¿Yo? ¡yo no te amo!

Mi Primer Dia

Editando.

Vegeta, un joven estudiante, ocultando tontamente su emoción por participar en el nuevo ciclo escolar, con la cara dura listo para defenderse y crear su manada de seguidores. Oh Dios, tan típico de el.

Como todas la mañanas, se dio una buena ducha y se apresuró a ponerse el uniforme escolar, impecable y con el porte recto tan elegante de siempre,
Una camisa blanca con el símbolo de la escuela a un costa  del pecho,pantalón gris y zapatos relucientemente negros.

Los sirvientes ya habrían alistado el equipaje para el internado, todo listo para la partida del heredero, así que fácilmente fue al salón principal y se despidió de sus padres, con la promesa de volver en las fiestas navideñas.

Por otra parte...

-¡SON LAS 7:45!, NI DE PEINARME DA TIEMPO! FALTAN 15 MINUTOS -

El pobre chico se levantó jadeando, corriendo hacia el baño con la esperanza de llegar tarde pero al menos presentable.
Pero ni con todas las prisas fue posible, apenas encontró un pan tostado que metió a su boca mientras se colgaba la mochila,Demonios, el ni siquiera había peinado su palmera.

Había intentado mantenerse al ritmo mientras corría por la acera, evitando a las personas que transitaban por esta en su rutina mañanera y de pronto...

¡La chica no se apartó de su camino!

—¡Ay!, Lo siento, quítate de encima—La chica empujó con sus palmas suavemente, de inmediata el chico se puso de pie ayudándola a levantarse en el proceso.

—Fue mi culpa,tengo prisa yo... ¿Estas bien? —Goku hablo rápido mirando detrás de ella deseando continuar con su camino.
—¿eres nuevo no es así? Estoy casi segura que aquí estudias— Reconoció la chica, los ojos azules recorrieron su uniforme.
—¡Si!, nuevo por aquí,Goku —el hombre extendió su mano hacia la dama, con ese entusiasmo amistoso de siempre.
—Bulma, ese es mi nombre, Y también soy nueva por aquí. —dijo correspondiendo el estrechamiento. Dicho esto se pudieron escuchar los timbres de la escuela anunciando la entrada a la lejanía, ambos dieron un pequeño brinco en su lugar por el ruido agudo.
—Me tengo que ir, adiós — dijo algo apresurado acomodando su bolso.

—Claro, ve—
Un par de sonrisas cómplices, ambos volvieron a su propia carrera, para cuando llego a su clase tuvo que batallar con sus bolsos, escondiendolos al fondo de la clase.
Agradeció al cielo cuando vio un lugar libre al lado de chico rapado, Krilin, no se tardo en atacarlo como saludo.

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