POV Ángeles
Algo estaba sonando y muy fuerte, estiré el brazo y agarré el estúpido celular aceptando la llamada rápidamente solo para no despertar a Taylor.
-¿Quién mierda habla?.-Pregunté mientras me pasaba una mano por el cabello y abría los ojos, notando que aún era de noche.
-A mí no me hablas así.-Respondió la persona. Me paralicé totalmente y miré para todos los lados, después miré la pantalla del móvil entrecerrando un poco los ojos 2:06 am.
-Dime.-Me puse de pie poniéndome las bragas y un short, agarré un bra deportivo y entré al baño, cerrando la puerta detrás de mi poniendo el altavoz.
-Se te acaba el tiempo, Ángeles.-Me puse el bra y la camiseta azul que encontré, me cepillé los dientes y quité el altavoz, sentándome en la tapa y llevándome el móvil al oído.
-Lo sé, pero ya el martes te aviso dónde podré verte.-Escuché un ruido en la cocina. Abrí la puerta y bajé silenciosamente las escaleras.
-Muy tarde, Angie.-Colgó.
Y justo al entrar en la cocina lo vi de espaldas. Estaba muy abrigado, hasta parecía como si hiciese un frío del carajo y ni tanto. Cuando se volteó su aspecto me dejó totalmente sorprendida. Estaba pálido, muy pálido. Tenía las ojeras muy marcadas y se notaba cansado y tenía un gorro verde puesto en la cabeza, aún así se veían algunos mechones de cabello castaño oscuro, como el mío. Sus ojos, como los de Maite me observaban atentos y cansados, me le acerqué y él retrocedió, admito que eso me sorprendió bastante. Cuando vi su mano, tenia allí unas galletas de chocolate y en su otra mano una botella de agua, que tomó de aquí y de ahí el ruido, supongo.
Él habló primero.-Hola Ángeles, ¿Qué hay?
Vaya. Me pasé la mano derecha por mi cabello, un tic nervioso que tenia.
-Hola Marcos. ¿Cómo estás?
-Bien, creo. ¿Y tú?
-Eh, igual, supongo.-Qué incomodo.
-¿Podríamos sentarnos?, estoy muy cansado.
Lo noté.-Sí, claro.-Salí rápido y me senté en el sofá de una plaza.
Él salió detrás de mí y se sentó en el de tres, abrió el paquete de galletas y comió una. Masticó conmigo mirándolo, preguntándome qué mierda hacia él en mi casa y comiéndose las galletas favoritas de Taylor. Aunque lo esencial era, qué tenia él que decirme que no podía esperar para decirme el martes y que lo haya obligado a escaparse de la cárcel en medio de un traslado.
-Supongo que te preguntas que qué hago aquí, ¿no?.-Dijo, mirándome fijamente.
-Sí, aunque también me gustaría saber por qué te escapaste.-Dije cruzando las piernas y rezando para que Taylor o algún otro se despierte a esta hora.
-Es una historia algo larga, pero prometo que no quiero hacerte daño ni a ti y mucho menos a mis hermanos.-Lo miré sorprendida, cómo que hermanos.-Sí, somos hermanos, supongo que tus padres nunca se los dijeron porque tampoco es como que yo fuese el mejor hermano. Pero te haré la historia, supongo que al menos sabes que eres mayor que yo por un año, ¿no?.-Asentí, eso siempre lo supe, lo comparaban constantemente conmigo.
-Cuando mamá salió embarazada de mí te mandó a vivir con unos amigos porque ellos querían una niña, al menos cuando se enteraron que seria niño. Cuando me dio a luz una familia me adoptó pero aún así manteniendo el apellido de papá. Luego fue cuando tú regresaste, o al menos eso me contaron los abuelos, ellos fallecieron hace un tiempo. La cosa es que, esa familia traficaba droga y me enseñaron a cómo usarla, pero papá siempre me cuidó, mamá no, para ella no era su hijo era un simple muchacho por quien perdió nueve meses. Cuando decidiste contarles a nuestros padres que eras lesbianas y él...él buen, él empezó a maltratarte yo lo supe.-Volteé el rostro, odiaba este maldito tema.-Pero mamá nunca me dejó acercarme a la casa, cuando él te violó sí que enloquecí y lo golpeé una vez que fue a buscarme.-Lo miré frunciendo el ceño.
