Capítulo 3

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Camine por esos pasillos con mi hija, alrededor de nosotras había miles de murmullos y miradas curiosas.

Esto era un poco incómodo, mire a Mady para ver cómo se lo estaba tomando, había notado la atención que había en nosotras, miraba a todos con un gesto de superioridad e indiferencia, mientras que tenía una sonrisa algo torcida.

Eso no era algo muy común en ella.

Camine hacia la oficina del ministro de magia, Kingsley quien ya me esperaba a fuera de la oficina, con una sonrisa.

-¡Hermione Granger! Me alegra verte de nuevo-Dijo saludándome y luego poso la mirada en la niña-Mira quién tenemos por aquí-Hablo mientras que mi hija, lo miraba con un semblante normal.

-Ah mi también me da gusto volver a verlo señor, ahora déjeme presentarle a mi hija-En eso la niña hablo.

-Madeleine Turner-Le dijo la niña dándole la mano de manera educada.

-Mucho gusto señorita-Dijo sonriéndole-Es casi idéntica a ti, excepto por los ojos, seguramente se parecerán a los de su padre-La niña sonrío, Richard tenía los ojos azules claros.

-Hija ¿porque no te quedas aquí?-Esta sala de espera, es perfecta para que me espere Mady mientras me pongo de acuerdo con Kingsley.

Ella asintió.

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Cuando mi mamá fue a la oficina de su jefe, vi que la recepcionista estaba distraída.

¡Perfecto!

Había leído, que desde la segunda guerra mágica habían guardado todos los periódicos y noticias, me llamaba demasiado la atención de ir a esa "Biblioteca" como decía mi madrina Lilia "Eres una Granger, no te puedes mantener más de dos días lejos de una biblioteca o un libro" y era cierto, amaba estar en la biblioteca y leer.

Como soldado, me fui escabullendo, entre tanta gente, me pregunto ¿Porque no hay un mapa? Como en esos centros comerciales muggles que te muestran donde están ubicadas las tiendas.

Entre al elevador, había demasiada gente, salí en cuanto vi la oportunidad de atravesar toda esa gente.

Parecían zombis aquí o robots, me daban miedo, espero que mamá no se convierta en robot.

Camine como loca unos cuantos minutos, hasta que sentí el frío piso... genial ¡Choque con alguien!.

-¿Estás bien?-Escuche la voz de un hombre, gire mi cabeza para ver con quien había chocado.

Era un señor rubio, pálido, tenía ojos grises, interesante el señor, no parecía otro robot de los de aquí.

-Sí, gracias-Dije mientras tomaba la mano que él me ofrecía para levantarme.

-¿Estás perdida?-Pregunto él, entonces me quite mi gorra, ya que veía que todo mundo se me quedaba viendo raro.

-Un poco-Dije guardando mi gorra en la mochila y le sonreí al señor, él se quedó más pálido de lo usual ¿Habrá visto un fantasma?-Estoy buscando una biblioteca ¿Sabe donde queda?.

-Si, déjame te llevo-Dijo reponiéndose de su ¿Transe?.

-¡Gracias!-Entonces lo comencé a seguir, el señor parecía simpatizarme.

-¿Qué haces aquí sola?-Pregunto mientras caminábamos en un pasillo-No es normal ver niños por aquí solos.

-Vine a acompañar a mamá-Me limite a decir, debía recordar que él era un extraño.

-¿Te escapaste de tu mamá?-Pregunto levantando una ceja, parecía divertido.

-No-Me limite a decir algo sonrojada, la verdad si me escape.

Reencontrándonos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora