Demasiado tarde

1.3K 122 60
                                    

—¡Solo firma los malditos papeles! —Bucky le alzo su voz a Leah, pasando una mano furiosamente por su cabello.

—Llegare a ello. Tengo mucho que hacer —Leah suspiro sin darle la cara.

—Esa es la última cosa que tienes que hacer —él hablo con su mandíbula tensa.

—No puedo firmarlos. Eso significa que ha acabado.

—Ha acabado —Bucky paso una mano por su cara—. Solo termina con ello, por favor. No quiero que esto sea más desastroso de lo que ya es.


Domingo. Leah se despertó con un dolor de cabeza punzante. El sol brillando a través de las cortinas le hizo contraerse de dolor. Sus ojos cansados lentamente viajaron hasta el reloj, suspirando con suavidad mientras trataba de distinguir los números a través de su visión borrosa: 10:15 a.m. Leah nunca dormía tanto. Francamente, le hacía sentir un poco perezosa. Ella tomo su teléfono, dando un pequeño brinco cuando vio que estaba descargado. ¿Y si Bucky había llamado y no había podido comunicarse con ella? Leah rápidamente conecto su teléfono a la corriente y se quedó parada sosteniendo su cabeza mientras sentía el golpeteo de la resaca en sus ojos. Leah recordó porque ya no bebía. No solo porque tenía hijos, pero porque la secuela no estaba ni cerca de valer la pena.

Haciéndose un moño, ella se hizo camino hacia el baño y abrió la regadera, asegurándose de que el agua estuviera lo suficientemente caliente como para dejar su piel roja. Leah se desvistió y entro a la ducha, haciendo una mueca cuando el agua golpeo su piel. Pero cuando estuvo ahí por unos momentos, fue aliviador, y era exactamente lo que su cuerpo quería. Su memoria viajo a cuando Bucky y ella recién se habían casado. La pasión era más de lo que había sido después de que tenía un anillo en su dedo.

Él se quejaría acerca del agua, "¿cómo coño puedes ducharte con el agua tan jodidamente caliente?". Pero después de eso, sus manos encontrarían su camino hasta el cuerpo de ella. Él tendría que hacer un comentario pero entonces sus labios estarían soldados en el cuello de Leah y entonces en sus pechos...

Ella sacudió su cabeza tratando de deshacerse de los pensamientos. El sexo solo era una parte de lo que extrañaba a pesar de que había estado sin ello durante un tiempo ya. Bucky era un individuo muy físico. Era una de las maneras en que él había demostrado lo mucho que la amaba. Así que cuando se hubo ido, cuando dejaron de tener sexo, ella supo que su relación iba en decline.

Ella se paró bajo el agua durante un momento antes de lavar su cabello y su cuerpo para entonces rasurar sus piernas. Leah termino de ducharse y cerró el paso de agua, tomando una toalla y saliendo de la ducha. Sus ojos se movieron al espejo, el cual estaba cubierto de vapor. Ella paso su mano sobre este, mirándose a sí misma. Sus ojos estaban cansados incluso después de todo el sueño que había recuperado las últimas dos noches. Su figura era más pequeña de la que había sido, lo que era bueno pero a la vez no tanto. Estaba perdiendo el peso que había ganado con Avery pero estaba más delgada que antes. Era el estrés, ella lo sabía. Era no tener a Bucky y ser una madre soltera.

Leah se puso sus pantalones de yoga y una camiseta sin mangas antes de correr por las escaleras, tomando una banana y sus zapatos deportivos. Era tiempo de ir a la tienda de comestibles. Siempre era más fácil sin los niños. Jack era semi destructivo y Avery siempre estaba agitada. Pero aun así los extrañaba.


• ────── ✾ ────── •


—¿Quieres desayunar? —La voz de Rebecca era baja y silenciosa mientras susurraba sobre el pecho de Bucky. Sus dedos trazaban los músculos de sus abdominales mientras él respiraba con suavidad, aun relajado.

Un amor de muerte natural |Bucky Barnes/Steve RogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora