nueve

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En cuanto llegaron a la oficina de la mayor, la cual estaba ubicada mucho más atrás de la recepción, Lauren comenzó a devorare la boca a la morena, sin importarle que la puerta no estuviera del todo cerrada, Camila hizo un esfuerzo por separarse y cuando lo logró, cerró la puerta con muy poca fuerza con la mano izquierda. Jauregui no paró de toquetearle los muslos y el trasero a su acompañante hasta que llegaron al enorme escritorio de la oficina, Lauren en la silla y Camila sobre los papeles de trabajo de la mayor.

-Quítate la ropa- ordenó Jauregui observando con sus ojos verdes a la joven que tenía en frente.

Camila sonrió y asintió al mismo tiempo. Luego sin dudarle, ni un solo momento se quitó la blusa, después de quitarse las ballerinas y se bajo los jeans hasta los tobillos. Lauren volvió a besarle con deseo, Camila no sólo estaba excitada con todo esto también se sentía inexperta al no poder seguir el ritmo de la mayor a la perfección. Mientras Lauren seguía con su trabajo le desabrocho y bajó la ropa interior a Cabello, dejando ver así su centro mojado y sus pezones erectos de la excitación.

Con un poco de dificultad, Jauregui le quitó los jeans y la ropa interior de paso a la estudiante y dejó toda la ropa en el suelo junto con la camisa que esta traía hace unos instantes.

Lauren le acarició los muslos de abajo para arriba y acercó sus suaves labios hasta la entrada de la morena. Lamiendo y succionando con naturalidad, saboreando la humedad lentamentamente. Camila recargó la mayor parte de su peso sobre sus manos respirando con un poco de dificultad, a veces dejando salir pequeños gemidos.

-¿Es la primera vez que te hacen un oral?- pregunto la empresaria masajeando sus pechos con una linda sonrisa ladina que fascino a la menor desde el primer instante.

-Soy más virgen que el aceite de oliva- soltó una risita de vergüenza. Jauregui negó y la atrajo hacia si con un beso.  

-Abre más las piernas- dijo en cuanto se separaron, Cabello hizo caso y acto seguido lamió varias veces los dedos índice, medio y anular de su mommy- No te mentire, va a doler un poco pero si te relajas se pasa rápido ¿entendiste bebé?

-Si...- respondió seguro de si mismo, antes de que Lauren hiciera algo, se sentó en la mesa para tener mas comodidad- ¡Oh mommy!- gritó al momento de sentir el primer dedo entrar sin previo aviso.

La morena se cubrió la cara avergonzada por lo que sentía en ese momento. Nunca había tenido este tipo de experiencias con nadie. Si, le toco las pollas a varios chicos alguna vez pero jamás llegaron a otra cosa y Lauren, Lauren la conocía desde hace menos de una semana y ya estaba perforándole el coño con los dedos. Camila sentía unas ganas inmensas de salir corriendo y decirle que olvidaran todo el acuerdo que tenían, más que nada porque estaba un poco asustada por lo que Jauregui le haría además de que le avergonzaba que la tocaran, pero al mismo tiempo, una voz en su cabeza le decía que aprovechara la oportunidad sobretodo porque tuvo suerte de haberse topado con una mujer como Lauren en lugar de un depravado sexual.

-Bebé relajate- dijo la mayor levantándose de su silla y besándole los labios con suavidad- Estas muy estrecha y si cierras las piernas posiblemente me dejes sin dedos 

-Lo siento es que...es que...¡Hm! Se siente raro que andes tocando por ahí 

-Esta bien cariño...No será la primera ni la última vez que te haga algo así- le sonrió 

Lauren estuvo metiendo y sacando sus dedos repetidas veces, a veces moviéndolos de forma de tijeras para dilatarle la entrada a la morena. Cuando sintió que podría estar lista saco los dedos, decidida a reemplazarlos por otra cosa. Desabotono un poco su camisa, dejando que la menor se fijara en los variados tatuajes que tenia por las caderas y la cintura, luego, se bajó un poco lo pantalones y los boxers. Se acarició poco el pene y dirigió la punta hasta la entrada de su acompañante, penetrando lentamente.

-¡No! ¡Mommy duele!- grito Cabello con los ojos bien abiertos por la intromisión a su cuerpo 

-Relájate

-¡No estoy lista, en verdad, no estoy lista!- y sin que Lauren pudiera hacer algo, Camila comenzó a llorar 

-Oye, no...Bebé, no llores- dijo a mayor después de haberse sacado su miembro de la entrada de la chica. Camila se sentó y dejo que sus pies colgaran del escritorio, su rostro estaba enrojecido y unas pocas lágrimas recorrían sus mejillas.

-Lo siento, es que no estoy lista, lo lamento...Creí que podría pero no.

-Ya no llores, lo entiendo- comentó Lauren con suavidad, la agarro de las mejillas y la beso varias veces en la boca para que se calmara, después la abrazo, acariciando su cabello y su espalda desnuda- Ponte la ropa, te llevare a la cocina 

-¿A la cocina? ¿Para qué?- preguntó la menor limpiándose las mejillas con el dorso de la mano izquierda

-Para que me ayudes con la elección de los nuevos postres para el menú del restaurante- sonrió 

Cuando Camila terminó de vestirse se acerco a Jauregui abrazandola de lado y apoyando su mejilla sobre su hombro

 -Creo que puedo estar lista para la próxima semana- dijo sonriente pero insegura

-No te presiones a ti misma- acarició su cintura con la diestra- Puedo conformarme con tener mi pene en esa linda boquita que tienes, por ahora 

-De verdad mommy, puedo estar lista en poco tiempo- arrugo la nariz, aún  con una pequeña pero muy tierna sonrisa. Su mommy le beso la mejilla y así, salieron de la oficina directo a la gran cocina del hotel.



...

tratare de actualizar este fanfic los viernes 

perdon por la tardanza :(


Sugar Mommy [Camren]{Adaptación}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora