Smile // Toni Kroos

Capítulo veintisiete.

«Operación Tarah».

En más de una ocasión después de esa noche a Toni le dieron ganas de preguntarle si era una relación de amigos o de «amigos», es decir, amigos con ventaja, amigos con derechos, etc. A veces también se arrepentía de no haber dicho la palabra con a en su gran discurso, porque quizás si lo hubiese hecho ella no lo habría rechazado de pleno. Aún así, Toni estaba feliz de por lo menos ser amigo de Sarah, quizás no era lo que anhelaba, pero podia tenerla cerca sin sentirse culpable.

Se veían casi todos los días, a veces iban al cine y otras salían a comer, y en la calle siempre los reconocían y les preguntaban detalles sobre su relación, y ninguno nunca negó que estuviesen saliendo. Incluso algunos jugadores del Real Madrid suponían naturalmente que se habían reconciliado, incluyendo a Dani, que no estaba feliz al respecto. Solo Gareth, Alejandra y Emma sabían que estaban de amigos, aunque no estuvieran de acuerdo.

Pasó un mes, la liga había terminado y el Real Madrid se había asegurado con un puesto en la Champions League 2016-17 con un cómodo segundo puesto, perdiendo ante el Barcelona por tan solo un punto. No tuvieron tiempo de pensar en eso, ya que tenían que enfocarse en la final de la Champions League de ese año frente al Atlético de Madrid, en Milán.

Sarah había pedido un par de días libres para ir a ver a su hermano jugar la final, y además, también quería conocer y recorrer las calles de Milán antes del tan ansiado partido.

Los días previos al viaje Sarah estuvo cuidando tiempo completo a Alejandra, quien se mudó con Dani después de la noticia del embarazo. Sarah nunca imaginó a su hermano tan sobre protector con la madre de sus hijos, aunque bueno, tampoco se imaginó nunca que la madre de sus hijos sería su mejor amiga.

Sarah y Alejandra planeaban todo lo que harían en Milán muy emocionadas: tenían previsto ir a la catedral, a la iglesia Santa Maria delle Grazie, al palacio real, a la Plaza Mercanti, a la Torre Velasca, entre otros monumentos. Ninguna había viajado mucho fuera del país, aunque sí conocían gran parte de España.

Un día antes del viaje se reunió nuevamente el equipo Tarah –así se habían autoproclamado Gareth, Emma y Alejandra– y comenzaron a planear lo que harían en Milán.

–¡Milán es una ciudad muy romántica! Solo tenemos que darnos el trabajo de juntarlos en un lugar sin que se den cuenta y luego dejarlos solos, el resto es obra de ellos, y Milán, claro– dijo Emma.

–Es un plan muy sencillo– murmuró Gareth acariciando su barbilla.

–Gareth, nuestros grandes planes acabaron, estoy embarazada y no puedo arriesgarme– Alejandra estaba mintiendo, solo creía que el plan de Emma era sencillo y que funcionaría. Gareth se vio obligado a aceptarlo.

–Bien, llevaremos a cabo ese aburrido plan– rodó los ojos.

–Más bien, nosotras lo llevaremos a cabo, tú estarás muy ocupado entrenando, ¿vale? Madrid está deseando la onceava orejona y tienes que jugar como nunca en tu puta vida– Ale lo señaló con el dedo.

–Vale, vale... pero, ¿no tiene Toni que entrenar también?– frunció el ceño.

–Encontraremos una excusa para sacarlo del entrenamiento, ya veremos.

Cristiano prestó su avión privado para que fueran todos los familiares cercanos del equipo. Sarah se sorprendió al enterarse de eso, ya que en su cabeza Ronaldo aún figuraba como un arrogante y egoísta, aunque quizás eso último solo fuera su prejuicio.

El vuelo fue corto, apenas dos horas y ya estaban en el hotel en Milán. Algo que favorecía a ambos equipos era que no existía diferencia horaria entre Madrid y Milán, así que no llegaron cansados y partieron de inmediato a entrenar. Los familiares se alistaron para ir a recorrer la ciudad, y ahí fue donde empezó la operación Tarah.

–¡Que romántica ciudad es Milán! ¿No lo crees, Sarah?– preguntó Emma.

–Supongo– se encogió de hombros y empezó a sacar fotografías–. ¿Por qué no vino Ale?

–Oh, tenía náuseas, ya sabes, típico del embarazo.

En realidad Alejandra se estaba preparando para sacar a Toni del entrenamiento abruptamente. Gareth tenía la tarea de mantener al resto del equipo, y sobretodo a Dani, lejos de Toni. El plan era que Alejandra interrumpiera al alemán para decirle que Sarah había tenido un accidente y que necesitaba urgentemente su ayuda.

–No puedo creer que estoy haciendo esto– susurró para sí misma y tiró kétchup en su ropa–. Que puto asco.

Fue corriendo a donde estaba entrenando el equipo, recibiendo miradas de todos en el lobby, y cuando Gareth le envió el mensaje que esperaba entró corriendo y gritando, hasta chocar con Toni.

–¡Toni! ¡Ocurrió un accidente!

–¿Qué? ¿Qué ocurrió? ¿No se supone que Sarah estaba contigo?

–¡Sí! ¡Pero un coche la atropelló y ahora está en medio de la vía ensangrentada! ¡Tienes que venir conmigo!– lo agarró del brazo y lo arrastró hasta donde Emma le dijo que estaban.

–¿No le dirás a Dani?

–Gareth le está diciendo.

–¿Por qué nos alejamos tanto? ¿Cuánto corriste, mujer? ¿Las embarazadas pueden correr?

–¡Cállate Kroos! ¡Tu amada tuvo un accidente y tú te preocupas por lo que corrí!– llegaron a la catedral, y Sarah estaba en perfecto estado sacando fotos al paisaje.

–¡Sarah!– corrió hasta ella–. ¿Estás bien? Alejandra me dijo– volteó buscándola–... perfecto, esto fue una emboscada.

–¿Qué? ¿De qué hablas?– frunció el ceño.

–Alejandra llegó corriendo al entrenamiento y me dijo que tuviste un accidente, le creí porque tenía «sangre» en la camiseta– hizo comillas en el aire, Sarah empezó a reír a carcajadas.

–Ketchup, un clásico.

–Al menos estás bien– guardo sus manos en los bolsillos–. Ya que estoy aquí, ¿recorremos un poco la ciudad? Zidane va a matarme de todas formas.

–Vale, ¿a donde quieres ir?

–Había oído hablar de la Torre Velasca, ¿vamos?

–Justamente planeaba ir a ese lugar– sonrió y se dirigieron a la célebre infraestructura.

Pasaron un par de horas recorriendo monumentos y lugares famosos, el tiempo se les pasó volando. Ninguno quería admitirlo, pero eran más que amigos, y lo supieron cuando al caminar se tomaron de la mano.

solo quedan tres caps, digan sus despedidas 😓