Capitulo 11

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Cap. 11(Cita con Eduardo)

Llego el sábado en la noche. Dejaría a Vanessa en casa de mis padres con la excusa de que iba a salir con unas amigas, lo que les extraño un poco y casi no lo creen. Estaba decidida a averiguar si Eduardo tenía el tatuaje de ancla en su brazo. Eduardo dijo que me llevaría a cenar, así que me puse un vestido negro corto y deje mi cabello rubio suelto. Cuando fui a llevar a Vanessa a casa de mis padres estos me observaron de pies a cabeza.

-Wow, estas muy linda como para salir con tus amigas.-comento mi padre algo dudoso.

-Déjala José, no es una niña-dijo mi madre intentando defenderme.

-Mjum, bueno dame a mi hermosa nieta, la llevare a adentro que hace mucho frio-volvió a decir mi padre mientras tomaba a Vanessa en sus brazos.

Mi padre entro a la casa y mi madre se quedó afuera conmigo.

-Vas a salir con Eduardo ¿no es cierto?-pregunto mi madre.

-¿Cómo lo sabes?-pregunte algo sorprendida.

-Quizás tu padre no te conozca lo suficiente para saberlo, pero yo sé que no eres una chica de muchas amigas Elisa.

-Bueno me tengo que ir, Eduardo me espera-dije mientras me subía a mi auto.

-Me parece bien que te diviertas Elisa, pásala bien-dijo mi madre mientras me daba un beso en la mejilla.

Llegue a mi casa para esperar a que Eduardo me recogiera. Llego en su sexy auto deportivo y me abrió la puerta para que me subiera, pero antes este me miro con una cara de sorprendido.

-Wow, te vez...

Hizo una pausa mientras me observaba de pies a cabeza.

-Increíble-volvió a decir.

-Gracias-conteste algo sonrojada.

Intente ver su brazo pero este tenía una camisa manga larga.

-¿A dónde vamos?-pregunte mientras este se subía al auto.

-Ya verás-contesto sonriendo.

Estaba algo nerviosa ¿y si estaba con el asesino de Carlos? ¿Y si me asesinaría a mí también?

Ay Elisa estas algo paranoica, pensé.

Nos adentramos a un lugar solitario, lo cual me asusto mucho. Era algo así como un bosque. Nos adentramos al bosque y paramos en un lugar en el que casi no había árboles, era como un pequeño llano en medio del gran bosque. Este estaba iluminado por millones de estrellas en el cielo. Este lugar era único, como una de las tierras que describía en mis libros de fantasía, me sentía especial aquí. Me baje rápidamente del auto para observar ese hermoso lugar.

-¿Te gusta?-pregunto mientras abría la cajuela de su auto, para sacar la comida y una sábana para que nos sentáramos.

-Es hermoso-conteste aun impresionada.

-No más que tu-dijo con una gran sonrisa, lo cual hizo que me sonrojara mucho-Lo sé, me puse muy cursi ¿no es cierto?-dijo entre risas.

-No-dije riendo también.

Coloco la sabana en el suelo y la comida. Encendió los focos de su auto para que no hubiera tanta oscuridad y ambos nos sentamos en el suelo.

Me olvide por completo del tatuaje, la estaba pasando muy bien como para arruinar la noche. Ambos hablamos de nuestras vidas, nos desahogamos juntos. Todo iba bien hasta que dijo:

-Una vez estuve en la cárcel.

Esto hizo que mi corazón se acelerara

-Y ¿Por qué?-pregunte a punto de un ataque cardiaco.

-Asesine a mi padrastro -dijo con la cabeza baja.

¡Había asesinado a una persona! Quiere decir que tal vez asesino a Carlos. Tenía que salir de aquí antes de que me asesinara a mí también.

-¿Elisa estas bien?-pregunto al verme muy nerviosa.

-Eres un asesino Eduardo-dije mirándolo directo a los ojos.

