♢06♢

674 115 8
                                    

Caminaba junto a Taewoon fuera de la universidad, conversando sobre cómo era que Jimin lo había engañado.

-Ya, ¿en serio no podemos cambiar de tema? -preguntó arrugando la nariz, odiaba pensar en que la chica bonita con la que había pasado parte de su vida lo había estado apuñalando por la espalda.

-Claro, pero no hay mejor tema -rió con burla.

-Mejor llamo a Giah y la invito a salir por ti -sonrió sintiéndose un triunfador al ver el rostro de su amigo cambiar el semblante, pero a medida que buscaba su celular su propio semblante también cambió, su celular no estaba.

-Te pasas, Jeon Jungkook -gruñó.

-Lo siento, perdón... yo... -se giró y comenzó a correr- ¡Iré por mi celular!

-¡Eso! ¡Huye, cobarde! -escuchó el grito de su amigo a lo lejos y rodó los ojos, siguiendo su camino para encontrar su aparato celular.

Llegó al salón de clases e ingresó algo agitado mientras con la mirada buscaba por el suelo, siguió caminando a paso lento. El sonido de la puerta abriéndose y cerrándose interrumpió su búsqueda y se giró agitado para encontrarse con el pequeño cuerpo de Jimin.

-¿Qué haces aquí? -cuestionó Jungkook maldiciendo mentalmente.

-¿Acaso no puedo entrar en el salón de clases? -alzó una ceja y se cruzó de brazos.

-No es tu salón de clases -aseguró apoyándose contra una mesa, el chico se descruzó de brazos y rascó su nuca, pareciendo nervioso.

-Ah... pues, lo que sucede es que... ¡A una amiga se le quedó su carpeta! -se apresuró a decir y relamió sus labios, Jungkook rió y se encogió de hombros.

-Bien -murmuró y volvió a lo suyo, rogando por encontrar luego su celular.

-¡Aquí está! -gritaron ambos sosteniendo entre sus manos uno una carpeta azul y el otro un celular, se observaron y cayeron de espalda al verse tan cerca.

-Ya, ¿estás bien? -la voz chillona del chico lo sacó de su trance, se incorporó y se observaron en silencio por un momento.

-Eh... sí -carraspeó su garganta y se levantó, ofreciéndole su mano al más bajito para ayudarlo a levantarse.

-Gracias -aceptó la mano y se puso de pie, soltando el agarre de inmediato.

-Voy a... tengo que irme -anunció dando zancadas hacia la puerta, giró el picaporte y gruñó cuando la puerta no abrió- Maldición... -murmuró forcejeando.

-¿Pasa algo? -Jimin se acercó.

-No abre... -hizo una mueca y se retiró hacia un lado, observando como Jimin intentaba abrir.

-Oh...

-¿Qué no estaba abierto hasta tarde? -cuestionó sintiéndose vagamente molesto por la situación.

-Voy a matar a Kibum -susurró Jimin para sí mismo, Jugnkook arrugó el entrecejo.

-¿Qué dijiste?

-Nada

-¿Estás seguro? Porque creí haber escuchado...

-Nada, en serio que nada -sonrió falsamente y Jungkook rodó los ojos aceptando que el de baja estatura no le diría.

Estuvieron en silencio observando la hora pasar en sus celulares, hasta que Jungkook pudo escuchar a Jimin hablando por celular con quizá quién.

-Bueno, como sea... Ven a abrirnos, deja de ser tan idiota... ¡Ya, Kim Kibum! ¡Ya! -arrugó la nariz cuando ya no obtuvo respuesta y Jungkook alzó una ceja observando aquella escena.

-¿Tu amigo nos encerró a propósito o qué? -su idea claramente era hacer una broma y calmar el ambiente, pero que Jimin pareciese repentinamente más nervioso y evitase su mirada le confirmaba que su broma, no era una broma- ¿Por qué?

-No... no lo sé, está un poco chiflado, no le hagas caso.... -atropellaba las palabras y tartamudeaba.

-¿De verdad no sabes por qué lo hizo?

-Tal vez... quería molestarme un poco... -murmuró escondiendo su rostro entre sus manos.

-¿Tan mal te caigo? -frunció los labios, la verdad no le agradaba mucho el chico, además de que tenía características bastante similares a su ex novia que le había puesto los cuernos, pero de todas formas no se sentía bien saber que había alguien a quien no le simpatizaba nada.

-¡No! O sea... -carraspeó su garganta y descubrió su rostro- Sí me caes mal, siempre te burlas de mi estatura o de mi nombre... por eso nos encerró, sí, eso -asintió para sí mismo y Jungkook suspiró.

-Ok... lo siento por eso, pero la verdad... es inevitable, después de todo tienes nombre, cuerpo y voz de chica -rió sin querer, golpeándose mentalmente por haber dicho eso en tal situación, Jimin se le acercó y Jungkook cubrió su estómago pensando en que sería atacado.

Y claro que fue atacado, pero no con puños, sino que con labios ¿Acaso el enano Jimin lo estaba besando? Pues sí, esos eran labios y ellos eran los único en ese salón. Dios, ¿qué se supone que debía hacer? Jimin había comenzado a mover sus labios y Jungkook cerró los ojos con fuerza e incluso, sin pensarlo mucho, movió sus labios en conjunto al más bajito, hasta que reaccionó lo suficiente como para empujarlo lejos de sí.

-¿Qué haces? ¿No que no te simpatizo? -frunció el ceño sintiéndose agitado y golpeó la puerta con fuerza, alguien forcejeó desde fuera hasta abrirla- Gracias -dijo antes de salir corriendo.

¿Por qué Jimin había hecho eso? ¿Por qué los Jimines lo perseguían? Además, a él no le gustaban los chicos, ¿O sí? Por Dios, si recién había besado a uno.

Él se llama Jimin, y ella también {Jikook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora