Capítulo veintinueve.

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Maratón final: 2 / 3.

«La verdad».

–¡Que puto asco! ¡Kroos suelta a mi hermana!– escucharon gritos a la lejanía–. ¿Es que tienen sexo todo el día?

–Cállate Daniel, no conseguí un embarazo por obra del espíritu santo.

Lentamente Sarah se fue despertando, y se dio cuenta de que en su pecho desnudo dormía Toni, con cara de ángel. Sonrió tontamente hasta que se percató de la presencia de su hermano y cuñada.

–¡Salid! ¿Acaso no sabéis que cuando no os abren la puerta es porque las personas dentro están ocupadas?

–Se lo dije, pero no me hizo caso, lo siento– murmuró disculpándose Alejandra–. Fuimos a tu piso pero el portero dijo que habías salido en la noche, y tu coche estaba aquí. Veníamos a decirte que... ¡es un niño!

–¿Quién es un niño?– murmuró Toni despertando. Cuando se dio cuenta de que estaba sobre los pechos de Sarah se sentó y la cubrió con la sábana.

–Nuestro hijo. Por cierto, la vi desnuda antes que tú, y estoy segura de que Alejandra siendo su mejor amiga también lo ha hecho– rodó los ojos Dani.

–¡Toni tu espalda está completamente destrozada! ¿Qué le hiciste, cabrona?– bromeó Ale.

–Ahora que lo dices, duele bastante. Salvaje.

–¿Podéis salir para que nos vistamos?– pidió Sarah y le hicieron caso–. Vale, aquí hay un problema, o tenemos amistades muy cotillas o tu llave está en un lugar muy fácil de encontrar.

–Probablemente ambas– se puso una camiseta y empezó a contar las marcas en el cuello de su chica–. Esta vez no te mentiré; tienes seis chupetones.

–¿Qué? ¿Seis? ¿Qué demonios nos pasó anoche?

–No lo sé, creo que estábamos un poco desesperados– le pasó una de sus camisetas a ella también y ella se la puso.

–Gracias.

Pasaron los días, el 10 de Junio empezaba la eurocopa y Toni tenía que estar el 7 en Francia para entrenar con su equipo. Decidió viajar un par de días antes a Alemania para reunirse con su equipo, y le pidió a Sarah que lo acompañara. El 3 de Junio estaban en Berlín.

–Wow, la gente acá es tan rubia, ¿cómo lo hacen?– Toni rió.

–No lo sé. ¿Quieres ir a comer a uno de mis restaurantes favoritos?

–Por supuesto, ¿dónde es?

–Ven– la tomó del brazo y caminaron unas cuadras hasta llegar al lugar–. Bienvenida a Block House.

–¿Bloch House?– alzó una ceja–. Me esperaba un nombre más alemán.

–¿Como cuál?

–No lo sé, lo único que sé decir en alemán es «guten tag».

–Lo pronuncias mal.

–Kroos, tu pronunciación en español no es la mejor tampoco– rodó los ojos.

Se sentaron en una de las mesas del local y el dueño se les acercó a pedirle a Toni que se sacara una foto para el pasillo de los famosos que habían ido a comer allí. Él aceptó y posó para la foto. Después recibieron dos vasos de cerveza gratuitamente y Toni ordenó por ambos.

–¿Qué mierda fue lo que pediste?

Steak mit Ofenkartoffel und Knoblauchbrot.

–No entendí una mierda, pero te veías sexy diciéndolo– sonrió coqueta y él negó con la cabeza.

–Filete con papas al horno y pan de ajo, te va a gustar.

–Sí tú lo dices.

Comieron mientras conversaban, pero llegó el momento de irse a su habitación de hotel ya que se estaba haciendo tarde. Dentro de la cama siguieron hablando.

–Sarah, quiero decirte la verdad– ella frunció el ceño.

–¿Cuál verdad?

–La de Jessica. Te debo una explicación ahora que estamos juntos, porque quiero que funcionemos, no como la última vez.

–Vale, si es que quieres decírmelo– Toni suspiró y se preparó para contarle lo que estaba por hacer.

–Después de que saliésemos campeones en Brasil 2014, fuimos los tres a Mallorca. Leon tenía poco menos de un año. Un día, el 16 de Julio, íbamos en el coche de vuelta de un restaurant. Estábamos discutiendo, Jessica no quería que fichara por el Madrid y yo estaba considerándolo. Un camión chocó el costado derecho del coche. Afortunadamente Leon iba en la parte izquierda del asiento trasero y no le ocurrió nada, pero Jess murió en ese mismo instante, y mis últimas palabras hacia ella fueron «no seas tan cabeza dura»... el día siguiente fiché con el Real Madrid, porque no quería estar en nuestra casa rodeado de nuestros amigos en común.

–Todos lidiamos con el dolor de manera diferente– musitó Sarah–. ¿Y qué pasó con Leon?

–Está con mis padres, en Greifswald. Tampoco he hablado con ellos desde el accidente, se rindieron después del primer cumpleaños de Leon, el 14 de Agosto del 2014.

Sarah lo abrazó al ver como luchaba consigo mismo para no llorar. Tenía sentimientos opuestos en su interior, por un lado odiaba verlo sufrir y por el otro estaba feliz de que hubiera decidido contarle todo lo anterior.

–Eres lo más importante para mí ahora Sarah, y no podría soportar perderte a ti también– murmuró.

–No lo harás, pero no sigas cometiendo el mismo error de alejar a los que amas de ti. Leon no está muerto, y aún estás a tiempo de recuperarlo– él negó con la cabeza.

–No puedo. Mis padres no me lo permitirían.

–Toni, son tus padres, te aman y de seguro te entienden.

–Los padres de Jessica no me lo permitirían, si ya no les agradaba del todo cuando estábamos saliendo no quiero imaginar cómo sería si apareciera de la nada a quitarles a su nieto.

En ese punto solo estaba buscando excusas.

–¡Olvídate de ellos! Si quieres a Leon, puedes tenerlo, es simple.

–No quiero seguir hablando de eso– murmuró y se volteó a dormir. Sarah hizo lo mismo, resignada.

A la mañana siguiente ella despertó cuando Toni estaba vistiéndose. Frunció el ceño y observó que todo estaba de vuelta en las maletas, excepto un conjunto de ropa para ella.

–¿A dónde vamos?

–Tenías razón Sarah, y no sé por qué me sorprendo, siempre tienes razón– ató sus tenis y cogió las gafas de sol de la mesita de noche.

–¿A dónde vamos?– volvió a preguntar y él suspiró.

–A recuperar a mi hijo– dijo con convicción.

se viene el último lloro

Smile // Toni KroosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora