—¿Taka?
—¿Está despertando?
—¿Taka? ¿Me escuchas?
Era lo que el menor podía escuchar de fondo, reconocía a la perfección esas voces, poco a poco abrió los ojos sin poder evitar quedar segado por lo blanca que era la habitación, su visión fue acostumbrándose paulatinamente dejando ver al castaño de mechas rubias y al azabache preocupados. Tal parecía que estaban en un hospital, tenía una máscara de oxígeno en el rostro y le habían aplicado un suero.
Takashima al ver a su amigo en mejores condiciones no pudo evitar lanzarse a él y darle un abrazo.
—Joder, Taka... no vuelvas a asustarme así...
—¿Qué pasó...? — preguntó el menor ignorando el comentario de su amigo, imágenes de lo vivido en el cementerio le llegaron a la mente y su corazón comenzó a acelerarse. — Shima... no, suéltame...— dijo intentando alejar al mayor.
—¿Qué ocurre? — preguntó preocupado.
—Vete... quiero estar solo...— se acurrucó en la camilla dándole la espalda a sus amigos.
—Taka... ¿qué te ocurre? — insistió el otro.
—¡Quiero estar solo Shima! ¡Solo váyanse y déjenme descansar! — medio alzó la voz.
Pudo escuchar sus pasos y eventualmente como la puerta se cerraba.
Al fin solo, no pudo evitar caer en llanto, no se necesitaba ser un genio para armar este rompecabezas, ahora lo entendía, tenía un padre, un padre de nombre Takeshi Matsumoto, él nunca fue hijo único, tenía un hermano gemelo, era por eso que tenía esos sueños, era Takayuki quien protagonizaba sus "pesadillas", tal vez era por eso que siempre se sintió vacío, a la mitad.
Takayuki era esa otra mitad, a la cual, desgraciadamente Takanori le estaba robando el puesto. Era demasiada casualidad, de todas las personas en el país, le había tocado a él estar en el momento exacto para que los acontecimientos siguientes se dieran de la manera que se dieron. Ahora se enteraba de la peor manera que tenía familia, no podía creerse la suerte que tenía.
Se sentía impotente, sucio, miserable, era un ser horrendo, le había robado el nombre a su propio hermano, había estado viviendo la vida de su hermano, se había enamorado de Akira... el amor de su hermano.
Le había robado todo.
Se hubiera seguido cagando a si mismo mentalmente si no hubiera cruzado su padre por la puerta, su expresión, a diferencia de otras veces, no era alegre o serena, sus ojos estaban invadidos por el miedo, y su rostro se veía demacrado, a leguas se notaba que había estado llorando.
—Hola pequeño...— Takanori lo miraba, no con odio, ni resentimiento, a pesar de lo que había pasado, estaba contento de saber que tenía un padre, y no podía haber nadie mejor que él.
—Hola... papá...
—Me... me alegra saber que estás bien ¿sabes?... — se sentó cerca del menor y le acomodó los castaños cabellos.
—¿Qué pasó? — preguntó el menor.
—Ayer, cuando te dije aquello...
—E...espera ¿Ayer? — preguntó asustado el menor.
—Si, cuando te conté todo Takayuki... comenzaste a hiperventilar, no, yo no...— la voz del hombre se comenzó a quebrar. — no sabía que hacer, estaba muy asustado, te desvaneciste y hasta hoy despiertas... me asustaste muchísimo hijo. — acto seguido tomó la mano del menor evitando tocar a aguja que estaba conectada a la misma. — Takayuki... por favor perdóname...— suplicó en llanto.
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Famoso por Accidente (un fic de the GazettE)
FanficUn chico inglés con una vida sedentaria, tranquila, trabajo de medio tiempo, próximo a graduarse, de pocas palabras y torpe al momento de hablar con desconocidos, excelente pianista y compositor. Un japonés con vida ruidosa, extravagante vocalista d...