Un giro inesperado

Capitulo 10

Cap. 10 (Sospechas)

No pude dormir en casi toda la noche, si no era Vanessa que lloraba y se despertaba cada dos horas para tomar su leche, era el pensamiento de que el hombre que asesinó a Carlos tenia las mismas gafas oscuras de Eduardo. Pero, ¿que importaba que Eduardo tuviera esas gafas? Digo, mucha gente tiene esas gafas ¿No? Pensamientos como este invadían mi mente y las preguntas llegaban sin respuestas. ¿Cómo podía saber si Eduardo había asesinado a Carlos? No había manera de saberlo.

-Un momento-pensé en voz alta.

El tatuaje, el asesino de Carlos tenía un tatuaje de un ancla. Tenía que ver el brazo izquierdo de Eduardo a ver si este tenía el tatuaje de un ancla. Pero ¿Cómo rayos? Un momento, Eduardo se quitó la camisa mientras arreglaba el neumático de mi auto y yo no le vi ningún tatuaje, pensé. Al menos que hubiese estado muy distraída observando sus abdominales y no hubiese visto su brazo izquierdo. Solo había una manera de averiguarlo, viendo su brazo.

Mientras pensaba en todo esto, recibí una llamada de mi madre.

-Hola-conteste.

-Elisa, ¿quiere venir a almorzar a casa?-pregunto.

-Si, ¿que tal a las doce del mediodía?

-Perfecto, las esperamos-Diciendo esto, colgó la llamada.

Termine de desempacar mis maletas, ya que anoche no termine de hacerlo. Hoy Vanessa se veía más hermosa que nunca, le puse una cinta color azul en su cabecita, lo que hacía resaltar aún más sus ojitos y le puse un trajecito color blanco. No podía creer que ya habían pasado diez días, desde su nacimiento y esta se estaba comenzando a parecer a mí.

Sonó mi celular, al ver la pantalla de este salía un número desconocido. Tome la llamada.

-Hola-conteste.

-¿Elisa?-Me pregunto una voz que me parecía muy familiar.

-Si, ¿quién me habla? -conteste algo extrañada.

-Es Eduardo.

Al decir esto mis ojos se abrieron inmensamente. ¿Cómo rayos Eduardo había conseguido mi número?

-¿Eduardo?, ¿cómo conseguiste mi numero?-pregunte rápidamente.

-Pues, resulta que estaba verificando unas libretas de la cafetería y mi madre tenía tu número y no sé, se me ocurrió llamarte para ver como habías llegado a tu casa y si tú y Vanessa estaban bien.

-Ahh, pues estoy Vanessa y yo estamos muy bien, Gracias por preguntar.

-Me alegro-contesto

Luego hubo un minuto de silencio y este lo interrumpió.

-Y, ¿Qué piensas hacer el sábado en la noche?-preguntó

-Pues, aun no tengo planes-conteste algo extrañada.

-¿Qué te parece si salimos a dar un paseo?

-Seria genial-conteste.

-Pues te estaré llamando.

-Ok.

-Bye-diciendo esto colgó la llamada.

¿Porque rayos dijiste que si Elisa?, me preguntaba a mí misma. Aunque era la oportunidad perfecta para ver si tenía un tatuaje en su brazo. No quería ilusionarme ni mucho menos enamorarme de Eduardo.

Fui a casa de mis padres para almorzar y estos estaban más contentos de ver a Vanessa que de verme a mí. Rápidamente mi padre la tomo en sus brazos.

-Me recuerdas a ti cuando eras pequeña-dijo mi padre algo melancólico.

-Si, así eras tú Elisa-dijo mi madre.

-Dudo que yo haya sido igual de hermosa que mi hija-dije sonriendo.

-Las dos son hermosas-dijo mi padre.

-Bueno pues, vamos a comer-dijo mi madre mientras acomodaba los platos en la mesa.

-Hija-me llamo mi padre.

-¿Si padre?-Pregunte

-Nunca te lo dije pero, Carlos era un gran hombre y lo quise mucho-dijo mientras acomodaba la cinta de Vanessa.

-Si, lo era-dije agachando la cabeza en señal de tristeza.

-Pero ahora está en un lugar mejor-dijo mi madre sonriendo.

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Mis amores, bueno quisiera agradecerles a los que estan leyendo mi historia. En serio gracias.

Me gustaria que votaran y comentaran

Gracias otra vez <3