Capítulo 22

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Rápidamente cierro el pantalón de Christian mientras él sube lentamente el de mi vestido. Intento acomodar su miembro, pero está como una roca.
Él me baja de la encimera y me acomodo un poco.

-Yo lo siento en serio, señor Grey. No quise interrumpir. Está viendo el pecho expuesto de mi esposo, y baja la mirada a su miembro.
-¿Qué ocupas? Le espeta molesto. Yo me coloco en frente de él para que deje de comérselo delante mío.
-Su mamá pregunta por usted, por lo que vine a buscarlo.
-Vete, ya vamos. Baja su mirada a mí, y me acomoda el cabello. Gabriela sigue de pie frente a nosotros, pero sale de la cocina al instante.
-Debimos tener más cuidado, hubieran sido tus padres. Él se encoje de brazos.
-Tuvo suerte de no encontrarnos con mi cara entre tus piernas. Me sonríe.
-¡Christian! Lo regaño sonriendo.

***

Voy camino a Grey House, debo ir por su firma para unos nuevos equipos de la editorial. Llevo un vestido precioso, sé que a Christian le encantará.

Llevo unos muffins y también un chocolate que hice ayer para él.
Cuando entro, sólo está Gabriela en la recepción, pero yo sí soy educada.
-Hola, Gabriela. ¿Está Christian disponible?
-Él está ocupado en este momento, pidió no ser interrumpido hasta que levantara la orden.
-¿Y Andrea?
-Ella no vino hoy, así que si gusta puede esperar al señor Grey. ¿Gusta algo?
-Un vaso de agua, ¿no podrías preguntarle si me puede recibir? De todos modos es por trabajo.
-Tiene la línea bloquea. Ya le traigo su agua.

No medito mucho el asunto, pero me siento a esperar a que me pueda atender. En este momento, desearía estar con mis pequeñitos, pero es por la editorial.

Han pasado tres horas, y Christian no sale ni dice nada. Estoy a punto de irme, pero recuerdo que ocupo esto para la noche, y sé que no lo veré antes. Supongo que debe estar ocupado porque tampoco me ha llamado. En fin, tomo una revista y busco todos los errores que tiene.
-Señora Grey, se ve cansada ¿por qué no vuelve a casa con sus bebés? Ellos deben de extrañarla mucho.
Mi ira crece cuando pienso en que perdí mi día aquí sentada, y mi esposo no se digna a recibirme.
Paso en frente de Gabriela, e interrumpo en su oficina. Lo encuentro leyendo papeles, pero en cuanto me ve su rostro se ilumina.
-Llegaste, ya me estaba preocupando.
-¿Me estás jodiendo? Estoy aquí desde las 9 de la mañana. Son las tres de la tarde, Grey. Nuestros hijos me están esperando. Le reclamo furiosa.
-¿Qué? Su rostro está lleno de furia. -¡Gabriela! Empieza a gritar como un loco.
-Sí, señor Grey.
-¿Por qué demonios no me dijiste que mi esposa estaba aquí?
-Señor, usted pidió no ser interrumpido bajo ningún concepto, yo no quería molestarlo, y su línea está bloqueada.
-Porque estaba esperando a mi esposa, no me gusta que cuando estoy con ella me interrumpan. Lárgate. Le grita con la cara llena de chispas.
-Lo siento. Sale dándome una mirada asesina. Arpía.

-Bebé, perdón. No sabía que estabas aquí. Me abraza muy suave.
-Si me sigues abrazando así, te perdono.
-Encantado. ¿Por qué mejor no me llevas a casa? Sácame de aquí. Llévame a casa, amor.
-¿Me dejas secuestrarte lo que queda del día?
-Soy tuyo. Me besa delicioso.
-Pues hoy, eres sólo de nuestros hijos y mío.
-Como usted diga señora Grey.

***

-Entonces crees que está enamorada de tu marido como todas. Kate quiere que no me deje hacer menos por Gabriela.
-Eso creo. Ya te conté lo que hizo.
-Pero eres la esposa, la madre de sus hijos, a la que se folla todas las noches, Anastasia. Ese hombre es tuyo, tienes que dejarle claro cual es tu posición. Me sulfura que te dejes menospreciar en tus narices.
-¿Y qué quieres que haga? Trabaja para él.
-Pues sé la esposa caliente de siempre. Visítalo, y si es preciso, ponle un rótulo que diga: "Lejos perras". Él está loco por tí, haría cualquier cosa en frente de quien sea contigo. Marca tu territorio, es tu esposo.

Solo quiero hacerte felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora