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Mierda. 

Fue lo que pensó Ángeles cuando vio el doble tic azul.

Taylor había leído el mensaje.

Ángeles pensaba que se molestaría por eso, pero cuando quiso venir a darse cuenta el timbre había sonado y la chica ni sus amigas estaban otra vez en la mesa y ese día no tenía clases con ella. Al menos podría invitarla para llevarla a su casa.

Claro, si es que la chica aceptaba. Aunque no estaba nada mal en intentarlo, ¿no? Volviendo a la respuesta que le dio a la castaña.

Cuando se levantó, se separó de Megan y saliendo lo más rápido que pudo de la cafetería, escuchando a Megan llamarla de fondo, pero ella tenía otros planes. Para su muy buena suerte logró encontrar a Taylor antes de que la chica entrara a su clase de Español -Qué estupidez, la chica viene de un país en donde hablan español, pensó. Con el celular en la mano, echó a correr para impedir que entre al salón y cuando la alcanzó la agarró por su antebrazo, con demasiada fuerza tal vez, ya que la escuchó quejarse, pero ese no era el problema.

-Taylor...-Dijo, agitada por haber corrido, aunque no fue tanto, pero el estar esquivando a los estudiantes no ayudó mucho.

Taylor volteó a verla totalmente sorprendida, sus mejillas tomaron un color carmesí al recordar el mensaje de Ángeles, por lo que agachó la cabeza. Ángeles frunció el ceño, sin entender por qué la chica hacía eso, pero le restó importancia y con sus dedos en la barbilla de la chica hizo que alzara la cabeza.

Al instante, sus ojos brillaron y ambas tuvieron el mismo pensamiento.

Ojalá y ese hermoso brillo en sus ojos fueran por mí.

Y sinceramente, no sé quién es más idiota. Si Taylor o Ángeles.

-¿Qué sucede?.-Preguntó Taylor después de haberse perdido en los ojos grises de Ángeles.

Y al parecer la anterior mencionada había estado igual. Solo que en sus azules.

-Yo...este...quería preguntarte si después quisieras salir a comer conmigo. Cuando salgamos de aquí, digo.-Soltó su antebrazo y notó que ya quedaban pocos estudiantes en los pasillos.

-Hoy tengo que trabajar, no puedo.-Contestó la chica, recostándose en la pared.

Ángeles le sonrió.

-Ya hablé con tu jefa y me dijo que no había problema con que faltaras un día al trabajo.-Le dijo, con una sonrisa ladeada. Taylor sonrió en grande, tanto, que se le marcó un hoyuelo en su mejilla izquierda-Dios mío, pensó Ángeles.

-Es que soy nueva, no me gustaría que ella se lleve una mala impresión de mí. No sé si me entiendes.-Se encogió de hombros.

-Oh vamos, déjate de juegos Brooks. Y acompáñame a comer unas hamburguesas a McDonalds o pizza o tacos. Lo que sea que quieras, pero vamos.-Estaba rogándole, de alguna manera u otra. Taylor parpadeó un par de veces, incluso pensó en pellizcarse.

Ángeles Jenner estaba rogándole para llevársela a comer.

-Bien. Te acompañaré a comer, pero quiero pizza. Ya me llevaste a comer hamburguesas.-Ángeles le sonrió.

-Técnicamente no te llevé a comer, estábamos acompañadas, no solas.-Se encogió de hombros.-Pero está bien, cuando salgas me envías un mensaje o puedes esperar en el mercedes.

Asintió y justo cuando Ángeles se dio la vuelta para irse a su clase-a la cual iba retrasada por casi 5 minutos-le dijo: Mis sonrisas siempre serán por ti.

NO. (Lesbian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora