Sugar Mommy [Camren]{Adaptación}

quince

-No estoy segura de hacer, mommy...

-Solo pon el pestillo de la puerta y trata de no hacer mucho ruido

Camila lo pensó por unos escasos segundos, no estaba muy segura de aceptar y de hecho había estado considerando en decirle a Lauren que lo dejaran para otro dia en el que nada pudiera quedar a la imaginación pero tenía que admitirlo. El sexo telefónico no sonaba nada mal. Sobretodo ahora que estaba totalmente mojada dentro la diminuta tanga que Jauregui le había mandado con su chofer,  el tal Liam.

-Listo, creo que ya tendremos privacidad...

-Muy bien. ¿Que traes puesto?

-Una camiseta y la... tanga- se quedó callada por unos segundos, sentada sobre la cama pensando en el momento en que estuvo tan desesperada por dinero, como para ponerse ropa interior que en lo absoluto le gustaba.

-Sabía que las usarías- comentó la ojiverde con una pequeña sonrisa en el rostro, o al menos Camila sospechó que estaba sonriendo.

-Son cómod... ¡Ignora eso! ¡No he dicho nada!- Lauren río ligeramente- ¡Mami!

-Dime, bebita linda 

-No te burles

-No lo hago- volvió a reírse- Solo que eres muy tierna... Pero volvamos a lo importante de esta llamada 

Camila bufó, sentándose bien sobre la cama, con la espalda apoyada sobre las almohadas. Suspiro y comenzó a acariciarse el clítoris por encima de la suave y delicada tela color pastel.

-¿Te estas tocando?

-Si... y ¿tu?

-Igual- suspiro profundamente- Imagina que soy yo la que te esta tocando... Imagina que estoy ahí contigo 

Camila hizo caso mientras que seguía acariciándose el clítoris, soltando ligeros e inaudibles gemidos  hacia su celular. Para cuando la morena se dio cuenta estaba masturbandose, sus dedos entrando y saliendo de si misma, con la tanga hasta los tobillos y el celular temblandole entre la mejilla y la mano.

-¡Oh... mami, quiero que me folles!

-¿Como quieres que te folle, bebé?- suspiro, su voz sonaba grave

-Aquí, ahora... Quiero hacerlo contigo toda la noche 

-Cuando vuelva a verte, voy a metertela toda la noche 

-Si, mami, eso es lo que quiero

La ojimarrón sintió un cosquilleo en su pancita, su vientre y su clítoris, entonces sus fluidos comenzaron a humedecerle la mano mas de lo que ya estaba al igual que su sabana, su primera vez teniendo sexo telefónico y duró tan poco, según ella.

-¿Ya terminaste?- pregunto a mayor con un pequeña risita 

-Si- respondió avergonzada- lo siento...

-No tienes que pedir disculpas, bebita. Además, espero que me grites así mañana que vaya por ti a la escuela 

-Oye... No estas pensando en hacerlo en el auto ¿o sí?

-Bien, si no quieres, me conformo con que me hagas una mamada durante el camino al hotel 

-No quisiera distraerte mientras manejas, mommy- se levanto de la cama, subiendose la tanga de a como pudo con una sola mano y se dirigió hasta el baño.