Capítulo 39

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Narra Lali:
Me quede mirando a la nada con una sonrisa en el rostro, ¿por qué mi futuro esposo es tan romántico?, ¿que hice para merecerlo?

Todo esto me recuerda a esa Lali de 10 años jugando a ser madre, cuando soñaba con que algún día alguien me iba a mirar y con solo mi mirada su mundo se iba a tornar feliz, alguien al que mi sonrisa pueda iluminar, alguien al cual amar. No pensaba que ese alguien llegaría, me había resignado a que solo eran sueños de una niña, pero lo que yo no sabía es que esa niña cumpliría su sueño, ese sueño de ser amada.

Me acerqué a mi espejo, y me vi reflejada en el, pero también vi reflejado mi sueño, mi sueño de una familia feliz, sueño que estaba por cumplir.

Narra Peter:
La llegada de paula me había puesto un poco nervioso, ¿por qué llegaba ahora?, ¿que era lo que buscaba?.
Suspiré frustrado, no había respuestas a mis preguntas, por ahora...

Me levante de la cama y me acerqué al estante que se encontraba justo al lado de mi armario, allí habían fotos mías y de Lali, recuerdo cuando era solo un adolescente de 15 años enamorado, recuerdo cuando la vi por primera vez, cuando me dedico la primera sonrisa, la manera en la que yo la hacía enojar, me gustaba ver cómo sus mejillas enrojecían y su ceño se fruncía cuando yo decía algo que le molestaba, y pensar que esa chica de la cual me enamoré profundamente, en un mes será mi esposa.

Una sonrisa se plasmó en mi rostro ante tal pensamiento, ella iba a ser mi esposa.

Todas esas veces que soñé despierto en clase, sueños en donde ella estaba vestida de blanco con un ramo de sus flores favoritas en la mano, caminando lentamente hacia mi acompañada de su padre, y yo esperándola en el altar con una sonrisa adornando mi rostro. Todos esos sueños en los cuales ella era mi esposa se harían realidad.

Aveces era raro, ya que mientras mis amigos jugaban a futbol o hablaban de idioteces, yo soñaba despierto con ella, la miraba desde lejos y me decía a mi mismo "ella será mía", mis amigos me llamaban loco y decían que eso nunca pasaría, ella era inalcanzable para mi, pero ya no, ya no iba a serlo nunca más, ahora yo tendría el placer de decirles a todos "ella es mi esposa".

Así es Lali Esposito, la chica inalcanzable, era mi novia, mi comprometida, y pronto mi esposa.

𝘗𝘰𝘳 𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘋𝘦 𝘔𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora