Tʜᴇ Oᴛʜᴇʀ➝ᴛʜᴇ ᴏʀɪɢɪɴᴀʟs, ᴛʜᴇ ᴠᴀᴍᴘɪʀᴇ ᴅɪᴀʀɪᴇs.©|

─Chapter; N I N E T E E N.

𝐁𝐄𝐒𝐀𝐌𝐄.

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❝Te contare el secreto de dos amantes que
se prometieron amor,
y ese amor murió como el secreto de ellos dos.❞

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¿Qué es el amor?, es cuando puedes estar en una nube y deslizarte suevamente por ella, poder tocar el arcoíris con los dedos, es poder ver a la persona que amas a los ojos sin importar lo cursi que puedes verte, sin importar lo que las demás personas piensen; porque ha decidido estar con esa persona independiente a todos los problemas que debes enfrentar en tu vida. Tal vez era muy pronto para decir que me había enamorado de Klaus, pero su bipolaridad, sus enojos su forma tan fría de ser, su gran creatividad por pintar y su hermosa sonrisa me habían abierto las puertas del cielo. Cuando conocí su obsesión por Caroline, creí que había perdido todas las oportunidades con él, creí que mis ilusiones se fueron a lo más profundo, creí que el beso no había significado nada para él, porque para mí significo todo y nada. Significo nacer y morir, significo ir al edén y bajar al averno, significo amor y odio; significo todo dentro de lo que cabe, y nada fuera de ello. ¿Qué era Niklaus Mikaelson?, ¿acaso si era aquel ser despreciable del que todos temían?, ¿o solo era un alma en pena con un brillo por dentro, tan potente que cegaría a cualquiera que pasara a su lado? Yo digo que Niklaus Mikaelson es la persona más hermosa y única que nunca había conocido, es la persona que todo el mundo quisiera tener, pero nadie se atreve a conocer; él es como la caja de Pandora, tenemos miedo a abrirla por temor a saber que hay adentro, pero cuando superamos ese miedo y la abrimos, nos damos cuenta de las maravillas que hay adentro. Deseaba que Klaus pudiera amarme de la misma forma, intensidad y devoción con la que yo lo amo; quisiera que él me deseara de la misma manera en que yo lo hago. No diré que me da miedo el sexo, que me da miedo que duela, porque no tengo miedo, no tengo miedo a entregarme a la persona que amo, no tengo miedo porque si vivo con ese temor, nunca podría sobresalir como persona; he pasado por todo tipo de situaciones a lo largo de mi vida, me he enamorado dos veces cuando tenía entre catorce y quince años, mi padre casi me casaba con un marinero que venía a turistear desde Nueva Inglaterra, su nombre era Máximos Specter, era capitán de su barco, hacia embarcaciones a diferentes puertos. Era rico, guapo y sin duda un caballero, pero no era lo que yo buscaba; pero aquello no le importo a mi padre, pues tres días antes de que sucediera lo de Katherine y mis hermanos 'muriera', yo estaba comprometida con él. Pero claramente todo quedo anulado a mi supuesta muerte.

Me encontraba en el Grill, como siempre, tenía un vaso de bourbon y la botella delante de mí, miraba como Matt limpiaba algunas mesas y su semblante de enojo al verme ahí no se quitaba para nada, yo solo rodé los ojos harta de aquello, creo que él no maduraba en ningún sentido.

-¿Soy o me parezco?-le pregunte viéndolo.

-Ni eres, ni te pareces-dijo acercándose a mí-Sigo sin creer que fueras tan estúpida para irte a vivir con ellos.

-Te diré tres cosas, la primera; no dejare que me insultes, no soy una estúpida, y si me vuelves a insultar estrechare mi bonito puño en tu estúpida cara. Segundo; eres el menos indicado en reprocharme las cosas o cuestionar mis decisiones, porque te acostaste con Rebekah, y no una vez, varias veces. Y tercero y último; deja de meterte en mi vida, y si no serás mi amigo, mínimo trátame con respeto porque soy una cliente.

-Es fácil para ti decir todo esto, ¿verdad?-la voz de Elena llego de lleno-Te morías de ganas por echar todo eso en cara, no lo niegues.

-Me muero de ganas de ir a tu velorio-dije con una sonrisa-Y si sigues molestándome, eso será muy pronto.

-¿Me estas amenazado?-me pregunto retadoramente.

-Te lo estoy prometiendo-dije con una sonrisa y dejando el dinero encima de la mesa.

Comencé a caminar por el bar hasta encontrar la salida, estaba enojada pero el decir aquello me libero un poco; las calles estaban casi desiertas por ser más allá de las nueve de la noche, todo estaba tranquilo, dentro de lo que cabe, hasta que voltee al cielo y me di cuenta que había luna llena. Un escalofrió recorrió mi espalda al ver la luna, un aire demasiado frio se avecino hacia mí, y sin darme cuenta ya estaba caminando demasiado rápido fuera de aquí, tome mi teléfono rápidamente entre mis manos, intentando marcar a Klaus, pero no respondía su teléfono; tenía mucho miedo y no sabía porque. Al voltear hacia enfrente me topé con un hombre de cabello castaño oscuro y ojos café, con una sonrisa coqueta en su rostro.

-¿Te encuentras bien?-pregunto con una sonrisa.

-Sí, con permiso.

-Te puedo llevar a algún lugar si quieres.

-No gracias, estoy esperando a mi amigo.

Y mi celular comenzó a vibrar, era Klaus.

-Bueno-dije viendo al desconocido delante de mí.

-¿Estas bien?-me pregunto al otro lado de la línea.

-Quería saber si podrías venir por mí-murmure.

-Claro, en cinco minutos estoy ahí.

-De acuerdo, Klaus-dije aquello volteando a ver detrás de mí, y cuando voltee hacia enfrente el desconocido ya no estaba.

-Espérame dentro del Grill-dijo.

-Si.

Y después de eso colgó la llamada, comencé a caminar de nuevo al Grill, entrando; ya no estaba Elena, pero si Matt, que cuando me vio rápidamente vino conmigo.

-No se te ocurra volver a amenazar a Elena.

-Yo haré lo que se me dé la maldita gana, y si tanto te preocupa ella; cuídala mucho.

Y con eso volví a sentarme en una mesa, y el desconocido que me había hablado afuera también se sentó, frente de mí con una sonrisa en su rostro.

-¿Qué quieres?-pregunte.

-Conocerte.

-Vete de mi mesa.

-Dime tu nombre-me dijo.

-Victoria, Victoria Salvatore.

-Mi nombre es Lucien.

Y su sonrisa hizo que un miedo me llenara por completo y en ese instante llego Klaus, y la mirada que le dio al desconocido no fue para nada bonita.

-¿Qué haces aquí?