-¿Fuiste tú?.
-Sí, ¿Qué dijo él que le había pasado?
Sacudí la cabeza.-Él dijo que tuvo una pelea con un amigo porque encontró una foto suya en el móvil de su esposa.
Él negó.-Yo lo golpeé y no sabes lo feliz que eso me hacía, siempre cuidaba de Maite cuando la dejabas con sus amigas y agradecía que cuando él te maltrataba ella no estaba.-Asentí, yo también lo agradecía.-Bueno, cuando me conociste yo solo quería acercarme a ti como tu hermano menor y decírtelo. Cuando él me dijo que tú ibas a trabajar conmigo no me alegré mucho, pero después pensé en lo genial que iba a ser porque al fin iba a poder hablarte. Hasta que él me lo prohibió y me amenazó con hacerle daño a Maite, me obligó a tratarte mal, a golpearte todo. Después de que te hacia eso rezaba para que no atentaras contra tu vida y dejases a Maite sola y después, le rezaba a Dios porque tú salieras de toda esa mierda. Cuando te me revelaste y te escapaste con Maite a Canadá lo celebré y el viejo se enojó muchísimo, yo pagué las consecuencias, pero lo hice con mucho orgullo.
--Cuando volviste y yo aún seguía en la cárcel, él me visitó y me dijo que debería de pudrirme ahí y que después te buscaría a ti. Luego supe de los mellizos y de ti y Maite. Nuestros padres murieron Ángeles, por eso nunca volvieron. Cuando les diste ese dinero me visitaron y me echaron en cara muchas cosas y después me dijeron que se iban a ir a vivir lejos y que te iban a dejar con los tres. El avión se cayó, nunca llegaron a Puerto Rico.-Él se encogió de hombros.-Y esta bien, me alegro por eso, aunque ellos fuesen nuestros padres. Pero estoy aquí porque aparte de que quería contarte todo esto y decirte que no fui del todo el malo de la película vine a decirte que tengo cáncer y muy avanzado. No sobreviviré a este y necesitaba contarte todo esto antes de irme.-Se levantó y caminó hasta la puerta principal, aún en shock, lo seguí.-Cuídalos y cuídate a ti también, sé feliz con esa chica y disfruta la vida. Termina el instituto y estudia algo bueno, deja las estúpidas carreras aunque sean solo para ayudar a alguien y aléjate de ese maldito mundo. Me creas o no, te amo, a ti y a mis hermanos, aunque todos ustedes me odien, ten una buena vida y nos vemos pronto.-Cerró la puerta y se fue.
Yo subí los escalones en silencio hasta la habitación, me quité la camiseta y me acosté. Sintiendo el cuerpo de Taylor abrazarse a mi y yo la apreté contra mi cuerpo apoyando la cabeza en la suya y sin más, así en silencio. Lloré, lloré como nunca en mi vida había llorado.
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Sí, sí, sé que está corto, pero este cap es el que prácticamente cierra todo. Los próximos capítulos serán los que terminarán la historia. Que creo que en sí solo llegaré a los 30 capítulos. Con esta confesión espero que sepan más de Ángeles. Lamento el smut no soy buena en eso xd.
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NO. (Lesbian)
Teen FictionResponder con un "no" era parte de su diario vivir, la negativa ante todo lo bueno, al menos hasta que conoce a alguien que piensa cambiar esa palabra y transformarla en un "sí". Ángeles Jenner deberá prepararse para todo lo que esa chica trae. ...