurrabas, fue algo maravilloso pues mi primera vez con el ser que más he amado en la vida, aunque no tenía parámetro de comparación, no hay nada mejor que hacer el sexo con amor.
Los planes iban de viento en popa, mientras nuestros encuentros se hacían de forma religiosa, nos amábamos y hablábamos de la vida que juntos haríamos, haciendo planes imaginando cómo nuestro amor viviríamos.
Una semana antes de la boda me pediste un tiempo para arreglar tus cosas, y empezamos a distanciarnos, tiempo que use para comprar Lo necesario a utilizar y poder organizar la casa, que un hogar para dos haría.
Saliendo de la tienda donde compraba unas cortinas, me encontré de repente con tu carro estacionado en la calle, y busque por todos lados, cuando de repente para mi sorpresa te vi con una mujer en un café sentado agarrados de las manos entre caricias y arrumacos la besabas en los labios.
Mi mundo, mi vida, mi ilusión todo se desbarató, mi corazón sentía que en mi pecho se rompía, camine hacia ti, y de frente te salude con lágrimas en los ojos te levantaste y con las manos temblorosas, y con voz fuerte, me presentaste a tu esposa.
Mis lágrimas no detenía y la rabia dentro soltaron las palabras que jamás de mi boca esperarías, me engañaste y señora lo siento pero este hombre amor me juro y hace meses planeamos nuestra boda, mientras hacíamos de mil formas el amor.
Desde ese día no supe más de ti, mientras me alejaba escuche sus reclamos sobre ti, le engañaste, me destrozaste, y las ilusiones contigo te llevaste, una experiencia en mi vida, un recuerdo que hizo una herida.
Aprendí, ame, vivi y con eso madure, el engaño lo padecí, pero con lo vivido y el tiempo el dolor se llevó exprimiendo cualquier recuerdo de tu amor.
Las letras de mi alma.