Él se llama Jimin, y ella también {Jikook}

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-Ugh, eres terriblemente irritante -dijo con exasperación, suspiró y dejó el bol con palomitas sobre la mesa, ya no tenía hambre.

Jimin arrugó la nariz, frunció sus labios, apretó los puños y entrecerró los ojos para dedicarle una mirada de odio al menor.

-Deja de hacer berrinches, por dios -rodó los ojos y se levantó del asiento.

-¿Dónde vas? -preguntó con molestia al verlo caminar sin voltearse a verlo, se sentía impaciente y odiaba que no le cumplieran sus caprichos, más aún, odiaba pensar que tal vez a Jimin sí le cumplía todo, mientras que a él no, ¿Por qué a él no y a ella sí? Un gruñido abandonó sus labios.

-Al baño -siguió avanzando y se encerró en dicha habitación para observarse al espejo, suspirar y sonreír.

Algo que había aprendido a adorar durante la última semana era molestar a su novio para verlo hacer aquellas rabietas aniñadas que sólo conseguían conquistarlo otro poquito y querer comerse a Jimin a besos.

-¡Jungkook! -el grito enfadado de su novio, que lo esperaba aún sobre el sofá, lo hizo soltar una carcajada, abrir la llave del grifo y llenar sus manos con agua para echarse en la cara y refrescarse un poco antes de salir y seguir con la batalla.

-Ya, ya voy -bufó al salir del baño, volviendo a su lugar junto al mayor.

-¿Realmente te cuesta tanto hacerlo? -rodó los ojos y volteó a mirar el rostro del pelirosa, encontrándose con un lindo puchero adornando sus labios y las mejillas infladas como dos pequeños globitos.

-Jimin, en serio. No voy a cantar esa idiotez -aclaró, Jimin apretó los puños, suspiró, se levantó del sofá y se ubicó sobre las piernas de Jungkook, quedando a horcajadas, rodeando con sus brazos el cuello del menor.

-Por favor~ -ronroneó rozando la punta de su nariz con la de Jungkook, este suspiró y mordió su labio inferior.

-Jimin... y-ya basta -tragó saliva al sentir como su novio comenzaba a balancearse suavemente sobre su cuerpo.

-Sólo es un poquito, no pedí la canción completa -puchereó, el menor posó sus manos sobre los muslos de Jimin y suspiró tembloroso.

-Si lo hago... luego tendrás tú que hacer algo que yo quiera -Jimin asintió sin pensárselo dos veces, con aquella sonrisita sugerente y los ojos brillosos.

Así fue como Jeon Jungkook comenzó a cantar el opening de Pororo.