Qué triste llegar después,
y tratar de ocupar un lugar,
ser un premio de consuelo,
en un alma donde había duelo.Qué triste sentirse insegura,
esperar que algún día la olvides,
y te entregues sin cordura,
a mí alma sin temor ni ataduras.Nunca estaré segura de si ya no la piensas,
de si su recuerdo salió de tu mente,
y que en tus noches ya no la sientes,
o que se escapa por ella un suspiro tristemente.La nostalgia de un amor tan grande,
es la seña de un fierro tatuado en mi piel,
una enfermedad en mi alma que arde,
y que no me deja disfrutar de tu miel.Nunca segura estaré de ser,
tu premio de consolación,
la que estaba ahí cuando te engaño,
y que con su amor te consoló.Quizás fui tonta en querer competir,
por un amor que no era para mi,
o quererme comparar,
con a la que demostraste amar.A lo mejor son solo fantasías
o celos en mi alma de niña,
Tonterías combinas con ironías,
por haber llegado segunda a tu vida.Las letras de mi alma.