Combativa por el tiempo
caminando por senderos
a veces corriendo a destiempo
con ganas y actitud de acero.
Por veredas y pastizales,
por llanuras y escalando
pasando ríos nadando
pero nunca abandonando.
La vida es así para todos,
enfrentando llamaradas,
apagando hasta volcanes
luchando contra tempestades.
Dichoso es quién no tiene temor,
pues no es valiente más que yo,
porque con miedo me enfrento,
y de mis luchas perdidas aprendo.
Contra viento y mareas,
apartando y sorteando,
caminaré siempre sin miedo,
hasta donde mis sueños me lleven.
Porque nadie podrá contra mi,
porque nadie vivirá por mi,
porque no espero nada de nadie,
y mi refugio es mi alma que arde.
Las letras de mi alma.
