─Chapter; S I X.

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𝐂𝐎𝐍𝐅𝐈𝐀𝐍𝐙𝐀.

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❝El respeto y la confianza
se ganan, pero usted
 no ha hecho nada
para ganarse las mías.❞

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¿Han llegado a sentir el vacío, el vacío inerte y enorme en la profundidad de su corazón? Yo sí; y es algo terrorífico, lleno de soledad y dolor. Cuando Emily Bennett me puso en aquel profundo y extraño sueño eterno, yo conocí el infierno, me sucumbí en él, mí alma se quemaba como sí de papel se tratará, el miedo y el dolor eran lo únicos sentimientos que sentía, la pena y la angustia, el despertar día a día viviendo el mismo día por ciento cincuenta y tres años. La fé la perdí totalmente después de una década de esperar mí regreso con mís hermanos. Mí confianza la deposité perdidamente en Damon, había pasado dieciséis años con él, cuando nuestra madre murió, cuando nuestro padre nos golpeaba injustamente y cuando Stefan comenzó a cambiar un poco al trabajar con padre; creí conocerlo como a nadie, pero me equivoqué. Cuando hace una semana rompió mí brazo, cuando me corrió de mí casa y me insulto, cuando puso a Elena Gilbert sobre mí y mis decisiones, sobre mí respeto y mí lugar como su hermana menor. Estaba totalmente decepcionada, triste, molesta y con un vacío en mí corazón.

La noche que tuve la pelea con Damon, salí de mí casa y me raspe totalmente mís rodillas, haciendo cortes demasiado profundos donde la sangre no dejaba de salir, al final terminé desmayada, y sentí unos brazos cargarme, cuando desperté no estaba en mí habitación, era la de Elijah Mikaelson, él fue quién me recogió del bosque y me trajo a su mansión. Y ahora vivía con los Mikaelson, pero no he salido de la habitación que me dieron, no por miedo, sino por vergüenza, puesto que no he olvidado lo que paso con mís hermanos y ellos.

-¿Quieres comer?-la voz de Freya interrumpió mis pensamientos.

-No gracias-murmure triste.

-Te ves muy ojerosa cariño, y más delgada. Come algo-su forma tan tierna de decírmelo hizo que mí corazón se rompiera más al recordar mis hermanos.

-Me siento muy rota-dije sollozando.

-Te entiendo, al principió yo tuve muchos problemas con Klaus, pero ahora somos muy unidos.

-Ya no soportó esto, puso a ella delante de mí.

-Algún día se dará cuenta de su error, pero no puedes morirte de hambre. Ahora, levántate y bajaras a comer.

-De acuerdo.

Y con eso me puse de pie, y salí junto a la mayor de los Mikaelson fuera de la habitación y comenzamos a bajar por las escaleras. Al llegar a la primera planta llegamos al comedor donde se encontraban todos, Elijah tenía el periódico en las manos y al sentir mí presencia subió la vista y me sonrió.

-Me alegro que Freya te haya convencido de bajar a comer.

-Sí, a mí también-murmure sentándome.

-Entonces dime, ¿qué se siente ya no tener hermanos?

-Rebekah-amenazo Elijah.

-¿Qué tiene que le pregunté eso?-pregunto inocente-No tiene nada de malo.

-Aún tengo hermanos, solo que estoy peleada con ellos.

-Bueno amor, la verdad es, que miéntras estés aquí tu conversación con ellos deberá ser nula-habló Klaus.

-¿Y por qué debería de ser así?-pregunté.

-Hay cosas que no deben de salir de aquí-explicó Kol.

-Suficiente, déjenla comer-dijo Freya.

Los hermanos menores de Elijah y Freya se levantaron de la mesa y salieron cada uno a su respectivo camino, yo me dediqué a comer, y vaya que con cada mordisco sentía la gloria, llevaba varios días sin comer, y el comer ahora era mejor. Sin darme cuenta ya había acabado de comer.

-Tenemos que hablar-me anunció Elijah-Vamos al despacho.

-De acuerdo-dije.

Lo seguí pasando por la sala donde estaba sentado Klaus, que al vernos levanto una ceja, Elijah abrió una puerta y me dio la entrada a mí primero.

-Hablaremos de tu estadía aquí.

-Sí le es incómodo me puedo ir...

-Para nada, no incomodas, pero debes de saber que mís hermanos son un tanto....explosivos; sobre todo Niklaus que su temperamento es demasiado difícil por su lado licántropo.

-Te aseguro que entiendo eso a la perfección.

-Kol y Rebekah son más accesibles por así decirlo, pero sin embargo tienden a enojarse con facilidad.

-Al parecer tú y Freya tienen el temperamento mejor.

-Sí, sin embargo si Klaus hace un momento te dijo que no podrías hablar con tus hermanos miéntras estuvieras aquí, era porque él no confía fácilmente en nadie.

-Me he dado cuenta, sin embargo no te preocupes Elijah, se mantener mís distancias.

-Y me alegro por ello, Victoria. Puedes retirarte.

Y con eso salí del despacho topándome con Klaus con una mirada de molestia que me hizo bajar la cabeza, caminé más rápido y subí a mí habitación; sinceramente el híbrido original me daba mucho miedo, y no era algo que yo sabría bien que se iba a ir, era algo que estaba ahí, le tenía terror completamente. Caroline me había contado todo lo que les había hecho a mís hermanos, que mato a Elena, pero luego ella volvió, (lamentablemente), que mato a la madre de Tyler, que intentó matar varías veces a Tyler y por supuesto que su madre loca hizo a Alaric un original. Niklaus Mikaelson era el ser sobrenatural más poderoso del mundo, todos le tenían miedo al escuchar su nombre, y por supuesto yo no era la excepción en este caso.

Volví a salir de la habitación y me tope al híbrido que estaba hablando por teléfono con, al parecer, una florería, porque les decían que mandarán rosas a una mujer, y al escuchar el nombre de la víctima mís ojos se abrieron con asombro. Caroline Forbes.

-Escuchar conversaciones ajenas es de mala educación-su voz se notaba divertida.

-Mandarle rosas a una mujer casada es algo muy bajo.

-No es de tu incumbencia, amor.

-Te recuerdo que es la esposa de mí hermano de quién estamos hablando.

-Yo la vi antes que Stefan.

-Sigue sin ser excusa.

-Preocúpate por tus asuntos, de los míos yo me encargo; ahora, retírate.

Y con las palabras en la punta de mí lengua, me fui. Era mejor tragarme las palabras en una casa ajena, con personas que no eran mí familia y ante el híbrido original, que en particular me daba mucho miedo y desconfianza. Pero sinceramente no me gustaba para nada el hecho de que Klaus quisiera cortejar a Caroline, eso estaba mal y era caer muy bajo; ¿por qué si puede tener a cualquier mujer, tiene que ser ella precisamente?, es algo caprichoso y absurdo, pero en fin, no es mí problema ni deseo que lo sea.

Mís únicos problemas ahora eran mís hermanos, que hasta el momento no me habían buscado; sería un largo siglo.

Tʜᴇ Oᴛʜᴇʀ➝ᴛʜᴇ ᴏʀɪɢɪɴᴀʟs, ᴛʜᴇ ᴠᴀᴍᴘɪʀᴇ ᴅɪᴀʀɪᴇs.©|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora