Sugar Mommy [Camren]{Adaptación}

ocho

-Padre Santo, ¿de quien será esta belleza?- mencionó Dinah al salir de la universidad y encontrarse con una camioneta cuatro por cuatro de ese año.

-Lo que costaría tener una de esas...- dijo su amiga rubia, Taylor embobada por lo bien que lucía el vehiculo.

Las cuatro chicas quedaron aún mas asombradas al ver a alguien conocida acercarse a la camioneta y subir en ella, la cabellera castaña y la mochila con un llavero en forma de banana, que había conseguido en el zoológico el año pasado, colgando de uno de los cierres dejaban en evidencia que era Camila quien se iba en esa camioneta tan lujosa.

[...]

-No era necesario que fueras a buscarme a la Universidad- comentó Camila después de saludarle saludarle con un beso en la mejilla.

-¿No te ha gustado?

-No dije eso pero... Bueno, es que se me hace un poco incómodo porque es una universidad pública y pues, tu sabes, no todos ahí tienen el dinero necesario para costearse una camioneta como la tuya- explicó un poco incomodada por tener que dar ese explicaciones como aquella, tal vez había molestado a Lauren y eso no era lo que quería.

Jauregui asintió pero de cualquier modo le respondió:

-Sonaré un poco demandante pero... Ve acostumbrándote porque si tenemos citas entre semana, no dudes que iré a buscarte en persona a la universidad.

Camila le sonrió, sintiéndose aun incomoda por la situación pero de todos modos, comprendió que no valía la pena quejarse, al fin y a cabo, Lauren era mommy y ella era el bebé. Cabello se quedó asombrada por lo largo que podía ser el camino hacia el hotel Overlook, y tampoco era de impresionarse demasiado, la mayoría de los mejores hoteles de la ciudad estaban ubicados en las zonas mas alejadas de la urbanización con tal de mantener algo de ambiente no común que los buenos hoteles buscan tener.

Tardaron aproximadamente otros veinticinco minutos desde el segundo semáforo de la escuela para estar medio cerca del dichoso hotel, durante todo el camino, Camila fue cambiando la estación de radio para poder cantar las canciones que pasaban por esta. Lauren sonreía para sus adentros de lo linda que sonaba la voz de la cubana, al mismo tiempo preguntándose cómo es que podía ser tan tímida con respecto a sus dotes musicales, aunque también le llegó una importantísima duda a su cabeza: ¿Que tan armoniosos serían los gemidos de Camila en la cama?

-¡Wow, ¿es ese?!- exclamó la morena acercándose a la mayor para ver mejor a través de la ventana del copiloto, Lauren se acomodo mejor para seguir manejando con normalidad- Se ve más grande de lo que creí, no puede ser.

-Espero que me digas lo mismo en la cama- respondió la mayor entrando al estacionamiento privado en el que solo podían entrar ella y sus demás trabajadores.

-Ey...- se quejo la estudiante un poco avergonzada, con las mejillas enrojecidas y una punzada mínima de excitación. Jauregui río ante aquella reacción y estaciono el vehiculo en el lugar de siempre.

Ya había agarrado la costumbre de bajarse de la camioneta e ir a abrirle la puerta a la morena y además darle la mano como apoyo. Juntas caminaron por una pequeña vereda rodeada de pasto muy verde hasta llegar a la entrada principal del hotel, Camila no pudo evitar alzar la cabeza para ver el nombre del hotel en unas elegantes letras de color negras instaladas en la parte superior del edificio. Incluso desde fuera el condenado hotel lucía tan bien.

Era un edificio muy grande de color blanco aperlado, con muchas ventana, en la planta baja las ventanas tenían una vista panorámica, y en la parte con sombra el ballet parking , por la zona del techo había varias banderas colgadas para hacer que el cliente supiera los idiomas que hablaban. Inglés, español, portugués, japonés, chino, coreano y quien sabe que tantos idiomas mas de los países que no identificaba bandera.

-¿Cuantos idiomas hablas, Lauren?- preguntó la morena después de que entraron por la puerta principal.

-No muchos, ingles, español, italiano y francés- respondió con una pequeña sonrisa. Camila se abstuvo de decir "wow" otra vez.

-La mayoría de tus trabajadores hablan mas que esos ¿verdad?

-Tienen que, somos un hotel internacional.

Juntas caminaron cerca de la recepción, en donde una mujer de ojos azules y mucha máscara de pestañas saludo a Lauren cordialmente. Después, Lauren le llevó hasta los jardines principales. Estos tenían un laberinto de plantas muy grande y varios árboles con forma de animales en la entrada.

-¿Siempre son los mismos animales?- preguntó Camila

-No, normalmente elegimos dependiendo del calendario chino- respondió- Cada año es diferente pero si te soy sincera, los dragones son los que se ven mas hermosos.

Camila ahogo una pequeña risita, Lauren le sonrió y acarició una de sus mejillas. Siguieron caminando hasta llegar a las piscinas tejadas, las cuales eran casi tan grandes como las piscinas olímpicas, según Camila. Era una zona muy bonita, había un enorme espacio para las sillas declinables para descansar, tenían un pequeño chapoteadero con algunos juegos y animales inflables. Ademas, el techo era un enorme tragaluz por el cual se podía apreciar a la perfección cada una de las nubes y los pequeños rayos de sol.

-Recuerdo que cuando el hotel apenas estaba ganando fama entre los turistas mis hermanos y yo hicimos una fiesta a escondidas de mi padre- comentó la mayor después de que dejaron atrás la piscina.

-¿Y que pasó?

-Pues- alargó el sonido de la ese al mismo tiempo que alzaba ambas cejas- Papá llegó antes de lo esperado y me obligó a limpiar la piscina por dos meses.

-¿Para ese entonces estaba así de grande?

-Si- Camila cubrió sus labios mientras reía con gracia, su risa era un poco ruidosa pero aun así tenía una risa muy linda- ¿Te parece si vamos a mi oficina y aprovechamos que no tengo reunión con nadie importante?

-¿Tu oficina es bonita?

-Tiene una gran vista de los jardines pero no vas a estar pendiente de eso.

-Entonces...- la morena se acerco a la mayor a causa de la mano que esta mantenía en su cintura amenazando con bajar- Me parece buena idea, mommy.