Mía & Para Siempre

Capítulo Décimo Sexto

Me encargué de ordenar y acomodar todo lo que había traído en los bolsos, habían varios closet los cuales no estaban dentro de los cuartos si no que en una habitación contigua y eran de un espacio considerable y ambos ---Thomas y yo--- dejamos uno de los closet casi lleno con nuestras prendas y demás cosas. Su cuarto era el más grande y el que no tuviera muebles alrededor ---muebles gigantes y anchos--- que estorbaran el espacio allí, eso hacia también el que se viera bastante enorme.

Me di los minutos necesarios para recorrer el cuarto, la gran cama cubierta de un precioso tejido estaba en medio del cuarto y a su lado izquierdo había un tipo de estantería que estaba pegada a la pared que sostenía unas cuantas fotos en mayoría de él junto a integrantes de su familia y en la parte superior habían dos aparatos algo inusuales para mí ya que antes no les había visto en mi vida, uno era mucho más grande que otro el cual tenía conectado sobre el otro pequeño aparato blanco, me acerque a observarle con más precisión.

El otro aparato que estaba a un lado era de un tamaño mediano y completamente gris, acerque mi dedo a la pantalla presionando sobre ella y esta brillo enseguida, la mire sin entender mucho por lo que solo me aleje dando vuelta sobre mis talones para observar nuevamente a mi alrededor.

El cuarto tenía un enorme televisor incrustado en la pared, mientras en la pared colgaban un par de cuadros todo a su estilo. Pero creo que lo que realmente me había gustado de este lugar eran los grandes ventanales y allí en su cuarto al entrar y mirar hacia la izquierda podías admirar la perfecta vista que los cinco gigantes ventanales te regalaban. Este lugar era un palacio y estaba esperando por conocer lo que aun me quedaba de este increíble lugar.

Para poder bajar al primer piso salías del cuarto a un pequeño pasillo y salías luego hasta un tipo de balcón del cual tendría un altura de un metro y algo de donde podías ver con claridad la zona del lobby y hasta parte de la cocina por un lado y por el otro el comedor perfectamente implementado. Baje la pequeña escalera sentándome a los minutos en uno de los cómodos sofás del lugar. Cerré la mirada tratando de relajar mi cuerpo y mi mente.

---No es demasiado temprano para dormir--- abrí la mirada al tiempo que mi rostro se inclinaba hacia delante. Estaba sentado sobre la mesa de centro observándome con profunda determinación.

---No lo he considerado--- le respondí.

---Iré a la empresa. ¿Quieres acompañarme?--- quede observándole por unos segundos, por alguna razón esa pequeña petición me había tomado por sorpresa.

---No, no te preocupes ve a encargarte de lo que debes. Yo aprovechare de llamar a Suzie y ver si podemos juntarnos-- Él asintió a mis anteriores palabras con algo de preocupación, lo note.

---Will se quedara entonces. Si te juntaras con Suzie y debes salir, me avisaras primero y luego llamaras a Will y él sabrá dónde ir--- Yo asentí a lo dicho por él y lo siguiente fue una larga explicación de cómo usar el aparato que para mí no tenía una pinta de teléfono, no por su forma si no por lo complicado que era de usar. Agradecí que tuviera marcado rápido de varios números importantes que posiblemente ocuparía en un futuro.

---No estés fuera mucho tiempo. Lleva el celular. Y solo llámame para lo que quieras---nos miramos uno al otro con determinación. Él ladeo su cabeza un segundo mientras sus labios se formaban una pequeña mueca. ---Mejor voy contigo. No Quiero dejarte sola y muchos menos hoy.--- sonreí sutilmente, su actitud estaba siendo completamente adorable.

---Ve a tu trabajo. Estaré bien. Prometo llamarte en cuanto salga y llegue aquí---me observo un instante soltando un fuerte suspiro luego de unos segundos. Su mano tomo mi nuca acercándome a él para que pudiera depositar un dulce y tibio beso sobre mi frente. Me concentre ahora en lo que ese pequeño toque había producido dentro de mí, ese calor y cosquilleo ya conocido por mi por cada vez que él hacia algo similar. Sonrió con total entusiasmo y no pude evitar sonreírle también con la misma precisión y encanto con el cual él lo había hecho.