Esto al parecer le rompió el corazón. Se me quedo observando con la mirada perdida y con lágrimas en sus ojos.

-Si, lo soy.

Salí corriendo lo más rápido que pude por el bosque. Eduardo iba detrás de mí.

-Elisa, ¡Espera!-gritaba mientras corría detrás de mí.

No miraba hacia atrás, solo corría sin parar. Tampoco sabía a donde iba, mi corazón latía muy rápido y me faltaba el aire. Gracias a Dios llegue a la carretera, la cual era muy transitada por policías, si tenía suerte pasaría uno. Me detuve un momento mientras tomaba aire y en la espera de que un auto pasara. Al parecer Eduardo se había cansado de perseguirme y se había detenido. Ningún auto pasaba y esto me asustaba aún más. Estaba distraída y solo sentí cuando alguien me tomo por la cintura y me tapo la boca. Al parecer era Eduardo, me arrastro nuevamente hacia el bosque y me sentó en el suelo.

-¡¿Se puede saber que rayos te pasa?!-pregunto algo agitado de tanto correr.

-Tu asesinaste a Carlos-conteste casi sin aliento.

-¿Qué yo asesina a quien?-volvió a preguntar esta vez muy sorprendido.

-El que asesino a Carlos tenía unas gafas oscuras y un tatuaje de un ancla en su brazo izquierdo, tú tienes unas gafas oscuras ¿quién me dice que no eres tú?, además ya asesinaste a alguien,

Este se me quedo mirando aún más sorprendido, alzo la manga de la camisa de su brazo izquierdo y no había nada.

-¿Dónde está el tatuaje?, ¿Tu lo ves? ¡Porque yo no! Y ¡sí! Tengo unas gafas oscuras, ¿eso significa que asesine a Carlos?-dijo algo molesto.

No sabía que decir y me quede callada, aun con la respiración agitada.

-Y si, asesine a mi padrastro, pero porque este le pegaba a mi madre todas las noches cuando llegaba borracho-dijo más molesto aun- Pensé que eras diferente Elisa.

Al parecer estaba muy decepcionado, yo me quede sentada en el suelo totalmente sorprendida. ¿Había juzgado a Eduardo solo porque había cometido un error y porque tenía gafas oscuras? ¡¿Pero que rayos me pasaba?! Me sentía una tonta, había arruinado una hermosa cita, por una estúpida sospecha.

-Súbete al auto, te llevare a tu casa.

-Eduardo...-intente disculparme pero me interrumpió

-Solo sube al auto Elisa.

Me subí al auto y no hablamos en todo el camino. Cuando llegamos a mi casa este se detuvo y me miro.

-¿En serio pensaste que yo había asesinado a Carlos?-preguntó

-Lo siento Eduardo-dije con lágrimas en mis ojos.

-Bájate del auto-Dijo con la cabeza baja.

Me baje del auto y este se fue. Fui a recoger a Vanessa a casa de mis padres, intentando contener las lágrimas, pero no pude.

-¿Elisa, que te ocurrió?-pregunto mi padre.

-Ven vamos a hablar-dijo mi madre mientras me conducía hacia su cuarto.

Cuando por fin estábamos a solas esta me comenzó a preguntar.

-¿Qué ocurrió mi niña?-pregunto mientras secaba mis lágrimas.

-Juzgue mal a Eduardo, mamá-dije entre sollozos.

-¿Cómo que lo juzgaste mal?-volvió a preguntar.

-Lo culpe de la muerte de Carlos y no era el. No sé si me vaya a perdonar.

-¿Qué hiciste que?-pregunto algo sorprendida.

Comencé a llorar aún más fuerte y mi madre me abrazo.

-Te aseguro que te perdonara Elisa, ya verás-decía mientras intentaba consolarme.



***********************************************************Que piensan de esto? Creen que Eduardo deberia de perdonar a Elisa?

Bueno voten y comenten por Favor :)

Y gracias otra vez, por leer mi historia :*

Un giro inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora