veinticuatro

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Lauren podía llegar a ser muy cariñosa en público y es era algo que a Camila le gustaba pero al mismo tiempo también le ponía los pelos de punta. No es que fuera algo malo ni nada, a menos que se tomara en cuenta el hecho de que le estaba manoseando el trasero aún cuando la empresaria estaba jodidamente consciente de que alguno de que alguno de sus empleados u hospedados podían verla y eso, sería algo muy feo. Varias veces había agarrado la mano traviesa de Lauren y en lugar de dejarla sobre su trasero la colocaba sobre su cintura aunque, se resigno a no hacer nada cuando la ojiverde metió su mano bajo a falda que traía ese día.

-¿No podías esperar a llegar aquí?- pregunto la castaña con las mejillas coloradas después de entrar en la habitación del hotel que desde hace unos días e había convertido en su 'nido de amor'

-No- respondió la mayor con una pequeña sonrisa, inclinándose a besarla desesperadamente en los labios 

Solo se separaron una o dos veces para poder quitar la camisa de la ojiverde y el top de la morena con facilidad. Camila enredaba sus dedos entre el sedoso cabello de su novia, tironeando de el con una fuerza mínima, presionando aún más sus labios deseosos de lo que seguiría a continuación

Lauren comenzó a besarle el cuello y mientras Camila reía y se retorcía por las cosquillas que le causaban sus besos, aprovechó a bajarle la falda de un tirón. La castaña se recostó sobre la cama después de bajarse la ropa interior y dejarla sobre el suelo, Lauren se arrodilló sobre su novia, masajeando uno de los pechos de la morena lentamente, abriendo la boca e inclinándose para comenzar a jugar con sus pezones.

La ojiverde succionaba ambos pezones por turnos al mismo tiempo que paseaba su lengua alrededor de estos, comenzó a bajar con pequeños besos hasta el centro de la morena donde pasó su lengua lentamente, torturando a la castaña con su ritmo lento y antes de que la castaña comenzó a quejarse de lo lento que hacía el trabajo, comenzó a lamer y a chupar el clítoris de la castaña con más rapidez. 

Lauren se quitó los pantalones y la ropa interior, se acomodó unos cuantos mechones de cabello por detrás de la oreja izquierda, dejando que la otra mitad de su cabello cayera libremente sobre la mitad de su rostro. Se colo boca arriba en la cama y dejo que la morena la montara. Ciertamente ya tenía mucho tiempo que Lauren no dejaba que alguien llevara el mando en un encuentro sexual, Camila por su parte, estaba extasiada y embobada por lo que estaba ocurriendo, sentía el falo más profundo, pero por otra parte podía observar mejor el cuerpo de Lauren de la cintura para arriba, cada tatuaje y cada zona de perfección de su cuerpo.

-Muévete- ordenó Jauregui apoyando las manos en la cintura de la castaña. Camila seguía sin creer lo que estaba sucediendo, razón por a cual Lauren trató de sentarse con ella encima logrando así darle un pequeño pero desastroso beso al mismo tiempo que comenzaba a moverse en un sensual vaivén

Camila reaccionó por fin y se apoyó en el pecho de Jauregui con firmeza, comenzando a cabalgar lentamente sobre el pene de la ojiverde. Lo único que se escuchaba eran sus pieles chocando además de los suspiros y gemidos de ambas. Camila trataba de adaptarse al ritmo que Lauren estaba llevando, a pesar de que fuera un ritmo mu lento y marcado, eso no quitaba el hecho de que era su primera vez cabalgando o llevando la rienda del acto.

Camila comenzó a adaptarse, y de vez en cuando se inclinaba y le besaba el cuello a su novia o en todo caso los labios donde tironeaba de ellos, sin dejar de pensar en lo caliente que era Lauren al tener sexo. Después de muchas cabalgadas y muchos ligeros rasguños de Camila al cuello de Lauren, esta última abrazo a su novia y soltó un fuerte jadeo, disfrutando de su orgasmo al eyacular dentro de Camila, quien le dio varios rasguños y un profundo beso al llegar a su orgasmo. 

[...]

-¿Porque me dejaste llevar el mando esta vez?- pregunto la morena saliendo del baño con la ropa interior y la camisa de Lauren puesta y las manos medio mojadas

-Fue parte de tu regalo de cumpleaños- sonrió sin despegar la vista de la televisión, estaban pasando unos de los primero capítulos de "Two and a Half Men" y no quería perdérselo. A menos que tuviera algo mejor que hacer. Y ese algo era Camila            

-Gracias- dijo la morena plantando un beso sobre sus labios, prosiguiendo a acostarse a su lado

Lauren se sentía muy cómoda con la compañía de Camila, en todos los sentidos. Era divertido ir con ella en la camioneta, a veces Camila ponía alguna estación de radio y se ponía a cantar y bailar infantilmente las canciones de Beyoncé que normalmente colocaban en esa estación, de hecho hasta se emocionaba cuando la canción del día era Crazy in Love. Hacer su trabajo de administración también era muy entretenido si Camila se encontraba en la habitación. Camila solo necesitaba un pequeño plato de postre para esperar pacientemente sentada en el sofá de la oficina mientras tarareaba alguna canción sin sentido o alguna canción que estaba segura había escuchado cuando apenas era una adolescente con uno o dos tatuajes en el cuerpo.

-Camila- esta la miro y... Dios, como adoraba ver esos preciosos ojos cafés observándola con tanta ternura y curiosidad- Te quiero y mucho 

-Yo te quiero más- respondió la castaña con una ligera opresión en el pecho y supuso que pronto sus mejillas estarían coloradas por la vergüenza. Tal vez era demasiado pronto para decir, podría ser que Lauren compartiera el sentimiento pero cabía la posibilidad de que no. Además, Camila inició como su amiga con derecho, tenía toda la libertad del mundo de dudar sobre su temprana relación 

Lauren la abrazó con un poco de fuerza y le besó la frente

-Quédate conmigo ¿si?      

Sugar Mommy [Camren]{Adaptación}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora