Capítulo 23

4.5K 231 10
                                    

Pov Anastasia

-Ana, estás preciosa. Dice Christian a mis espaldas.

-Usted también está muy guapo, señor Grey

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


-Usted también está muy guapo, señor Grey.

-Ya terminé de organizar las cosas de los niños, están dormidos, y Gail está con ellos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Ya terminé de organizar las cosas de los niños, están dormidos, y Gail está con ellos.
-Entonces vamos ya, estoy emocionada con esta cena.

Quiero ver a las chicas y a Grace, mi madre nos visitó hace dos días, por lo que he estado triste ya que se fue muy pronto.
No he querido ir a Grey House para no tener ataques de celos, ni para incomodar con mi presencia a nadie. Christian me dijo que tanto Andrea como Gabriela, irán hoy a la cena.
Ros no puede ir porque anda de luna de miel con su esposa, su quinta o sexta luna de miel.
Mis niños preciosos han estado de maravilla, robándose día a día el corazón de su padre y el mío. Christian no vive sin estar aunque sea dos horas con ellos al día, hemos aprendido juntos a saber atenderlos, y mimarlos. No los llevamos hoy, ya que no queremos exponerlos a un ambiente tan pesado, además de que son muy bebés.

Llegamos a la casa Grey, Christian me ayuda a bajar del auto para encaminarnos juntos hacia la gran carpa que instalaron en el jardín.
Logro reconocer a varios socios de mi esposo, y todos se nos quedan viendo de forma extraña, o eso creo yo.
-Amor, ¿por qué nos están viendo raro? Le pregunto a Christian.
-No nos están viendo raro, lo que pasa es que usted, señora Grey, se ve caliente como el infierno. ¿No sabes lo que es una cara fea, y otra excitada aún, preciosa?
-No lo sé, tú tienes la cara linda siempre. Y es la única cara que me importa ver rara, fea, sonriente, y sobretodo, excitada. Chúpate esa, Grey.
-Bien dicho, señora Grey.

Seguimos caminando entre la gente, cuando vemos a Andrea acercarse con su novio, él se ve muy pequeño a la par de ella, seguramente está llevando unos zapatos mortales.
-Buenas noches, señor Grey. Hola, Ana.
-Buenas noches.
-Hola Andrea. Le digo con una gran sonrisa.

Seguimos caminando y encontramos la mesa en donde está nuestra familia. Saludamos a todos y abrazo fuerte a Grace, ella es lo más cercano a una madre que tengo en este momento, la mía está a kilometros de mí.
-Hola, mi dulce Ana. Que abrazo más delicioso. Ella me lo devuelve con la misma intensidad.
-Te extrañé mucho, tenemos que vernos más seguido.
-Yo igual, me muero por ver a mis angelitos otra vez. He estado muy cargada de trabajo en el hospital.
-¿Para mí no hay besos, ni abrazos? Le dice Christian celoso.
-Para tí tengo todo, mi amor. Lo atrae hacia ella y lo abraza fuerte.
-Mamá, me romperás las costillas. Le dice Christian bromeando.

Solo quiero hacerte felizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora