Reflexionando vivamente.
La vida es demasiado corta para no vivirla contento, es como un rompecabezas gigante, tratando de armarse, una constante numérica en medio de una ecuación, un punto y aparte que nos da continuación, sabiendo que la vida no es justa, y mucho menos perfecta.
La vida es un pañuelo para el que no lo sabe vivir, porque con el ritmo de vida, y la falta de optimismo, todo se le va en sufrir, sin razones y sin porqué, la vida se va en un santiamén, pobre del que no sepa un momento vivir, porque no regresará después.
La vida es demasiado corta para llorarla entera, para vivirla en penas, para estar atados, para sentirse inconforme con lo que damos a diario, para dejarnos vencer y dejar que gane el miedo y no hagamos lo que queremos por la crítica y el reproche.
Vive tu vida, comúnmente dicen, pero no dicen que sea sin premura, te dicen que algún día llegara, pero luego resulta que ese día jamás aparecerá, te dicen qué hay castigo divino, y jamás al malhechor incriminan, nos dicen que el que no oye consejo no llega a viejos, pero no nos dicen quién es el idóneo para dar consejos, porque no siempre el más viejo es el más sabio.
Vive cantándole a la vida, ríe y goza con ella, que si hay problemas, la forma adecuada es resolviéndolos de prisa, previniendo situaciones que te eviten un tormento, y dejando que lo inevitable finalmente se haga terminable, aceptando las cosas que con el tiempo no tendrá. Oportunidad de cambio y alejándote de gente que te remueven lo bueno que tienes de tolerancia y paciencia a diario.
Desintoxícate del temor, olvida lo que dicen ¡que todo tiene solución!,afronta lo que te venga sin rezongar y prepárate a con cada caída hasta hacerte experto,
para que en la próxima te duela menos caerte y sea más rápido levantarte, que de lo bueno se ríe, y de lo malo se aprende.Las letras de mi alma.