Capítulo veintitrés.

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«Karaoke, alcohol, Alejandra y Gareth».

El 11 de Enero era el cumpleaños de Sarah y Dani, y todo el equipo del Real Madrid estaba organizándoles una fiesta sorpresa. La idea inicial había sido de Toni solo para su novia, pero cuando se sumaron Gareth, Alejandra y Emma prefirió que fuera para los dos mellizos, y de la nada estaban todos involucrados. Al alemán le recordaba vagamente a la fiesta que planearon para Dani.

–Bien, ¿dónde la haremos?– preguntó Emma.

–En una sala de eventos, yo lo pago– se ofreció Toni.

–Chaval, sabes que vas a tener que limpiar todo porque somos unos vagos, ¿verdad?– le preguntó Cristiano.

–Sí, ahora empecemos a organizarlo antes de que me arrepienta.

Unos días antes de la fiesta fueron notificados de que Benítez dejaría su puesto y sería reemplazado por la figura merengue Zinedine Zidane. Los chicos lo veían venir por los últimos resultados, pero no lo esperaban tan pronto.

El primer partido de Zidane al poder fue contra el Deportivo la Coruña, a quienes golearon 5-0.

El 11 de Enero Sarah se despertó sin ningún mensaje en su móvil aparte del de su hermano y uno de su madre de parte de toda la familia. Frunció el ceño. Todos los años recibía muchos mensajes de sus amigos.

Ignoró eso y fue a ducharse, como era Lunes tenía que trabajar, pero cuando salió del baño recibió un mensaje de su jefe diciéndole que no era necesario que fuera a la oficina el Lunes y el Martes.

–Bien, ¿y ahora qué hago?– musitó y se sentó a ver televisión, hasta que su celular sonó con una llamada de su mejor amiga–. ¿Diga?

¿Me acompañas a comprar ropa?– frunció el ceño. Alejandra, en los veinte años que llevaban siendo amigas, jamás se había olvidado del cumpleaños de Sarah.

–Vale... ¿eso es todo?

Paso por ti a las siete– cortó la llamada.

–Fantástico, el mejor cumpleaños de mi existencia– rodó los ojos.

A Sarah solía alegrarle cumplir años, no pensaba que estaba envejeciendo, el número que supuestamente la representaba solo la alentaba a cumplir sus sueños, como si fuera un reloj de arena. Todos sabían que a ella le gustaban los regalos, los mensajes y ser el centro de atención por un día, y eso era lo que le afectaba.

Toni terminó de decorar la sala de eventos a las seis, con ayuda de sus compañeros. El equipo creyó que sería una buena oportunidad para conocer a Zidane más allá que como un jefe, así que lo invitaron a la fiesta, y llevó a sus dos hijos mayores, Enzo y Luca, para que conocieran a sus ídolos.

Kroos recibió la llamada de Alejandra y de Isco, quienes les dijeron que iban en camino. Apresuradamente se escondieron, esta vez hasta Toni lo hizo, y cuando entraron los mellizos todos saltaron de sus lugares.

–¿En serio? ¿Casi quería llorar porque nadie me estaba saludando y todo era una fiesta sorpresa? Sois increíbles– Sarah negó con la cabeza riendo.

El primero que se acercó a ella fue su novio, quien la besó y le deseó un feliz cumpleaños.

Empezaron a emborracharse casi de inmediato, mientras que la parejita se fue a un rincón a besuquearse y hablar.

Smile // Toni KroosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora