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Su cabeza se golpeó contra la dura estructura de madera al despertar abrúptamente de un extraño sueño con Jimin, su ex novia.

-¿Estás bien, amigo? -rió Taewoon observando a Jungkook, quien seguía algo perdido.

-... ¿Qué? -murmuró mirando a su alrededor, algunos de sus compañeros de carrera lo observaban con burla, suspiró y acomodó su cabello.

-Estabas acá, y de pronto ¡PUM! -rió nuevamente, expresando con sus manos lo épico que había sido la caída de su cabeza desde su mano a la mesa. Jungkook rodó los ojos y se acomodó sobre su agresor -a.k.a mesa-, decidido a ignorar a su amigo.

-Jungkookie... será que... ¿Podemos hablar? -aquella voz lo hizo reaccionar rápidamente, frunciendo el ceño y alzando la vista. Efectivamente se trataba de Park Jimin, la protagonista de su sueño.

-No, lo siento, estoy en una reunión muy importante con Morfeo en estos momentos -mencionó volviendo ha acomodarse, cubriendo su rostro con su antebrazo, pero al sentir la presencia insistente de su ex, agregó-. Adiós.

-Ugh. Eres un idiota -gruñó con su chillona y dulce voz antes de marcharse con su nariz respingada alzada.

-Campeón, ¿qué fue eso? Creí que la extrañabas -rió Taewoon alzando una ceja, más Jungkook no respondió, estaba decidio a volver a dormir.

-Saewonie hyung, ¿qué tal si le llamas a Jihyun y pasamos al cine? -sin embargo, esa voz poco masculina y los constantes golpes de su amigo a sus costillas, impidieron el acto, por lo que levantó la cabeza algo ofuscado, enfocando finalmente al enano que chillaba desde el pasillo, casi frente a la puerta de su salón.

-Ya... ¿Ese es Jimin? Wooo, realmente todo le queda bien ¿Su cabello realmente es rosado? -hablaba Taewoon, pero Jungkook hacía caso omiso a las palabras de su idiota amigo, en esos momentos, por alguna razón desconocida, se le hacía más importante observar a Jimin, con esa sonrisa infantil y ese cabello tinturado que le quedaba sorpresivamente bien. Miraba hacia arriba al enorme chico de cabello negro y nombre Saewon, quien, según el ladrón de besos, era el medio hermano, pero de alguna forma, no le agradaba verlos tan cercanos.

¿En qué idioteces pensaba? Si a él le gustaban las chicas, y además acababa de terminar una relación que por lo menos para él fue seria, y, para rematar su historia, en el hipotético caso de que le haya gustado ese beso, y también, que le atrajese ese chico de cabellos rosados, se llamaba igualito que su ex, por lo tanto, no creía que fuese una buena idea estar con él, ¿o sí?

-¿Qué dices? ¿Sí o no? -ya de vuelta a la realidad, notando que Jimin y su "medio hermano" ya no se encontraban en el pasillo, y descubriendo sus oídos a los sonidos del salón, escuchó a Taewoon preguntándole tales cosas de las que él no tenía idea.

-Eh... sí, claro que sí -se decidió a responder, sabiendo que fue una pésima idea, en cuanto se vio nuevamente en la mansión de Mon Saewon, que también era casa de Park Jimin, envuelto en la música de una fiesta en la cual Park Jimin, a.k.a su ex, también se encontraba.

-Dios me libre algún día de las desgracias que me provocas, Kang Taewoon -dramatizó suspirando, su amigo se encogió de hombros bebiendo una cerveza y haciendo unas holgazanes señas con las manos, se despidió para dirigirse a la pista de baile- Maldito...

Caminó por alrededor de la casa, con una lata en la mano, sin reales ganas de beber, encontrándose con la peculiar escena de su ex siendo tocada por el chico que había golpeado la vez pasada, por haber insultado a su chica. Rió al recordarlo, negó con la cabeza sintiéndose patético y giró en la dirección opuesta con la cabeza gacha, chocando con un cuerpo pequeño, rezando en su mente a todas las vírgenes para que no se tratase de quién creía que se trataba.

-Bonita forma de saludarme, pero dime ¿Se te va a hacer costumbre mojr mi ropa en las fiestas? -suspiró con los ojos cerrados, hizo una mueca y se decidió a verlo.

-Realmente lo siento, iba despistado y...

-Bah, palabrerías, mejor me acompañas a sacarme esto

-¿Por qué debería hacerlo? -mordió su labio inferior a la espera de la respuesta que el bajito pelirosa con nombre de chica le daría.

-Um... pues ¿Para seguir la tradición? -se encogió de hombros y caminó con total calma hacia las escaleras, contorneando su cuerpo a medida que subía los escalones.

-Pues... que sea por la tradición -se dijo a sí mismo, bebió el resto de cerveza que quedaba en la lata y siguió a Jimin, entrando ambos a la misma habitación de la vez anterior.

Él se llama Jimin, y ella también {Jikook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora