Capítulo 24

4K 223 10
                                    

Pov Christian

Tres meses después

-De modo que tiene que salir del país, señor Grey. De otra manera no realizarán el negocio con usted.

No sé que me pasa, nunca había sentido pereza de ir detrás de mis negocios, pero una vez más, el trabajo me gana.
-Alista todo para ello, iré junto con Ros y Taylor. Ustedes dos se quedarán aquí, no es un viaje muy largo.

***

Llevo diez horas de viaje, y me siento muy desanimado. Dejar a mi familia cada vez es más difícil, escuchar a mi princesita decir: "papi, no" con sus ojitos llenos de lágrimas no es algo fácil de superar.
Todo ha estado excelente, mi felicidad es tan grande que no cabe en mí. Amo a mis hijos, y a mi esposa la idolatro.
-Señor Grey, encontré esto en el suelo. Taylor me tiende una pequeña agenda en la que escribo cosas de mis días, también tiene varias fotografías de toda mi familia. La guardo en mi saco, y continúo pensando en lo afortunado que soy.

**

La reunión fue un éxito, logré ganar el negocio. Voy manejando camino al hotel, ya quiero irme lo más pronto posible. Rusia no es de mis países favoritos, lo siento muy lejos de mi casa.
Estoy en un semáforo, cuando veo que están asaltando a una señora. Me bajo rápido del auto, y cuando menos me doy cuenta, veo varios autos venir hacia mí. Todo se vuelve nada.

***

Pov Anastasia

Christian no me ha llamado, sé por Ros que llegaron bien y que lograron conseguir el negocio. Los niños han estado muy inquietos y llorosos, tampoco les gusta estar lejos de su papá.
Estoy meciendo a ambos en una silla muy cómoda, cuando entrar Elliot y Kate de golpe al cuarto. Ambos tienen lágrimas en sus ojos, y el pánico grabado en sus rostros ¿qué ocurre?

***

-Lo siento mucho, señora Grey. Todos se acercan uno por uno, yo no respondo. Mi alma está partida en mil pedazos, aún no puedo creer que sea mi esposo el que reposa en esa fría e incómoda caja.
Mi vida perdió su órbita, no tengo luz en mi camino. ¿Cómo seguiré sin tí? Dicen que fue su imprudencia, quería salvar a alguien. Maldito viaje.
Toda la familia está destrozada, mis niños están ajenos a todo lo que está pasando, ¿qué diablos pasó?
-Ana, tómate este té. Llevas seis días sin comer nada. Escucho a lo lejos a mi madre.
-Sólo lo quiero a él, mami. Tráelo de vuelta, por favor. Lloro todo el dolor que siento, lloro por no evitar que se fuera, lloro por saber que no lo veré nunca más.

***

Cinco meses después

-Hola mi amor. Tengo tanto que contarte. Ayer empecé a manejar Grey House, Ros estará conmigo en todo al igual que tu padre. Dejé la editorial en manos de Hanna, quiero cuidar de lo que con tu mayor esfuerzo lograste. Nuestros hijos cada día están más grandes, dentro de poco cumplirán el añito, te extrañan mucho.
Grace volvió al trabajo también, Mía y Elliot han estado con ambas, incluso cuando ellos están llenos de dolor. Vine hoy, porque estamos de aniversario, mi amor. Un año desde aquel día en que me caí en tu despacho. Nuestra navidad no fue nada linda, pero te prometo no dejarnos caer. Te extraño tanto, ¿por qué te fuiste, bebé? Me hacen falta tus ojos, tu boca, tu amor, tenerte conmigo siempre. Me haces falta tú, y sólo tú.
Dame la fuerza para seguir adelante, porque siento que no voy a poder sola, son tantas cosas. Espero no decepcionarte, y hacer de nuestros hijos, las mejores personas.
Te amo, Christian. Siempre lo haré.

***

-Ana, para mañana tenemos un almuerzo con el señor Gutiérrez, el de las plantas eólicas. Ocupas revisar este contrato para que lo lleves mañana. Dentro de esta carpeta, te dejo la información que necesitas para entenderlo. Nos vemos mañana en la mañana para terminar de discutirlo.
-Muchas gracias, Ros. Le digo con un intento de sonrisa, ella ha sido mi apoyo junto con Carrick de todo lo que estaba en manos de Christian.

Llego a casa, y lo primero que hago es ir a ver mis terremotos. Ambos están jugando con sus peluches en el suelo del cuarto de Teddy. Son idénticos a Christian, me hace extrañarlo menos porque siento que lo veo todos los días.
Juego un rato con ellos, los alimento y duermo. Cuando ya están en sus cunas, salgo de la habitación y me dirijo a la mía. Me cambio y me dedico la mayoría de la noche a estudiar el contrato de mañana.

***

-Buenas tardes, señora Grey, Ros.
-Buenas tardes. Respondemos las dos a la vez.
-¿Ordenamos, o de una le entramos al contrato? Santiago me ve de una forma extraña, esa cara que mi Christian decía odiar en loa hombres.
-Si podemos espezar con el contrato, estaría mejor. Respondo fríamente.

Detallamos todo el proyecto, incluso, ofertamos mejor que cualquier otra empresa, pero él nos dice que sólo faltaría algo.
-¿Qué sería? Le pregunta Ros
-Una cena con Ana. Musita Santiago, mirándome extraño.
-Lamento entonces la pérdida de nuestro tiempo.
-¿Es un no, Ana?
-No sé en que momento le dejé llamarme de esa manera, evidentemente es un no. Tengo dos hijos a los cuales cuidar, y a un esposo al que amo profundamente.
-Tu esposo murió hace casi seis meses, Anatasia. Eres un mujer joven, hermosa y ahora, con mucho dinero.
-Dinero que le pertenece a mis hijos, no amí. Yo nunca aspiré a tener en mis manos la fortuna de mi marido. Lo que yo decida hacer con mi vida privada, es mi asunto. Jamás pondría mis ojos en otro hombre.
-Señores, lamento que esto terminara así, pero no puedo permitir que se ofenda a Anastasia de esta manera. De modo que el negocio no se hará.

***

Seis meses después

Cumpleaños feliz, te deseamos a tí, cumpleaños cumpleaños, te deseamls a tí.

Vea a mis hijos soplar fuerte sus candelitas. Yo pido internamente tener fuerzas, tener paz. Todo ha marchado bien, menos mi corazón. Extraño cada fibra de su ser, no he podido sacarlo de mi mente. ¿Cómo viviré así durante tanto tiempo?
Mía y Elliot tienen lágrimas en sus ojos. Grace llora en el hombro de Carrick, y Kate intenta mantener a mis hijos sonrientes.
Sólo quiero cerrar mis ojos y verlo, abrazarlo. Pero sé que él ya no volverá.

***

Pov Taylor

Observo la tristeza que tienen cada una de las personas que están aquí. Los niños aún no son conscientes de lo que está pasando.
Intenté buscar alguna marca que dijera que Christian estaba bien, pero no hallé nada.
Siento mi teléfono vibrar, y veo que es un número internacional, seguramente es de algún amigo de la marina.
-Taylor.
-Despertó.
-¿Quién despertó?
-Lo esperamos en la calle en que el hombre que venía con usted fue atropellado, dese prisa. La llamada se corta, y rápidamente llamo a mi equipo para que averigüen todo acerca de esta gente. ¿Será posible?

Solo quiero hacerte felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora