Capítulo 8

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Dos semanas había transcurrido desde aquel castigo, siempre estaba tratando de ganar puntos, quisiera decir que para darle más puntos a mi casa, pero no.

Estaba tratando de reponer los puntos que el profesor Malfoy nos quitaba, sobretodo a mí.

Lo único que me ayudaba a despejar mi mente de ese problema, eran las clases de vuelo.

Lorcan y yo nos hicimos muy amigos, solo soporto a Potter por Lorcan, la verdad.

Con respecto a ese Diario, me intrigaba mucho, ya no tenía oportunidad de leerlo, por la escuela, lo leeré en vacaciones.

Estaba en el comedor, esperando a Lorcan y por ende a Potter, cuando por fin llegaron, les dirigí una mirada enojada, Lorcan señalo a Potter y esté como de costumbre lo ignore.

-Gracias por prestarme tus notas de historia de la magia, Mady-Lorcan me pasó mis pergaminos.

-No es nada-Le sonreí mientras los guardaba en mi mochila, sin fondo.

En eso llegaron las lechuzas, cuando vi a Tomás, traía un paquete muy grande y una bandera de Estados Unidos, atada como capa, sonreí, hace tanto que no veía mi amada bandera, seguro es un paquete de mi madrina.

-Tomás-Le dije acariciando le la cabecita, mientras le di un pedacito de pan, le quite la bandera del cuello.

Tomé el paquete y Tomás se fue.

Tenía una nota en el paquete "Espero que te guste, tener un poquito de tu país donde estás"

Atte: Tu madrina.

P.D: No le digas a tu madre lo que te traje porque me descuartiza.

¿Qué me habrá dado?
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Esta mañana la directora Mcgonagall me a dicho que tengo que ir al ministerio, tal parece que mi misión sobre atrapar los mortifagos, aún no estaba completa.

La directora y yo tenemos la sospecha que los que quedan están acechando Hogwarts.

Llegue a la oficina del ministro de magia Kingsley.

-Señor Malfoy-Me saludo.

-Ministro-Le salude cordialmente.

-Siéntese señor Malfoy-Dijo ofreciéndome un asiento enfrente de su escritorio.

-No, así estoy bien señor-Le dije-¿Para que me mandó llamar?-Pregunte.

-Necesito que estén los demás para decirle Señor Malfoy-¿Habrá más? Pensé alzando la ceja con curiosidad, en eso se escucho que alguien tocó la puerta-Adelante-Dijo el ministro.

Preste atención a los individuos y me sorprendí bastante.

El primero qué pasó era nada más que el mismísimo Harry Potter en persona, no estaba tan distinto a sus épocas del colegio solo estaba más maduro.

Lo siguió Ronald Weasley también como Potter, solo se veía más maduro.

Y por último al verla mi corazón empezó a latir frenéticamente, ahí estaba ella, Hermione Granger, luciendo más escultural que nunca, con ese vestido y esos tacones, al verme palideció "El efecto Malfoy" pensó una voz interna mía.

-Ministro, Malfoy-Nos saludo Potter con cortesía al igual que Ron Weasley, Hermione seguía en shock.

-¿Nos mandó llamar?-Pregunto Hermione Reponiéndose algo sonrojada.

-En efecto Señora Granger-Dijo evaluando la situación-Tengo una misión para los cuatro-Realmente quería estar trabajando a lado de Hermione, pero no quería arriesgarla.

-¿De que trata?-Ronald Weasley algo interesado.

-Señor debe haber un error, yo no soy aurora, no puedo andar en mis...-La interrumpió Kingsley.

-Hermione-La miro a los ojos-Tu fuiste la mejor aurora hace 11 años-Era cierto, sonreí recordando la época que ella vino corriendo a mi diciéndole que la habían aceptado en el departamento de aurores-Además por el caso creí que te interesaría.

Kingsley saco unos papeles de su escritorio-Se trata de sus hijos-Sentenció Kingsley.

-Señor yo no tengo hijos-Respondí rápidamente y vi como Hermione, se movía incomoda y con cierto nerviosismo ¿Porqué?

-Ya sé que no, señor malfoy me refiero a ellos-Señaló al trío Dorado, sentí una punzada en mi corazón, ella si hizo su vida y yo no pude olvidarla, me siento un idiota.

-¿Que tiene mi hija Kingsley?-Se puso como Leona, Hermione, esa faceta solo la había visto en tercer año cuando mi hermione me golpeó.

-Cálmate Herms-La consoló Harry mientras la abrazaba, hasta sentí unos celos horribles, ahorita yo estuviera abrazándola, mientras el ministro hablará sobre nuestra hija, pero claro! Ella se fue y tuvo una hija con otro.

-Señora Granger, tengo reportes de que los pocos mortifagos que quedan, están tras la pista de sus hijos.

-¿Porqué?-Hablo Ronald horrorizado.

-Buscan venganza señor Weasley, ayer una cuadrilla de Aurores, encontró esto en un maletín de un mortifago-Eran fotografías de Turner, Potter y Weasley en Hogwarts.

-Aquí entra el señor malfoy en la operación, el a estado por más de 10 años en la búsqueda de mortifagos-Sentí todas las miradas sobre mí-Es el más experimentado en el campo.

-¿Hay algún sospechoso?-Pregunto Potter.

-Sólo hay uno hasta el momento-Me miro Kingsley-Lucius Malfoy- ¿Mi padre? Estaba totalmente horrorizado y decepcionado, creí que ya había superado eso.

-¿Y porque debemos de confiar en él?-Pregunto Weasley desafiante, ya estuvo.

-Mira Weasley más vale que cierres esa boca sino qu-En eso me interrumpió Hermione.

-Basta Malfoy-Vaya no sé que dolió más, si su tono frío con una mirada de muere o que me llamara Malfoy.

-Señores, Draco Malfoy estuvo trabajando en cubierta con nosotros junto con Snape en la época del colegio-Alce mi ceja al ver, la cara de estupefacción de Harry Potter y Ron Weasley, Hermione ya lo sabia.

-P-pero-Intentó hablar Harry Potter.

-Pero nada Harry y tú también Ronald-Hablo Hermione-Si el ministro dice que Malfoy-Otra vez mi corazón se estrujo-Es el indicado para esta misión, confiaré en el ministro y en él, ya no somos nosotros Harry son nuestros hijos-¿Esa fue una mueca o una sonrisa? Que me dio Hermione.

-¿Aceptan la misión?-Pregunto Kingsley.

-Por Mady, la acepto-Debía admitir que era genial como Hermione defendía a su hija, no me equivoque al predecir que ella sería una buena madre.

Aunque un poco de tristeza tuve al pensar que ella hubiera sido así con mis hijos, ahora ni ella ni hijos tengo.

-Aceptó-Musitó Ronald Weasley.

-Para que James, este a salvo lo que sea-Hablo Potter aceptando.
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