Capítulo 42

352 21 0
                                    

Narra Lali:

-¡Ay! Me duele.- exclamé mientras mi mama trataba de peinar mi cabello.

-Quédate quieta si no te va a doler más.-dijo mi mama, ya cansada de mis berrinches.

-¿Donde está Laura?.- dije preocupada, Laura era la chica que me tenía que peinar, y todavía no llegaba.

-No lo sé, Lali.- dijo mi mama por décima vez.- Y quédate quieta.

-Está bien.-dije y me volví a sentar.- ¡¿Y SI LE PASÓ ALGO?!

Con esto último que dije me levante del asiento exaltada.

-¡Quédate quieta!.- gritó mi mama.

-S-si.- me volví a sentar asustada.

-Así me gusta.-dijo satisfecha.

Narra Peter:
-Ay, mama la ajustaste mucho.- dije casi sin aire, la corbata estaba demasiado ajustada.

-Perdón hijo, es solo que estoy muy nerviosa.-dijo ella desajustando la corbata.

-Yo lo estoy más.- dije, mis manos habían empezado a sudar.- ¿Y si dice que no?

-Ay hijo, no te preocupes por eso, es imposible. Si la hubieses visto cuando se probó por primera vez el vestido, yo y su madre estábamos con una sonrisa de felicidad inmensa y ella se miraba emocionada el espejo, como si fuera una princesa, parecía una princesa, la princesa de tu cuento Peter.-dijo mi mamá mirándome al borde del llanto.

-Ya quiero verla.- dije sonriéndole.

-Pareciera que fue ayer cuando corrías desnudó por la casa por qué no te querías bañar.- dijo empezando a soltar lágrimas.- Y hoy te casas, como creciste...

-No llores mama.- fui directo a abrazarla.

-Espero que seas muy feliz con ella, no pudiste haber elegido mejor.- me sonrió.- Bueno, tu padre está abajo esperándome, nos vamos a la iglesia, no tardes Pedro.

Con esto salió de la habitación, me di vuelta para volver a verme en el espejo.
Sonreí al verme en mi traje.
-Voy por mi princesa.- dije.

Narra Lali:

-¿Engorde?, decime que no engorde.- dije al ver que el vestido no cerraba.

-No lalita, tranquila, solo se trabo el cierre.-dijo mi mama, tratando de tranquilizarme.

-Pero.. ¿se trabo por qué engorde?.- mi mirada se tornó asustada.

-¡Que no engordaste te digo!.- me gritó mi mama.

-B-bueno.- aveces da miedo.

-Ay mi lalita adorada, como recuerdo cuando eras una nena que jugaba a ser una princesa, y mírate hoy sos una, y la más hermosa que jamás he visto.- las palabras de mi madre decía eran como un poema.- Cuando tu padre alejaba a los chicos, diciendo que no eran el indicado para ti, claro que no.Peter lo era, yo siempre lo supe.

-Mama vas a hacer que arruine mi maquillaje.- dije aguantándome las lágrimas.

-Bueno, es hora de que me valla a la iglesia, te dejo con tu padre.

𝘗𝘰𝘳 𝘚𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘋𝘦 𝘔𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora